domingo, 11 de mayo de 2008

Domesticación de los empleados

Otro aporte que podemos utilizar sobre el estudio que el marketing realiza sobre los homosexuales tiene que ver con su fidelidad a las marcas que «hablan su mismo idioma», «respetan su identidad», «se esfuerzan por atenderlos».

¿Por qué alguien es infiel? Una posible explicación a la luz de las conclusiones precedentes es que 1) Una persona que no respeta su propio deseo, no respeta el de nadie y 2) Una persona no puede ser fiel con quienes no respetan su deseo.

Hago centro en la homosexualidad porque fue un estudio de marketing el que me hizo ver la relación que existe entre la capacidad de generar dinero y la aceptación personal y pública de deseo tal cual es.

Ahora generalizo el concepto y puedo decir que cualquier deseo aceptado y respetado es liberador de energía. También esto puede decirse al revés: La no aceptación del deseo funciona como un freno, como un lastre, como un encarcelamiento.

Estas ideas no son nuevas. Ustedes podrán encontrar algo semejante cuando se habla de los estudios de la motivación. En lo que sí creo aportar un modificador es en: 1) El énfasis que pongo en la intervención del deseo como funcionamiento inconciente; 2) En la certeza de que las recetas para provocar entusiasmo son superficiales y por tanto de efectos breves o con gran consumo de refuerzos permanentes para que no decaigan los resultados. 3) Otro aspecto que me diferencia de los estudios motivacionales tradicionales es que apunto a la autodeterminación, a la independencia del sujeto para tomar sus propias opciones. En general las prácticas conocidas implican algún grado de alienación porque el destinatario de esa metodología deja de actuar por sí mismo y adquiere ciertos rasgos de autómata, en desmedro de su realización personal que generalmente desemboca en algún cuadro depresivo que se compensará por medio de fármacos.

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7 comentarios:

Anónimo dijo...

No soy gay pero me gustan ciertas marcas y otras no las quiero. He llegado a irme de un restaurante porque quieren venderme pepsicola en lugar de cocacola.

Anónimo dijo...

Voy a tener que renunciar al trabajo que tengo porque contrataron a un gerente que dice haber estudiado en Inglaterra y las ideas que propuso en la primer reunión de presentación son asquerosamente manipuladoras. Ya me veo corriendo para alcanzar una pelotita de papel que él me tire desde su butacón.

Anónimo dijo...

Las horas que le dedico a mi trabajo son las menos posible. Dentro de mi horario de trabajo me distraigo cada vez que puedo, juego al solitario, navego en internet, hablo por teléfono. Hago lo mínimo y no me importa más nada. A mi lo único que me interesa el cobrar el sueldo a fin de mes y estar en mi casa haciendo las cosas que hay que hacer en toda casa, para mi bebita y mi compañero. No habrá dios que me amaestre para hacer algo que no me interesa.

Anónimo dijo...

Cuando nos mandan al colegio nos mandan a adiestrarnos para ser ciudadanos obedientes, así que no sé que tanto problema se hacen con los adiestramientos que recibimos en otros lados. Siempre hay alguien con un látigo en una mano y un caramelo en la otra.

Anónimo dijo...

Hemos tenido muchas peleas tremendas con mi compañera porque no soy cuidadoso en ocultar mis infidelidades, pero ella no entiende que no me da todo lo que yo necesito y tengo que salir a buscarlo por ahí. No lo entiende y me parece que el artículo acá dice algo así como lo que me pasa a mí.

Anónimo dijo...

Esas empresas como MacDonald's que ponen al empleado del mes para que éste haga desfilar a todos los familiares y seres queridos que lo conocieron cuando aún no era alguien (ironía), usan la manipulación de las mentes de mosquito para sacarles un gota de sudor adicional.

Anónimo dijo...

Cuando estuve en el ejército me dí cuenta lo que era la disciplina, el rigor y sobre todo el adiestramiento. Me llevó años olvidarme de todas las costumbres idotas que me metieron en la cabeza.