En el artículo de ayer titulado El Yo olímpico decía que lo imposible de medir (como son ciertas características de la psiquis) son igualmente medidas mediante el recurso de establecer categorías.
Así tenemos al que logró mayor entrenamiento, al que pudo hacer mayor esfuerzo, al más dotado.
El nivel olímpico y la clase de los más ricos del mundo, están escasamente poblados. La gente excepcional es muy poca. Su rareza inspira más curiosidad que deseos de imitarla.
Todos los demás también nos incluimos en categorías por género, profesión, tenencia de auto, categoría de vivienda, edad, tipo de familia, etc.
Nadie queda fuera de alguna (o varias) categoría y nos complace que así suceda porque sentimos que nuestra identidad queda reforzada, podemos ser reconocidos y esto lo interpretaremos como un síntoma de inclusión social que, si no la tuviéramos, nos haría sentir muy angustiados.
A los efectos prácticos es muy conveniente tener en cuenta una consecuencia negativa de estas categorizaciones: es frecuente que alguien que pertenece a la categoría «mayor de 30 años» no quiera seguir estudiando porque de esta categoría se espera que no lo hagan; las que pertenecen a la categoría «madre de dos hijos pequeños» pueden considerar que no deberían trabajar fuera de la casa; si pertenecen a la categoría «mujer», no deberían estudiar para cardiocirujanas porque no conocen a ninguna mujer con esa profesión, etc.
En suma: Saber que pertenecemos a una cierta categoría puede imponernos todas las condiciones que supuestamente deben cumplirse aunque en realidad no sea obligatorio hacerlo.
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20 comentarios:
Mi padre dice que no estoy pronto aún para hacerme cargo de algunas cosas de su empresa. Para mí que me aplica el código de la categoría de mi edad porque otros están para diversiones ultra-light.
Los trabajadores después de los 40 ya no servimos.
La vida arranca todos los días a las 7 de la mañana. Todo de cero, sin antecedentes que tranquen.
Los médicos se creen dioses. Todos ellos.
La fama del colectivo es útil. Si uno está en un gremio mal visto, como es mi caso que trabajo en un taxi, no sirve de nada hacer las cosas bien que siempre te van a interpretar mal.
Al gremio de las mujeres nos creen menos de lo que merecemos.
Hazte fama y échate a dormir, dice muy bien el refrán.
Me acertó justo licenciado!! Tendría que hacer un curso de perfeccionamiento para poder competir y resulta que me molesta meterme entre gente mucho más joven que yo.
Es como decir que cada CLAN defiende su territorio y no quiere invitados por temor a perder su status.
Usted dice que puedo votar al Partido Nacional, aunque no use camisa escocesa y pelo peinado para atrás con gomina?!
Esta claro chuky ¿no te acordás que el Partido Colorado había incluído al Peluca? y si precisás más ejemplos ¿viste alguna vez a Astori tomando mate?
Se puede medir la atención pero no si uno es atento.
¿Cómo tenemos al más dotado? ¿Con lo que se puede medir o con lo que no?
El nivel olímpico y la clase de los más ricos se parecen a Uruguay.
Excepcionalmente la gente excepcional tiene un ego bien formado.
A los famosos nos gusta verlos en las revistas o por la internet. Cuánto más sepamos y más lejos estén, mejor.
En las categorías por género, pertenezco al terciopelo.
Desde que me di cuenta de lo maniobreros que son los bolches, me cuesta más sentirme incluída en la categoría marxista.
Mi caso es grave. Desde que pertenzco a la categoría "mayor de 3 años" no quiero seguir estudiando.
Soy la primera hembra padrilla.
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