lunes, 14 de abril de 2008

¡Qué trabajo tan desagradable!

Algunos trabajos son más feos que otros.

Para mí el trabajo más feo de todos es el de conducir un camión atmosférico o barométrica. Estos trabajadores vacían los pozos donde se acumulan los excrementos humanos de las casas que no acceden a la red cloacal pública.

Otro trabajo desagradable es el de basurero o recolector de residuos domiciliarios. En este caso, si bien es un trabajo relativamente saludable cuando tenemos en cuenta que muchas personas hacen el mismo ejercicio físico pero sólo para cumplir con un propósito aeróbico, en este caso —repito— el problema es más de prestigio social porque una mayoría piensa que es un trabajo sucio, poco digno, de baja categoría.

Pero si bien la categoría social que tenga una actividad no es lo que nos da de comer diariamente, tiene mucho peso en nuestra conformidad o disconformidad.

Seguramente las enfermeras cuentan con un prestigio social superior a los trabajadores de las barométricas o los recolectores de residuos domiciliarios, pero en la práctica tienen un contacto con la suciedad mucho más estrecho y continúo. La higiene de enfermos, de niños y ancianos las obliga a manipulaciones seguramente más asqueantes.

Pero ahora observo con sorpresa que muy pocos trabajadores tienen más prestigio social que los médicos y sin embargo están en permanente contacto con la enfermedad y con la muerte que, si lo evaluamos con independencia de criterio, es mucho más desagradable que operar una máquina que extrae excrementos de un pozo o que tirar en un contenedor la basura envuelta en bolsas de polietileno.

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21 comentarios:

Anónimo dijo...

Pensar que todavía se sueña con "m'ijo el dotor" y tiene razón son los que andan más cerca de la miseria humana, la enfermedad y la muerte. ¡Qué manera de querer a nuestros hijos!

Anónimo dijo...

Ser médico da mucho prestigio porque salvás vidas.
Bueno, es cierto que algunas las enviás a una vida mejor.
Pero la enseñanza es que para cruzar el arroyo de la mediocridad hay que tirarse al agua (para no decir entreverarse con la mierda)

Anónimo dijo...

Estaban demás esas series argentinas que le daban prestigio a los basureros o a los que venden caramelos en los ómnibus. Porque lo primero es la autoestima ¿no?

Anónimo dijo...

Soy universitaria pero me siento empleada de barométrica. Hoy estaba tan angustiada con esto de haber gastado la parte más productiva de mi vida sin haber logrado nada (porque tener un título universitario, le juro al que no lo tenga, que en sí no quiere decir nada, a lo sumo, que tenías facilidad para los libros)que tratando de sentirme mejor empecé a decirme a mi misma: "no es malo querer destacarse, en todo caso era malo para las monjas del colegio, sólo para ellas". Mientras me bañaba vi por el vidrio de la puerta del baño el reflejo del payaso de los Simpsons. Capaz que causa gracia pero aunque sabía que era una ilusión óptica y no una alucinación me asusté mucho. Después cuando miraba para el mismo lado veía la silueta de Eduardo Galeano. Por más que sea un tipo inofensivo yo seguía asustadísima. De pronto me avivé y me di cuenta que el vapor cerca de la luz generaba esa imágen que se reflejaba como una nube a través del vidrio.
Para qué los pudro con esto. No sé. ¿Quién los obligó a leer?

Anónimo dijo...

Conducir el camión está bueno ...
y de ahí no me muevo!

Anónimo dijo...

Mire Licenciado soy una hermosa jóven (me educaron en la sinceridad y no en la falsa modestia), preparada, ambiciosa, fuerte psicológicamente e inteligente. Hace dos años que ando con mi currícula por medio país y no consigo trabajo. Me citan a entrevistas interminables una, dos, diez veces y nunca pasa nada. A lo sumo "me devuelven" que no tengo el perfil. Si yo no tengo el perfil me gustaría saber quién lo tiene.

Anónimo dijo...

Cleo, con esa sobervia no llegás a ningún lado. Está bien que sos jóven y te llevás el mundo por delante. Eso los adultos lo entendemos pero no lo valoramos.
Ahora me hiciste pensar que es un error no valorar esa actitud. Es difícil de encontrar y la necesitamos. Pero de todos modos, mija, un poquito de humildad (no de la falsa) denota conocimiento.

