martes, 1 de abril de 2008

Te mataré porque me odio

La envidia es un tema reiterado por mí porque es para las personas un yacimiento energético tan importante como el petróleo para la humanidad. Por ella se hacen grandes cosas (buenas, regulares y malas).

La potencia generadora de energía que produce no es tan evidente como sucede con los hidrocarburos pero podemos esbozar algunas hipótesis que, a falta de verdades incuestionables, pueden ser útiles para orientar hasta cierto punto nuestras acciones.

Uno de los motivos por los que la envidia es tan energizante es porque el deseo de poseer lo que el otro ya tiene, nos predispone al combate por conquistarlo por el medio que sea pero también —y acá la novedad que incorpora este artículo— por la furia que nos causa ser tan incapaces de no haberlo conseguido antes, con menor esfuerzo y riesgo.

O sea que parte de la energía que produce la envida corresponde al rubro auto-crítica. El dolor que nos provocamos al acusarnos de incompetencia, falta de suerte, indolencia y vaya uno a saber cuantas flagelaciones más, terminamos socializándolas entre quienes nos rodean, con especial dedicación a quien posee el cuestionable privilegio de ser quien nos provoca tal sentimiento.

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14 comentarios:

Anónimo dijo...

Con mi esposa tuvimos una agria discusión cuando el esposo de su hermana (¿por qué no digo mi cuñado?) cambió el auto endeudándose en no quiero ni pensar cuantas cuotas. No se preocuparon de que ella está esperando un bebé y que la empresa donde trabajan a veces paga los sueldos con atraso.
Si acá hay envidia, (que para mí sí la hay), está provocando fenómenos inconvenientes. Por eso hasta ahora no he encontrado ejemplos creíbles de lo que se pudiera llamar "envidia buena".

Anónimo dijo...

Ac� hay algo que habr�a que aclarar. Cuando una ve que otro pudo hacer algo que a�n no hemos hecho, lo que sucede es que una se da cuenta de que eso era posible. En este caso no podr�a llamarse envidia sino que una recibe la informaci�n de que algo que parec�a imposible en realidad puede hacerse. El otro no es envidiado sino copiado.

Anónimo dijo...

El tema que se incorpora acá sobre la autoagresividad me esclarece un poco más todo lo que se viene escribiendo sobre la envidia.

En mi país (Argentina)se nos enseña a esforzarnos mostrándonos de muchas maneras cómo los mejores de la clase son mejores, superiores, y sobre todo, receptores de más amor que los que vamos rezagados.

Las calificaciones fueron un martirio durante todo mi etapa estudiantil. Para mí las calificaciones equivalían a amor de la maestra o de los profesores.

Las calificaciones me estimularon o me torturaron. No sé discernir si fue una cosa o la otra. Las bestialidades que hicieron los gobiernos militares con los adultos quizá fueron parecidas a las presiones psicológicas que ejercen los educadores sobre los niños.

Ya sé que nadie lo ve de este modo, pero no se apuren tanto a descalificarme.

Anónimo dijo...

No estoy muy segura sobre el valor que tienen las personas con una fuerte autocrítica.

Estoy acostumbrada a escuchar que ellos/ellas tienen más derecho a ser exigentes con los demás porque primero lo son consigomismos/as.

He padecido a un par de personas con este derecho autogenerado y me han hecho la vida imposible.

Ahora pienso que el asunto tiene una génesis inversas: Las personas muy agresivas, que les encanta meterse en la vida de los demás, cuando empiezan a recibir la lógica sanción social, no encontraron nada mejor que hacer como que son muy autocríticos para no abandonar el vicio de ser agresivas.

Anónimo dijo...

�Y a cu�nto est� el barril de envidia? ja-ja

Anónimo dijo...

No sé si alguna vez lo leí o lo inventé yo sola, pero para mí que la envida y los celos son primos hermanos.

Anónimo dijo...

Cuando se dice que gracias a la envidia se hacen grandes cosas (buenas, regulares y malas)pienso que en muchas cosas las personas nos cerramos a una determinada calificación y no podemos admitir que tb existen otras alternativas. Alguien acá dice que los celos y la envidia son parientes y pienso que los celos tb pueden ser buenos, regulares y malos. Lo que me parece que sí está mal es pensar que las cosas pueden ser buenas o malas pero no ambas al mismo tiempo aunque por diferentes motivos.

Mi cro es alguien que tiene luces y sobras, pero en mi familia es una mala persona. En realidad son mis parientes los que me quitan calidad de vida con su actitud tan incapaz de ver lo bueno y lo malo que hay una persona.

Anónimo dijo...

Cuando copiamos a alguien que envidiamos estamos en paz. La envidia me parece que surge cuando tenemos que admitir que no somos capaces de copiar o de hacer otra cosa de igual o mayor valor, o no tuvimos la suerte, o alguna desgracia lo impidió ¡tantas cosas pueden pasar para que terminemos envidiando!

Anónimo dijo...

Una persona que se respeta a si misma no puede envidiar. Si te respetás vas a seguir tu particular forma de ser. Eso incluye conocer y aceptar tus tiempos, limitaciones, características. Entonces una persona ocupada en ser auténtica para no autoengañarse, mira con curiosidad para el costado, no con envidia.

Anónimo dijo...

No se me ocurre qué puede ser la envidia buena. Porque una cosa es la energía que pueda generar la envidia, que de pronto te lleva a lograr buenas cosas y otra la envidia en sí.
La envidia es un mal sentimiento porque nos llena de amargura.
Capaz que a lo que le llaman envidia buena es al reconocimiento ¿pero para qué usar una palabra que no corresponde? Reconocimiento, admiración ¡qué es eso de envidia buena!

Anónimo dijo...

Según mi parecer la envidia siempre lleva a cosas malas. Si te la comés te cae pesada y si la escupís, depende de quién seas; algunos pueden llegar a cualquier cosa.

Anónimo dijo...

me interesa preguntarle a César por qué el que cambio el auto fue su cuñado. si son marido y mujer yo diría que la pareja cambió el auto.
además te da para discutir con tu esposa por lo que hace su hermana con tu cuñado ¡qué enfermo!
está bien que vas a tener un sobrino, pero que tiene que ver el futuro vínculo con tu sobrino y el manejo del dinero que tengan sus padres?

Anónimo dijo...

Es totalmente natural que sintamos envidia. Los mejores tienen un montón de beneficios que no tienen los mediocres. Entre otras cosas son visibles.

Anónimo dijo...

Lo que dijo Pablo me hace pensar que la famosa "envidia del pene" de la que habla Freud, tiene que ver con que el pene se ve y el clítoris o la vagina, para que se vean hay que mostrarlos. Por eso a nosotras todo nos cuesta más trabajo.
Además ahí tenés un motivo de por qué nos exibimos tanto.