viernes, 11 de abril de 2008

Me llamo María Sinapellido

Durante el año 2007 dediqué cientos de horas a realizar una encuesta telefónica consultando sobre si alguien tenía una mascota con nombre y apellido. Finalmente los resultados obtenidos me informaron que uno de cada diez mil mascotas tiene apellido. Concretamente la que encontré es un perro de raza multimix que lo llaman Batuque Pastorino (como dato anecdótico les comento que no es éste el apellido de la familia humana a la que pertenece sino una sutil referencia a su opción urinaria).

Esta encuesta que hice trataba de identificar la cultura lingüística sobre los nombres y los apellidos. Llegué a una hipótesis primaria según la cual sólo los seres humanos se denominan con nombre y apellido porque se tiene la idea de que en nuestra especie es importante la pertenencia, el linaje, la ascendencia familiar mientras que en los objetos y los animales eso no es relevante.

Durante el año 2006 me sentí bastante perturbado por algo que venía registrando desde años anteriores pero sobre lo que no había prestado debida atención, a saber: Es abrumadora la mayoría de mujeres que cuando se les pregunta cómo se llaman sólo indican su nombre y muy rara vez mencionan su apellido.

Afinando más la observación, creo haber encontrado una correspondencia entre la ubicación social de la mujer y su hábito. En general las profesionales universitarias tienden a identificarse incluyendo el apellido; las mujeres casadas con hombres de apellidos prestigiosos suelen usarlo como propio. Pero repito, es una mayoría de mujeres la que se auto nomina por su nombre de pila y nada más.

Fusionando las observaciones del 2006 con el resultado de la encuesta del 2007, quedo autorizado a pensar (dejando los preconceptos, las conveniencias y lo «políticamente correcto» de lado), que las mujeres que sólo usan su nombre de pila sin mencionar algún apellido, están posicionándose en la categoría de cosa o mascota.

Esto no termina acá. Todavía queda mucha tela para cortar en este interesante tema, sobre todo teniendo en cuenta que las mujeres tienen una importancia fundamental en la formación psíquica de todos los ciudadanos. Por ejemplo, no es lo mismo ser el hijo de una mujer que el hijo de una cosa.

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15 comentarios:

Anónimo dijo...

No es más que una ingenua costumbre que no da para estar sacando tantas conclusiones. Es probable que ud reflexione sobre la sombra de una cucharacha que camina por la pared. Tiene la capacidad interpretativa exacerbada. Quizá necesite tomarse una licencia.

No pongo en duda ni su ciencia ni sus conocimientos, pero esta conclusión de que somos un objeto por no usar el apellido me parece un exceso.

No sé que pensarán otras chicas.

Anónimo dijo...

¡Muy buena esa de Batuque Pastorino! Me alegraste el día psicólogo.

Anónimo dijo...

No puedo dar nombres concretos pero donde yo vivo (Brazil), las mujeres importantes usan varios nombres y varios apellidos. Tienen un nombre "en dos tomos" como dicen acá.

Antes (mi madre, mi abuela)acostumbraban agregarse el apellido del marido, inclusive en los documentos, pero con la partícula "de": Maria Perez de Gonzalez por ejemplo. Sonaba a "propiedad de".

Anónimo dijo...

Los lituanos teníamos una costumbre algo diferente con el apellido de casada. Al apellido del esposo se le hacía una modificación que significaba en ella 'Señora de'. Por ejemplo la esposa del señor Katilius adoptaba el apellido Katiliene.

Todos pertenecemos a alguien, pero parece que las mujeres somos las únicas que podemos cambiar de dueño.

Anónimo dijo...

Todo se supone que tiene alguna razón aceptable. En los EEUU la mujer pierde su apellido para incorporar el de su esposo. A mi me suena como si ella más que casarse con él, fuera adoptada por él. Pero parece que a ellos les va bien. Fíjense la importancia y la capacidad que tiene Hillary y soporta que la llamen por el apellido de ese tonto que tiene como marido.

Anónimo dijo...

Es probable que yo sea un calentón y esto explique todo lo que me pasa, pero me recontracaliento cuando el tipo se entristece cuando se entera que va a ser padre de una nena. Y no lo disimula para nada, los amigos además le dan su pésame, aparece el consuelo de los demás que le dicen "lo importante es que sea sanita". Ahora no tanto, pero antes se le decía "chancleta" que para mí connota un calzado de muy baja calidad.

Probablemente tenga demasiado tiempo libre para pensar pavadas y si me consiguiera otro trabajo no me importaría nada lo que hagan los padres de las mujeres.

Si saben de algo, avisen.

Anónimo dijo...

Según parece los japoneses tuvieron mucho mambo con el apellido de las japonesas porque las que había llegado a tener un reconocimiento profesional con el suyo de solteras, no querían perderlo porque era como si a Coca-Cola tuvieran que ponerle Coca Gatorade. Al final parece que les atendieron la demanda y ahora pueden optar por usar o no el apellido del marido.

No fue un lío de polleras sino de kimonos, ja-ja-ja

Anónimo dijo...

No sé porqué hay ciertas mujeres que consideran fino llamarse fulana de ... y ahí ponen el apellido del marido. Aquí en Uruguay se ve entre mujeres de clase alta mayores de 60 años.
Me parece que estas mujeres dicen:"miren soy tan valiosa que fulano me compró para toda la vida"

Anónimo dijo...

Las mujeres y hombres pobres casi no usan el apellido, usan poco su nombre es más común el sobrenombre y además precedido del artículo la o el. Tal como dice el psicólogo estas personas se denominan a si mismas como cosas.
¿Se asumen pobres? ¿Se consideran por ese motivo de menor valor?

Anónimo dijo...

Cómo se usa el apellido es una cuestión de contexto, si estás viendo fútbol femenino no queda bien que grites:¡ Mariana Costa, no te la comas más!

Anónimo dijo...

Cuando nazca mi hijo a todo el mundo le va a quedar bien claro que es mi hijo y no sólo hijo de su padre, así que llevará siempre los dos apellidos, porque además no tiene sólo abuelo paterno, tiene abuelo materno también, ta claro!

Anónimo dijo...

Mi perro no tiene apellido pero tiene nombre famoso ¿puntúa igual? (se llama maradona)

Anónimo dijo...

Es muy importante que el hijo de una sepa de qué familias proviene, que conozca su árbol genealógico, la historia de las sucesivas generaciones, etc. Para esa tarea, considerando su vital importancia, hemos contratado a un jóven Licenciado en Historia para que se ocupe del tema porque nosotros decididamente no podemos descuidar los negocios familiares.

Anónimo dijo...

Mi madre siempre se firmó de mi padre. Mi abuelo dijo "pucha chancleta" cuando nació mi madre. Pero yo me rescaté. Porque por el lado de mi padre había unos diplomáticos que liberaron esclavos y por el lado de mi madre caudillos re-fuertes. Así que me siento hija de cosas muy importantes.

Anónimo dijo...

Eso del apellido es un elemento más para tener en cuenta pero no creo que sea el decisivo a la hora de autovalorarse una persona. Tómese unas vacaciones como veo que ya le han aconsejado.