lunes, 19 de mayo de 2008

La costosa castidad

En la adolescencia suele pensarse que cualquier deterioro en el rendimiento (físico o mental) puede ser causado por el despilfarro de energía que se produce con la masturbación. Este dato lo tengo sólo para los varones. No sé qué sienten las chicas.

Tiene muy pocos años la moda cultural de trivializar la masturbación. Antes generaba burla y sanción. No estaba bien vista. Debía practicarse con mucha discreción.

La noción espermatozoides-monedas es muy frecuente. De acá a suponer que el despilfarro masturbatorio es también un despilfarro económico, hay un pequeño paso.

La manera más sencilla de evitar un deseo es no tenerlo. Todos sabemos que la tentación es una fuerza muy difícil de controlar. Hace falta mucha fuerza de voluntad para dominar un pequeño deseo.

Quienes se sienten culpables, viciosos, perversos o degenerados porque no pueden controlar ese pequeño deseo de masturbarse y siempre que en su inconciente tengan asociado espermatozoides con monedas, pueden apelar al ilógico recurso de tener pocas monedas (ganar poco dinero) para ver si así logran evitar el vergonzoso acto de masturbarse.

Parece no haber mejor forma de evitar el derroche (léase: el deseo) que siendo pobre.

Nota importante: Los intelectuales científicos monopolizados por la razón y la lógica, se privan de conocer las conductas (propias y ajenas) más trascendentes e incontrolables.

Nota poco importante: La asociación espermatozoides-monedas se refuerza con la idea de que esas monedas puestas en la ranura vaginal (como si ésta fuera una alcancía) pueden ser realmente productivas. Es decir re-productivas.

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8 comentarios:

Anónimo dijo...

Me crié en una familia muy católica y la mayoría de mis taras mentales se las debo a que no podía dejar de masturbarme y de sentirme un monstruo que iría al infierno en contra de mi voluntad.

Anónimo dijo...

"No sé que sienten las chicas" dice el licenciado y suponiendo que fuera cierto que no sabe, le digo lo que me pasaba a mí: Me dormía como un angelito pensando en escenas maravillosas con mi papá. Y no hace mucho que recuperé la memoria de esto. Lo tenía totalmente olvidado.

Anónimo dijo...

La NOTA IMPORTANTE no me doy cuenta qué tiene que ver con el resto del artículo. ¿No la habrá insertado sin querer?

Anónimo dijo...

Ya tengo casi cuarenta y sigo masturbándome y sintiéndome mal. No sé como resolver este asunto. Por la tele suelen decir que no tiene nada de malo pero lo que pasa es que no le creo casi nada a nadie porque todos dicen cualquier cosa y se contradicen entre unos y otros.

Lo que pasa es que no puedo de dejar de masturbarme. A veces dejo cosas importantes de lado para poder hacerlo y si no lo hago me parece que me va a dar un ataque de pánico que ya lo tuve y es feísimo.

Anónimo dijo...

Es cierto eso del razonamiento. Yo creo ser mucho más comprensiva que mis padres que son muy razonadores y se burlan de mí porque pienso la vida de forma lírica, romántica, literaria, poética. Los veo como si fueran miopes arrogantes.

Anónimo dijo...

Cuando era chico mis tíos me decían que me iban a atar las manos para que no me masturbara y eso me hace pensar que alguien pueda tratar de frenarse también de una manera forzada como es siendo pobre para no tener ganas. Es como si un jugador compulsivo no tiene dinero para apostar. Eso no cura nada, solo posterga.

Anónimo dijo...

Si fuera por todos los espermatozoides que yo tiré podría ser el padre de la humanidad entera. Pero el problema no fue mío sino de las que no me prestaron su alcancía para evitar mi derroche. jajaja

Anónimo dijo...

Si vale lo de espermatozoides-monedas, ¡soy millonario! jejeje