Una entrevistada por el programa francés 6.000 millones de otros, decía —entre risas—, que el amor es como un huevo, porque:
— debe tomárselo con firmeza para que no se caiga y se pierda, pero a su vez
— no puede apretarse tanto como para romperlo.
Esto me sugirió dos ideas:
1º) La sabiduría popular puede pasar desapercibida porque no tiene valor comercial para las editoriales.
Si una idea no puede desarrollarse en un libro de por lo menos 150 carillas, se pierde. Nadie compraría una hoja en la que se dijera la genialidad más importante en la historia de la humanidad.
Entonces, esa idea queda en la cabeza de quien la pensó, en los parroquianos de un bar donde el pensador la dijo, o en un comentario de sobremesa, entreverada con algún rumor escandaloso, o en el diario de la autora, junto con lo más significativo del día: «qué le habrá pasado que hoy no me llamó».
En suma: se convierten en buenas ideas, en razonamientos maravillosos o en «la frase que le cambió el curso a la historia», sólo si pueden presentarse en formato libro para que una editorial gane dinero difundiéndolas.
2º) Es posible pensar que el amor es como un huevo y el dinero es como un huevo.
El razonamiento es bueno para ambos conceptos.
El dinero (el amor) no está mucho tiempo en manos desaprensivas que lo dejan caer, que lo malgastan. Manos torpes, flojas, descuidadas, irresponsables, ineptas, inmaduras, desatentas, desamoradas, indiferentes.
A su vez, el dinero (el amor) no funciona en manos avaras, que asfixian, que atesoran, que celan, que encierran.
El dinero sólo funciona cuando circula. Es una mercadería que guardada en un estante (caja fuerte) no cumple su rol específico.
El amor sólo funciona cuando proviene de un ser humano que desea libremente.
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9 comentarios:
Es como yo digo, hay que dejar fluir.
Ay! Si yo deseara libremente. Seguro estaría en la cárcel. Sin el pan y sin la torta.
A ud le gusta que el dinero circule porque le gusta circular en el amor.
El dinero y el amor tienen mucho que ver con un huevo. Cuesta un huevo tenerlos.
Esta idea del dinero y los huevos se remonta a tiempos antiguos. Tiempos en que los ogros que habitaban en la cima de las montañas, criaban gallinas con el fin de encontrar a la gallina de los huevos de oro.
"Tener un huevo es como parir un hijo", como decía el grupo argentino Les Luthiers. Y ya sabía Freud del vínculo entre los hijos, las heces y el dinero.
De estas consideraciones surge la pregunta: qué se debe cuidar, al huevo o a la gallina? Pregunta dilemática. Porque si la gallina está vieja más vale cuidar los huevos, pero si la gallina recién empezó a poner, hay que cuidar especialmente a la gallina.
Cuentan que un ogro desesperado por no quedar en el clearing, abrió furioso a la gallina, y no encontró nada. El huevo sólo era huevo cuando estaba afuera (cosa fácil de comprobar si ud pertenece al género másculino). Y se quedó sin la gallina. Encima parece que un sobrino con deudas de juego le robó los huevos. Todo porque el ogro timorato no se animó a invertir. No se daba cuenta de que su capital perdía valor si lo dejaba abajo del colchón? Es increíble la ignorancia de la gente que tiene un ojo solo, en el medio de la frente.
La sabiduría popular forma parte del sentido común?
Lo único que gana valor si deja de desarrollarse, es el árbol mutilado utilizando la técnica del bonsay.
Estoy de acuerdo respecto a lo que usted plantea sobre la difusión del saber. No sólo las ideas deben estar fundamentadas en miles de palabras, sino que además primero hay que hacerse conocer ante el público para que estas palabras adquieran valor.
Sé que debería atesorar y hacer circular al mismo tiempo. Justamente la mejor forma de atesorar el dinero es poníendolo en movimiento.
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