Es probable que la vida de algunos seres humanos dependa de
no ser ricos.
La verdad no está en los libros, ni en la
sabiduría popular, ni en los refranes, ni en la Biblia. Algunos nos preguntamos
si la verdad realmente existe y en caso de que la respuesta fuera afirmativa,
nos preguntamos si nuestro cerebro será capaz de encontrarla.
Se dice que el resto de los animales que
disponen de sensores específicos para captar los sonidos (oído), pueden
percibir vibraciones del aire en frecuencias que los humanos no podemos captar.
Me pregunto si la verdad no será algo que suponemos que existe pero que nuestro
cerebro tampoco puede captar.
Si desde hace miles de años los humanos
luchamos para que el reparto de la riqueza sea más equitativo, ¿no estará
ocurriendo que nuestro cerebro supone que existe una forma de repartirnos mejor
el planeta pero que, simultáneamente, no está en condiciones de captar cuál es
esa forma?
Quienes conviven con perros están
acostumbrados a que el animalito acomode sus orejas sin que podamos oír lo
mismo que él. Es probable que tengamos ante nuestra nariz la verdadera solución
para terminar con la pobreza y que no podamos verla porque somos incapaces de
reconocerla como «la
verdadera solución».
Uno de los
motivos por el que no podemos ver la solución es porque afectivamente sería una
especie de suicidio. No vemos la solución porque nuestro instinto de
conservación nos lo impide.
Estoy
pensando en lo siguiente:
Para muchas
personas es incontrolable su necesidad de rechazar a los ricos. No pueden dejar
de hacerlo. En algunos casos podríamos decir que «odian a los ricos», los
desprecian. En general los encontramos como partidarios de las ideologías de
izquierda.
En suma: para quien vivir depende de no ser rico,
sólo puede vivir no siéndolo.
(Este es el
Artículo Nº 1.559)
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15 comentarios:
Revolucionario su planteo. Nos lleva a repensar muchas cosas. Sé que usted no está justificando la pobreza, sino que por el contrario, hace años que viene pensando -con su propia cabeza- la manera de resolverla.
Creo que la pobreza nos ayuda cuando ser ricos nos generaría conflictos que no podríamos resolver. Asociamos la riqueza al pecado, la inmoralidad, la prepotencia, la explotación... No es que esas asociaciones sean del todo incorrectas, pero pienso que la realidad es más compleja de lo que parece.
Despreciamos, le quitamos precio y valor, a lo que no podemos alcanzar. Como la fábula de la zorra y las uvas.
Si la verdad es algo que nuestro cerebro no puede captar, la verdad es Dios.
La verdad es múltiple.
Soy de izquierda pero no odio a los ricos, sólo deseo, al igual que ud, un reparto más equitativo de la riqueza. Reconozco que seguimos sin encontrar la manera. Hay necesidades inconscientes en los pobres y en los ricos, a las que es muy difícil acceder.
Si nuestro instinto de conservación nos impide hallar la solución, tendríamos que respetarlo. El instinto de conservación es sabio.
NO, NO, NO!!!! No me conforma tu propuesta Norton. No podemos aceptar tanto dolor. Hay que buscar la forma. Hay que seguir buscando.
Carlos Fuentes, el escritor mexicano recientemente fallecido decía algo así como que la libertad no existe, pero nos hace libres buscarla. Yo creo en eso, y seguiré buscando.
Empezamos mal ya con el sólo hecho de repartirnos el planteta creando fronteras. Países que existen por intereses económicos que finalmente no se satisfacen.
Somos tan pequeños en el universo!!
¿Algún día seremos todos simplemente terrícolas?
Si la verdad es Dios, como dice Evangelina, entonces la verdad es inasible. Necesitamos apoyarnos en algo para ser operativos, para seguir logrando cambios.
Los profes son los que saben la verdad. Pregúntenles a ellos. Capaz que solucionan el tema de la pobreza.
Si la verdad fuera la suma de todas las verdades, sería una suma imposible. No podemos sumar la verdad de un perro, la de un humano, la de un águila, la de un árbol. Lo único que nos une a los seres vivos es que tenemos la vida e intentamos conservarla.
Si tomamos la palabra rico en su sentido metafórico, es decir, como abundancia vivenciada, rechazar a los ricos es rechazar la alegría y la paz.
Creo que la verdad nunca se agota. Una verdad es suplantada por otra. Los optimistas pensamos que la nueva verdad es más completa y ajustada que la anterior.
La verdad nunca se agota. Nosotros nos agotamos. Se nos acaba la pila. La buena noticia es que el ser humano es buscador. Otros seguirán buscando.
Felicito a Sandra39 que le entendió algo a Carlos Fuentes!!
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