Solo los más inteligentes, hábiles y capaces, tendrán
estrategias, técnicas y conductas eficaces para NO PAGAR.
Estoy en condiciones de asegurar que la mitad
de los vendedores de caramelos, se sentirían tan honrados con la preferencia,
que si un rey entrara a su comercio para hacerle una compra, no se la
cobrarían.
Con igual temeridad, diría que algo parecido
ocurriría con un ídolo deportivo, con un cantante popular, con Miss Universo y
con casi cualquier persona que fuera admirada por el vendedor de caramelos.
Por lo menos la mitad de los comerciantes
tendrían tal satisfacción de contar como cliente a un personaje famoso, que
estarían dispuestos a regalar su mercadería.
Esto no se enseña en la escuela, no suele
divulgarse en los entretenimientos televisivos, ni se incluye en los titulares
de los diarios, sin embargo ocurre y todos lo sabemos sin que nadie nos lo haya
dicho.
Existe la intuición, el conocimiento básico,
de que pagar es un demérito, es una carga indigna, es un claro indicador de que
no somos tan queridos.
Cuando recibimos un regalo sentimos alegría
porque esa intuición a la que acabo de aludir, nos está diciendo que inspiramos
amor, que somos «amables»,
que nos quieren desinteresadamente,
por ser como somos.
Entendamos
bien de qué estoy hablando!! El ser humano, que probablemente sea el animal que
más consume amor, aprobación y reconocimiento, repudia pagar lo que compra, lo que
consume, lo que debe.
Si esto es así, entonces solo los más
inteligentes, hábiles, adaptados y sinceros, tendrán estrategias, técnicas y
conductas eficaces para NO PAGAR.
En este grupo tenemos a quienes evaden
impuestos, a los morosos del sistema financiero, a quienes pagan bajos
salarios, a los insolventes, pobres e indigentes, a los becados, a los hijos
que no quieren trabajar.
¡Vaya, qué grupo heterogéneo!
(Este es el
Artículo Nº 1.637)
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9 comentarios:
Quienes tengan conocimiento de las técnicas más eficaces para no pagar, serán los menos inteligentes emocionalmente.
En un mundo donde casi todo se paga, no pagar es altamente castigado. Quien busca castigo no pagará.
Es fácil creer que uno no tiene por qué pagar. Que uno debería ser aceptado y querido sin dar nada a cambio. Eso fue lo primero que aprendimos con mamá. Si no salimos de esa etapa, seguiremos pensando igual.
Cuando un famoso consume en un restaurante, muchas veces no le quieren cobrar. El pago ha sido el honor de que esa persona tan valiosa haya elegido ese lugar para comer.
Si sucede eso que dice Selva es porque los dueños de los restaurantes tienen baja autoestima. En realidad sabemos que no les pasa sólo a los dueños de los restaurantes...
No estudiar es el equivalente a no trabajar si hablamos de un estudiante. Tantos muchachos no quieren estudiar, quizás por que no aceptan que el sistema exija condiciones. Continúan añorando el amor incondicional de la madre.
¿Con quién habría que ser sincero para tener conductas eficaces para no pagar? ¿Con los otros? ¿Con uno mismo?
Quizás Fernando se refiera a la sinceridad para con los propios deseos. O sea, que el deseo natural de todos sería no pagar. Si no lo hacemos es por estrategia, para no salir desfavorecidos. Si logramos hacerlo (no pagar) y además no perjudicarnos, entonces en verdad somos muy hábiles.
El padre de mi hijo siempre se las ingenia para no pagar. Creo que se considera inteligente. Más aún, creo que considera que siempre tiene razón. Aunque si piensa esto último... ¿será en verdad tan inteligente?
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