viernes, 23 de mayo de 2008

Malabaristas con fuego

Para muchas personas es lindo suponer que es posible tener muchas destrezas a la vez y ejercerlas todas con mucha eficiencia, pero eso no es así. A lo sumo podremos hacer una cosa bien. A veces ni siquiera eso.

Si un hombre pretende ser muy bueno en su profesión u oficio, tendrán que abandonar otras expectativas y no por eso habrá de ser tachado de mediocre. Una sola especialidad puede desempeñarse bien, dos pueden desempeñarse medio bien y cuando son tres mejor no mirar los resultados para evitarse la vergüenza ajena.

Ser madre es una profesión muy complicada. Que se viene haciendo desde hace tiempo es cierto. Que no se estudia en ninguna universidad de renombre, también es cierto. Que las cosas al final se arreglan de alguna manera, es probable.

La mujer que quiere trabajar, atender a sus hijos y ser una buena ama de casa, que se olvide de ser una profesional destacada. Si prefiere ser una profesional destacada, que se olvide de ser una buena madre y ama de casa. Una tarea bien hecha, es posible. Representar dos roles correctamente es poco posible.

Sería lindísimo poder decir que una excelente abogada puede ser una gran madre y ama de casa, pero nos estaríamos mintiendo: una de las cosas las hará mal en el mejor de los casos. Lo más probable es que haga las dos cosas mal.

La naturaleza parece injusta porque a la mujer le impone el rol de madre mientras que al hombre parecería ser que lo deja más libre. Es cierto, pero ¿cómo lo solucionamos?

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11 comentarios:

Anónimo dijo...

Me hizo recordar una expresión muy de mi ciudad: "Es capaz de atarse los zapatos corriendo".

Anónimo dijo...

Es que hoy en día no se puede una dedicarse a una sola cosa porque la vida está muy difícil. Ese habrá sido una posibilidad cuando las cosas eran más fáciles pero hoy tenemos que multiplicarnos. Claro que para no volvernos locas no podemos ser perfeccionistas.

Anónimo dijo...

Adhiero a una idea que anduvo en algún lugar de estos blogs donde se dice que nos hemos confabulado para achicar la población mundial. Es todo tan desastroso que cuando yo me casé pensé en tener por lo menos cinco hijos como mis padres. Hoy tengo una y me cuesta mucho salir adelante y me cuesta aún más salir de los pozos depresivos en que caigo cuando veo que no doy a basto y además me critican quienes más dicen que me quieren.

Anónimo dijo...

Ayer viernes me llamaron para ofrecerme otro trabajo zafral y no tuve más remedio que aceptarlo aunque parece que hay poco dinero y no me van a pagar mucho, pero un rato antes habíamos hecho las cuentas con mi esposa y vimos que no llegamos a pagar las cuentas más elementales y ya hechos achicado el presupuesto hasta niveles indignos. Aunque no pueda hacer los trabajos tan bien como yo pretendo, pero la realidad manda.

Anónimo dijo...

Mi terapeuta me sugirió la filosofía de que la serenidad ante los avatares de la existencia produce el increíble efecto de hacer más con menos. Él dice que la persona que luega zafar el círculo vicioso que caracteriza a quienes nos vivimos preocupando por la vida, están más tranquilas, rinden más, gastan menos, descansan mejor. Entran en un círculo virtuoso. Por ahora eso no puedo hacerlo. Estoy como metido en una máquina infernal que no parece detenerse nunca.

Anónimo dijo...

soy una oficina bípeda según palabras de mi padre. Llevo conmigo la compu, el teléfono móvil con mil funciones que pretendo usar. Muchos programas en la portable. Bases de datos, directorios completísimos. Voy, vengo, hablo mientras camino, busco mientras voy en un ascensor, lleno planillas en las antesalas de espera. ¿Quiénes son estas dos mujeres que me tratan con tanta familiaridad cuando llego a mi casa muy entrada la noche? ¿Estoy ganando o perdiendo?

Esto lo escribo mientras almuerzo en un shopping. ¡Mira tu lo que era ser adulto!

Anónimo dijo...

Llegué una vez más a este glob porque los agregué a mis Favoritos. Siempre tengo la esperanza de que alguien que parece saber tanto sobre psicología práctica me de una pauta de cómo redireccionar mi vida.

Quiero a mi marido pero me aburre. No lo puedo evitar. Los temas que él me cuenta son absolutamente triviales comparados con lo que me tiene acelerada todo el día.

No tengo tanta elasticidad como para pasar de discutir acaloradamente con un competidor que me está tratando de robar mis clientes a que tendríamos que comprar sábanas nuevas.

Juro que NO PUEDO.

Anónimo dijo...

me estoy enamorando de una colega por una cosa parecida a lo que cuenta ludovica. ¡Que coincidencia!

Anónimo dijo...

Ando paranoico y pienso que como hay demasiada gente, no hay grandes guerras ni tremendas epidemias, entonces vamos a empezar a reventar por exceso de estrés.

Estoy muy angustiado porque me parece que si sigo así, me queda poco tiempo.

Anónimo dijo...

Si mi vida no cambia en este verano que viene, voy a tener que tomar alguna decisión muy drástica. Le duela a quien le duela. Este malabarismo no es para mí. Tengo 39 años y estoy exigiéndome como si tuviera 20.

Anónimo dijo...

Ayer conocí a una persona increíble. Mi mejor amigo me convidó con medio Viagra y cuando volví a mi casa, con la cabeza llena de fantasías, imaginándome cosas que él me había dicho que pudo realizar gracias a esta droga, estaba mi compañera como todos los días, pero el que seguramente estaba diferente era yo. Nunca me había visto tan apasionado. Es como si ella se hubiera transformado pero a la persona que conocí es a mí mismo estimulado por el Viagra.

No sé si será cierto que no se pueden hacer dos cosas bien. Quizá hay que buscarle la vuelta. Yo creo habersela encontrado: Puedo trabajar muchas horas y luego ser además un buen amante de mi compañera. Nuestra relación ha girado 180º y esto agradecido a mi amigo, a la vida, a la suerte, al remedio, ¡soy otro!