sábado, 17 de mayo de 2008

Pobres pero abundantes

En el artículo Planeta chico, infierno grande publicado el jueves pasado hacía referencia a la teoría malthusiana sobre el desequilibrio esperado entre la cantidad de seres humanos y los recursos planetarios suficientes para alimentarlos.

Mencionaba también que algunos fenómenos sociales podrían estar provocados por la intuición de que debemos enlentecer la generación de nuevos ejemplares.

Además de mencionar hoy la conocida política de China de frenar sus índices demográficos como política de estado agrego que la pareja hace algo para ser inestable, menos reproductiva y más productiva.

La hipótesis que comparto con ustedes es que aún pensamos que entre el hombre y la mujer de la pareja debe existir un espíritu de cooperación. Sin embargo, hoy encontramos que más bien predomina la competencia.

Ambos luchan por tener el mismo tipo de protagonismo social y laboral, se miden recíprocamente por su capacidad para generar recursos materiales, por los éxitos académicos, laborales y empresariales.

Esto ha transformado a muchas parejas en dos amigos que compiten amablemente en contradicción con aquel modelo según el cual dos personas se apoyan mutuamente para tener hijos, alimentarlos, cuidarlos, ayudarlos a crecer.

Pero hay excepciones y estas se encuentran preferentemente entre las personas de menores ingresos —que además poseen escasa formación educativa—, donde aún continúa existiendo una alta tasa de natalidad.

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3 comentarios:

Anónimo dijo...

Malthus elaboró una teoría pesimista sobre el futuro del planeta. Para él habría que tomar medidas para que nazcan menos personas y seguramente que los sectores más afectados por esta restricción serían los más pobres, como siempre.

Anónimo dijo...

Con mi pareja vivimos juntos hace cuatro años y disfrutamos mucho de la vida, cada uno haciendo sus cosas, tenemos nuestras propias actividades y de vez en cuanto, generalmente después de hacer el amor, confrontamos nuestras realizaciones y es cierto que tenemos un cierto grado de sana competencia.

Anónimo dijo...

Nunca había escuchado esta hipótesis y me parece interesante. Claro está que explica una mínima parte de las pobrezas existentes, pero igual, me gustaría comentarlo con mis colegas.

Ud está haciendo un gran esfuerzo y me sentía un poco en deuda, por eso le hago este comentario para que ratifique que sus aportes no caen en el vacío.