Cuando alguien se queja sin motivo conocido, probablemente
quiera demostrar que no disfruta transgrediendo la prohibición del incesto.
Las personas que se quejan, realmente están
mal, aunque ellas mismas crean que lo hacen para engañar a los demás.
Esto es similar a lo que ocurre con quienes
padecen hipocondría (Afección caracterizada por una gran
sensibilidad, tristeza habitual con preocupación constante y angustiosa por la
salud. (1))
Quienes están preocupados por su salud, no son
personas que se sienten mal a pesar de estar sanas, son personas cuya
enfermedad consiste en sentirse mal (perder calidad de vida) porque la
preocupación, la angustia y el miedo los atormentan.
Claro que todas las enfermedades son en última
instancia psicosomáticas, porque si aceptamos la definición de que somos una
unidad indivisible, entonces cualquier afección estará comprometiendo las
funciones psíquicas y todas las demás.
Puede ocurrir que alguien tenga un
padecimiento tal que sufra entre sus síntomas el estar quejándose sólo cuando
otros lo oyen. El mismo enfermo es parte del auditorio.
¿A qué puede responder esta conducta quejosa,
plañidera, disgustada?
Una causa bastante frecuente es la de
demostrar que no se está pasando bien, que no se está disfrutando de la vida,
que la vida no es placentera.
Como mencioné en otro artículo (2) el deseo
inconsciente de practicar el incesto (también llamada en psicoanálisis la «conflictiva edípica»), es muy perturbador porque seguramente evoca también la radical
prohibición que existe en nuestra cultura.
El mito de Edipo cuenta que el protagonista,
cuando se enteró que estaba casado con su madre por error, solo atinó a
castigarse quitándose los ojos.
Las personas que se quejan con frecuencia
están atormentadas por poderosas fantasías incestuosas. Quejándose imaginan y
publicitan que no están disfrutando de la transgresión que tanto temen realizar
(practicar el incesto).
(Este es el
Artículo Nº 1.551)
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15 comentarios:
O sea que la queja tendría que ver con lamentarse por no poder practicar el incesto.
Creo que en la relación sexual, ya sea hetero u homosexual, se puede disfrutar la ilusión de que se está practicando el incesto. Incluso con ambos padres. En la pareja se puede condensar a ambos.
Quizás el bisexual sea quien tenga más posibilidades de transgredir la prohibición del incesto, aunque también considero, como Silvana, que en un hombre o en una mujer se puede condensar a ambos padres.
La visión de la realidad desde el psicoanálisis, propone que esta tiene varias capas. Está la capa que todos vemos, que es el espacio del cual todos hablamos. Luego vienen capas más profundas y determinantes de nuestras conductas, que pertenecen al nivel inconsciente. Las ignoramos sencillamente porque no podemos acceder a ellas.
Todo bien con el psicoanálisis, pero no deja de ser un conjunto de teorías.
Mi abuela es hipocondríaca y nos tiene hartos a todos. Sé que es una enfermedad, pero ella no quiere hacer ningún tipo de terapia, mucho menos analizarse, y no sabemos como ayudarla... ni como ayudarnos a nosotros mismos para que no nos moleste tanto.
De pronto la enfermedad de su abuela les molesta tanto porque algo de lo que le pasa a ella, también les pasa a uds.
No sé... la mayoría de nosotros no somos más quejosos de lo normal y casi ni pisamos el médico. De pronto podríamos parecernos si es cierto eso que dicen de que los extremos se tocan.
¿Por qué el quejoso necesita demostrar ante los otros que no está pasando bien?
Buena pregunta. Puede ser que tenga la esperanza de que alguien pueda ayudarlo a salir de su padecimiento. O también podría ser que se queje para que todos le digan ¨el quejoso¨ y adquirir una identidad que lo deje un poco más tranquilo.
Ahora entiendo, si se quejan se oyen a si mismos decir que la vida no es placentera, entonces se sienten tranquilos. Porque la vida sería placentera si practicaran el incesto.
La necesidad de demostrarle a los demás que no se está pasando bien, tiene que ver con obtener la aprobación social. Aunque a nadie le gustan las personas quejosas, el quejoso siente que está respondiendo adecuadamente al mandato social: está respetando el tabú del incesto.
También podría ser que el quejoso buscara, inconscientemente, alejar a los demás por el temor de vivir simbólicamente el incesto, en los vínculos que pudiera generar.
Pienso que Gastón tiene razón. El quejoso y el hipocondríaco terminan aislados porque nadie los banca. Ese aislamiento les ¨sirve¨ porque no pueden establecer vínculos profundos, donde el incesto aparecería camuflado.
No entiendo dónde está el problema. Al parecer la mayoría nos la ingeniamos para practicar el incesto de manera inconsciente. Así que todos felices.
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