viernes, 12 de marzo de 2010

¿Cuánto valgo para tí?

En mi estilo de exagerar un poco para mejorar la visibilidad de algunas ideas que no nos explican en la escuela, le propongo pensar que lo único que nos importa a los seres vivos (además de seguir vivos) es establecer un vínculo con por lo menos otra personas (si es con muchas, mejor).

Al menos una vez al día, nos preocupa saber cuánto valemos para los demás, cuánto nos tienen en cuenta, cuánto están dispuestas a hacer para conservar el vínculo que nos une.

Hay personas tan inseguras que se lo preguntan hasta al portero del edificio y hay otras —aún más inseguras que las anteriores— que dicen no preocuparse por esas tonterías.

Aún cuando alguien nos dice de mil formas que nos ama, la gravedad del asunto nos puede poner suspicaces, paranoicos, híper sensibles.

Una de las formas de manejar tanta ansiedad y angustia, es alterar los valores objetivos hasta que se conviertan en datos subjetivos.

Me explico: Cuando la realidad se presenta difícil de manejar, somos capaces de alterarla hasta que se convierta (imaginariamente) en tolerable.

Los mecanismos de defensa son un conjunto de estrategias psíquicas que usamos para transformar los hechos penosos en aceptables.

El dinero es un instrumento de medición groseramente objetivo.

Cuando un vínculo incluye cobrar dinero, la valoración que recibimos puede llegar a ser insoportable (porque necesitamos que nos paguen-valoren-amen más).

Si como respuesta a nuestra angustiada pregunta «¿Cuánto valgo para tí?» recibimos una cantidad de dinero muy pequeña, no podemos usar los mecanismos de defensa que nos permitan imaginar que somos muy valorados.

En suma: el dinero puede ser rechazado porque es capaz de valorizarnos con excesiva objetividad.

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13 comentarios:

Sandra39 dijo...

No entiendo; lo que obtenemos con el dinero son bienes y servicios, o sea alegrías, responsabilidades y problemas. Vendemos nuestro trabajo, no nos vendemos a nosotros mismos.

Luis16 dijo...

Cuando me valoran con objetividad siempre se quedan cortos.

Franco dijo...

Cuando amás a alguien quedás regalado; estás en las manos de la otra persona, tus emociones más fuertes dependeran de lo que haga.

Lucas dijo...

Las realidades difíciles de aceptar demoran en procesarse. Si las asimilaste muy rápido, lo más seguro es que te hayas autoengañado.

Mariana dijo...

No puedo concentrarme. Pienso mil cosas fragmentadas a la vez.
¿Cuánto valgo para mí?

Verónica dijo...

Mi psicóloga me cobraba muy poco, hasta que un día desapareció.

el dólar dijo...

Todos los días dan a conocer públicamente cuanto valgo para los demás.

Nico dijo...

Si no hacen nada para mantener el vínculo, o te van a dar el raje, o son unas copadas.

Soledad dijo...

Si alguien nos dice que nos ama pero con sus actos demuestra lo contrario, nos cuesta ver la realidad.

Valeria dijo...

Cuando alguien se casa por interés, el valor del jugoso candidato podría establecerlo su capital. Sin embargo cuando te casás por interés, el otro, desde el punto de vista afectivo, puede no valer nada para ti.

Mª Eugenia dijo...

Podría explicar por qué adjetiva al dinero como objetivo? Las veces que lo hizo en otros artículos, no lo entendí.

Danilo dijo...

Yo sigo sin entender el tema del dinero. Me gustaría que alguien inventara la posibilidad de vivir sin él.

Fernando Mieres dijo...

Hola Ma.Eugenia:

Lo que quiero decir con que el dinero es objetivo refiere a que es tangible y no es abstracto.

Sin embargo, si bien es objetiva la cantidad de dinero que alguien cobra por su trabajo (porque se puede contar), puede ser opinable la valoración (subjetiva) que se haga de ese trabajo.

El tema incluye una distinción que quizá yo no esté trasmitiendo claramente.

Quedo a tus órdenes.