Los trabajos de enfermería o de cajero, son igualmente desagradables para quienes solo ven al dinero como excremento.
El psicoanálisis se ha preocupado por el
dinero, pero muy poco.
Este «arte científico» también está alcanzado por la actitud de otras
profesiones liberales (abogacía, arquitectura, odontología), en las que, una
vez sí y otra también, vemos cómo los profesionales eluden hablar de asuntos de
dinero, sin dejar de cobrar por ello cifras exorbitantes por servicios que a
veces dejan mucho que desear.
Esta evitación del tema honorarios, costos, forma de cobro, llega al
punto de que le pagan a otra persona (una secretaria, por ejemplo), para que
sea ella la que maneja ese complejo (¿?) problema.
Al
mencionar a la secretaria, no puedo menos que recordar el trabajo que hace el
personal de enfermería en un hospital.
Mientras el
médico observa, diagnostica y elabora una estrategia terapéutica, quienes
realmente llevan adelante todo el trabajo de sanación pertenecen al personal de
enfermería.
Uno de los
trabajos del personal de enfermería consiste en mantener al enfermo en buenas
condiciones higiénicas respecto a los desechos que son propios de los humanos:
excrementos, sudoración, exfoliación.
Todos los
residuos humanos son despreciables para el resto de los humanos. Lo que sobra
del proceso digestivo (excrementos fecales, orín), son sustancias desagradables
hasta para el mismo que las produce.
La
manipulación profesional de estos materiales, paradójicamente es imprescindible
pero a la vez realizada por personas que no se prestigian por hacerlas.
Cuando
pagamos con dinero estamos entregando algo que, en ese momento despreciamos
tanto como nuestros excrementos. Si lo valoráramos, no lo entregaríamos. El
dinero entregado se asemeja bastante a los desechos digestivos.
Quizá para
muchas personas, el trabajo de enfermería o el de cajero de un banco, son
igualmente desagradables porque todo dinero-excremento lo es.
Otras
menciones del concepto «dinero-excremento»:
(Este es el
Artículo Nº 1.619)
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9 comentarios:
Entregar el excremento sólo es agradable para el niño que está aprendiendo a usar la pelela y la mamá que lo festeja.
Cuando tenemos que hacernos un fecatest, la verdad que es bastante desagradable.
El dinero sentido como excremento, parece horrible. Es un dinero-desecho. Hecho con lo que no sirve y se expulsa. Pagar a otro con algo que no sirve es una agresión. Cobrar por nuestro trabajo un desecho, es otra agresión más.
No entiendo cómo el dinero puede ser sentido como excremento, como desecho de nuestro cuerpo. Al dinero lo ganamos con nuestro trabajo, nuestro esfuerzo, nuestro tiempo. Deberíamos estar orgullosos de nuestro dinero y honrar el dinero que recibimos de otros.
Si se percibe el dinero como excremento, es difícil que los intercambios en la sociedad que nos tocó vivir sean sanos. Esos vínculos estarán contaminados, nuestro inconsciente nos dirá que están contaminados.
Trabajo como cajera en un supermercado. No sé si es que yo me persigo, pero la verdad es que percibo cierta hostilidad en la gente. Pocas veces me facilitan cambio, controlan la pantalla, a menudo me dicen que me equivoqué al darles el cambio cuando resulta que los equivocados fueron ellos. Encima en esos casos, son pocos los que se disculpan. Me quedé pensando lo que ud. dice en el artículo y la verdad es que puede ser que el dinero sea visto como cosa sucia y por lo tanto los que manipulamos todo el día dinero, somos unos mugrientos. Además al lado de la caja hay alcohol en gel, reforzando esa idea. Todo esto me hace sentir medio mal.
Los profesionales eluden hablar de asuntos de dinero porque creen que eso mancha el honor de su trabajo. Por eso hablan de cobrar ¨honorarios¨, para recordarnos que son honorables.
Para mí que quienes dejan el dinero en manos de su secretaria, lo hacen para ahorrarse el trabajo de defender lo que cobran y perseguir a los clientes que no pagan. Le dejan el trabajo ¨sucio¨ a otro de inferior categoría. Así lo sienten muchos de ellos aunque no lo confiesen.
Por lo que dice Marcia, es que los doctores le dejan a los enfermeros el trabajo sucio. POrque lo consideran de inferior categoría. Cuando en realidad el trabajo más fino y delicado, es el vínculo íntimo con el paciente. Con su cuerpo, su privacidad. Un buen enfermero sabe que es así. Otros creen lo mismo que cree el médico y se desquitan con el paciente. Por suerte me parece que son los menos.
El personal de enfermería se encarga de mantener al enfermo en condiciones dignas. Esto es esencial para que se cure.
Valoro el dinero que entrego. Es fruto de mi tiempo. Mi tiempo es mi vida.
Lo hago con gusto cuando satisfazgo mis necesidades o me auto-regalo algo.
Lo hago con gusto cuando considero que se me cobra un precio justo.
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