martes, 14 de agosto de 2012

Dinero y cuerpo humano



Dios nos castigó exigiéndonos (cobrándonos) sudor, es decir, una parte del cuerpo. Quizá el dinero simboliza «cuerpo humano».

El mercader de Venecia  es una obra de teatro del dramaturgo, poeta y actor inglés William Shakespeare (1564 - 1616).

En esta obra destaca un personaje: Shylock. Se trata de un judío cuya personalidad es una de las más complejas creadas por el famoso escritor.

De por sí los judíos son amados y perseguidos, a veces por las mismas personas en diferentes épocas, porque sus amigos se les convierten en enemigos o viceversa.

Esta condición quizá esté asociada a que tradicionalmente fueron expertos banqueros, capaces de crear enormes fortunas, hábiles en el manejo del dinero, tradicionales prestamistas y exitosos recuperadores de lo prestado.

En El mercader de Venecia, Shylock le presta dinero a Antonio, bajo la condición de que, si este no lo devuelve el día pactado, tendrá que entregarle a Shylock «media libra de carne» (de su propio cuerpo, extraida de alguna zona próxima al corazón).

La mala suerte de Antonio hizo que Shylock tuviera que gestionar el cobro de la extraña indemnización. Ante la resistencia del deudor a que su cuerpo fuera mutilado, se originó un juicio en el que alguien alegó a favor del deudor diciendo que, según el contrato, esa media libra de carne no podía contener sangre porque eso no había sido pactado.

Ante este argumento, el judío reclamante tuvo que dar por perdido el cobro exigido (la media libra de carne del cuerpo de Antonio).

Esta ficción, que ganó tanta fama, me recuerda otra que ganó más fama aún: El castigo de Dios de que el varón se ganara el pan con el sudor de su frente.

Dios nos castigó exigiéndonos (cobrándonos) sudor, es decir, una parte del cuerpo.

Quizá el dinero simboliza «cuerpo humano».

(Este es el Artículo Nº 1.639)

9 comentarios:

Natalia dijo...

A ver si entendí bien. Ud dice que como el dinero se gana con sudor (trabajo) el dinero puede ser simbolizado como parte de nuestro cuerpo.

Marcos dijo...

Esa parte del cuerpo que perdemos es muy real. El agua la recuperamos, los nutrientes también. Lo que no se puede es volver al cuerpo que teníamos en el momento anterior al desgaste. Dormir ayuda, pero hay un desgaste lento y contínuo que avanza.

Diana dijo...

Mejor habría sido que Shilock le cobrara en sangre, sudor y lágrimas, pero a Antonio le habría salido demasiado barato el préstamo.

Rosana dijo...

Todos hacemos pequeños y grandes sacrificios para sobrevivir. Y todos, de una manera u otra trabajamos. Hay que tener cuidado. El sacrificio no puede ser demasiado grande por demasiado tiempo. Ahí el cuerpo colapsa.

el gondolero dijo...

El Mercader de Venecia podría haber mandado a ahogar a Antonio en lugar de pedir algo tan complicado.

Lucas dijo...

Hay deudores que no tienen sangre en el cuerpo. No les corre sangre por las venas. Son gente fría que jamás se inmuta.

la gordis dijo...

Si la carne tampoco podía contener grasa... estoy salvada!!!

Gloria dijo...

La habilidad para recuperar lo prestado debería ser una especialización, una carrera aparte, un conjunto de saberes que ameriten un diploma.

Unknown dijo...

Entendí, discretamente, que ganar algo, está implícito el perder algo..en todo caso el término sudor (que se pierde por el trabajo de ganar algo)es casi un mito como el sacrificio.no?..Es decir, una actividad se gana cuando no se pierde, o en todo caso, se agradece lo que se recibe..pues ahí habría una comunión, no un algo a cambio..toy seguro que algo de eso es lo publicado del sudor..