Algunas personas quizá sean pobres sin quererlo porque inconscientemente necesitan demostrar que no aman el dinero como los judíos.
«Nada es verdad ni es mentira: todo es según el color del cristal con que se mira».
No es posible tratar la relación que pueda existir entre el judaísmo y la riqueza en forma exhaustiva, perfecta, concluyente.
La pretensión es propia de perfeccionistas, que sólo harían algo después de leer y comprender todo lo que se haya publicado sobre el tema. Es decir: NUNCA.
Mi oferta es más modesta: les propongo sacar alguna conclusión ateniéndonos a creencias ampliamente compartidas.
Por lo tanto, no quiero convencer a nadie ni generar, con un artículo de 300 palabras, un antes y un después.
Voy al punto.
— Existe la creencia en que los judíos aman el dinero, el comercio, las finanzas y el lucro.
— Existe la creencia en que los judíos son personas interesadas, materialistas, egoístas.
— Existe la creencia en que los judíos sólo son solidarios entre ellos mismos y que prácticamente no han logrado integrarse al resto de la humanidad.
— Existe la sensación de que puede considerarse un gesto agresivo de parte de los judíos no festejar Noche Buena y Navidad ni adoptar nuestro calendario.
— Suponemos que hay muchos más cristianos que judíos.
— (Más genéricamente) suponemos que las mayorías tienen razón y que las minorías están equivocadas.
— Suponemos que los judíos fueron quienes mataron a Cristo.
— Los que podemos asegurar que somos “no-judíos”, tenemos una actitud ambivalente ante el genocidio que perpetraron los nazis pues estos también eran “no-judíos” igual que nosotros.
Hipótesis: una de las tantas causas por las que algunas personas sufren una pobreza económica indeseada, es que necesitan sentirse radicalmente no-judíos exhibiéndolo con un neurótico rechazo a lo que ellos (los judíos) toleran: el dinero.
Otras menciones de los conceptos «antisemitismo» y «judaísmo»:
El antisemitismo y el rechazo del dinero
El holocausto del dinero, el comercio y el lucro
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9 comentarios:
Es inútil querer demostrar que no se ama el dinero, nadie lo creería.
Muchos de sus artículos son mojones en la historia del pensamiento, Doc!!!
Cualquier cosa que lleve una etiqueta nos predispone a ver en esa cosa, lo que la etiqueta anuncia.
Hay que estar muy lleno de odio para tener una actitud ambivalente ante el genocidio de los nazis.
Cuando no encontramos un lugar propio, una forma de ser que nos identifique, la generamos por contraste, intentando diferenciarnos de quienes ¨odiamos¨. Pongo odiar entre comillas porque en general ese sentimiento no se presenta en forma pura, se mezcla hasta con el amor.
Muchas veces los hermanos generan identidad por contraste; también los jóvenes para romper con las generaciones anteriores.
Sí Javier, tremenda etiqueta nos han puesto a los judíos.
Los cristianos dicen que los judíos esperaban un guerrero que los liberara, y que por eso para ellos Jesús no es el Mesías.
Los judíos dicen que el Mesías terminaría con las guerras, y que por eso Jesús no es el Mesías.
Usted dice que primero está el rechazo a los judíos y después el rechazo al dinero. Yo creo que es al revés, primero el rechazo al dinero y por eso, en parte, el rechazo a los judíos.
Relación ambivalente, si las hay, es la relación con el dinero.
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