Anónimo dijo...

A mi no me consuela que Ud.diga que los médicos, tan valorados socialmente, andan con la basura más triste. Es más me pone peor. Con suerte si termino el Ciclo Básico para que los viejos me dejen de romper las bolas!

Anónimo dijo...

"Bolsas de polietileno" suena a muy pulcro, pero le recuerdo que como dice Alejandro Dolina, las amas de casa también somos seres humanos y no es justo tener 5 bolsas de basura en una cocina de 2X2 donde tenés que cocinar para 6. Además le voy a decir la verdad, no soy siquiera el ama de casa, soy la cocinera ¡pero cuando los patrones salen les robo internet! Ni cuenta se dan mire. Nunca me habría desahogado de esta manera en su fino blog, si no fuera porque la foto del camión me hizo acordar al cachito, mi primer novio... pavadas. Chau.

Anónimo dijo...

A mi me tiene sin cuidado la categoría social del trabajo. Me importa la paga. La distancia del laburo al trabajo, las condiciones del laburo, la cantidad de horas. Bueno ahora que releo en realidad me importan varias cosas, pero no la categoría.

Anónimo dijo...

La categoría de un trabajo importa, más allá de lo que ganes, porque según la categoría de tu laburo es cómo te van a mirar los demás, el lugar que te van a dar. Y eso te afecta.

Anónimo dijo...

Yo con eso de la categoría del laburo no me quemo la cabeza. Que esté bien pago, lo justo. Después la categoría te la da la pilcha.

Anónimo dijo...

Andrés sos un ingenuo si te pensás que con la ropa vas a engañar a las chetas. La clase se huele, pibe.

Anónimo dijo...

¡Qué les pasa! Parece que estamos muy preocupados por la clase y la categoría.
Qué se le va a hacer. Yo también!

Anónimo dijo...

No sabía que a los camiones de las barométricas se les llamaba camiones atmosféricos. Parece broma, ni que los camiones levitaran.

Anónimo dijo...

Es feo eso de no acceder a la red cloacal pública. Te discriminan como si tu caca fuese peor, como si tu caca no pudiese juntarse con otras cacas del barrio y morir en altamar. Te condenan a que tu caca sea absorvida por una manguera larga, gruesa y maloliente que te limpia a cambio de violar las profundidades de tu hogar, de tu tierra, tu jardín, tu enano de jardín, que termina... salpicado.

Anónimo dijo...

Si quieren ver una documental sobre lo que es romperse el culo trabajando, no dejen de ver la peli El diablo viste a la moda. Ahí van a enterarse en forma novelada sobre lo que es matarse por un trabajo. A los que les gusta el cine, también se puede disfrutar de una actuación más de Meryl Streep (que está a la altura de sus antecedentes) y el postre, la frutilla en la torta, la carita de Anne Hathaway (sólo la carita y los senos, lo demás es regular).

(Este blog da para meter cualquier tipo de tema. ja-ja)

Anónimo dijo...

Cuando aparece la sangre, desaparezco yo. El prestigio quizá me importe algún día porque veo a mi madre que vive preocupada por el qué dirán, pero sangre nada. Mis padres querían que estudiara medicina, después se conformaban con enfermería. Estaban sordos. No entendían que yo con sangre nada.

Anónimo dijo...

Para mí no habría trabajo más lindo que atender un ciber. Siempre voy a uno y la chica que lo atiende se lo pasa hablando por teléfono con las amigas y nos atiende por señas. Es más que fácil, manejan todo desde una compu y la gente entra, se sienta, paga, se va, todo muy fácil y siempre hablando con los amigos.

Anónimo dijo...

Imagínese un camión atmosférico que vacíe los pozos donde estos se acumulan. Un montón nos quedamos sin laburo: psicólogos, psiquiatras, División Tránsito y Transporte Espiritual.

Anónimo dijo...

¡Por favor Licenciado! Ni se le ocurra mencionar en un mismo texto a médicos y enfermeras, aplicando además en dicho texto la palabra "prestigio". Entre las mujeres de estas dos profesiones hay mucho desentendimiento por el tema del prestigio y entre las mujeres y los hombres de estas dos profesiones hay demasiado entendimiento ¿me capta?