sábado, 24 de mayo de 2008

Cazadores que pescan a los agricultores

Los seres humanos somos cazadores, pescadores, agricultores o sus posibles combinaciones.

Cada actividad se corresponde con una actitud psicológica predominante.

Los cazadores son nómades, agresivos, arriesgados.

Los pescadores son sedentarios, tranquilos, pacientes.

Los agricultores son sedentarios, laboriosos, escasamente agresivos.

Los tres están de parte de la ecología porque saben que llevarse bien con la naturaleza es esencial para la supervivencia.

Si tuviera que elegir responsablemente cuál es el perfil preferente para los emprendedores contemporáneos, elegiría a los cazadores. Los pescadores podrían ser aquellos que viven de lo que van consiguiendo, quizá con algo de astucia pero sobre todo sabiendo esperar. Los agricultores actuales son esa gran masa de trabajadores que aplican más esfuerzo que creatividad.

Si tuviera que suponer qué disponibilidad económica tiene hoy cada uno, diría que los «cazadores» son los ricos; los «agricultores» son la clase media y los «pescadores» son los pobres.

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5 comentarios:

Anónimo dijo...

Los agricultores argentinos no son escasamente agresivos.

Anónimo dijo...

En Argentina nadie es como se espera que sea. Estamos todos rematadamente locos. Yo incluida.

Anónimo dijo...

Siempre me imagino que los hombres primitivos se iban a cazar, navegar, conquistar, guerrear y que las mujeres se quedaban criando a los niños, cuidando a los ancianos, enfermos y heridos, cultivando algo para las comida, con gallinas, patos, gansos, cerdos, conejos y alguna vaca para la leche.

Anónimo dijo...

Algo me dice que los pescadores son los vagos que viven de la limosna y de las leyes sociales. Viven en el seguro de paro, aprovechan cuanta cosa gratis existe en las promociones, degustaciones o beneficios del gobierno. Los pescadores son una plaga.

Anónimo dijo...

A mi me imagino como un cazador pero sé que me estoy mintiendo porque soy muy miedoso, me espanta la sangre, me da lástima matar a los animalitos y prefiero mil veces quedarme en mi casa, calentito, con la heladera bien llena, conversando, divirtiéndonos, hablando con todo el mundo. Me parece que si hubiera nacido hace miles de años hubiera sido gay. Hoy, como está las cosas, paso desapercibido porque está lleno de varones como yo.