sábado, 21 de junio de 2008

Vendo chupete usado de gran valor (afectivo)

El trueque parece muy sencillo pero tiene sus complicaciones.

¿Cuántos sacos bien tejidos con lana gruesa, de colores vistosos correspondería entregar a cambio de una cabra que tendrá entre uno y tres años, que parece estar sana, que puede llegar a dar mucha leche por el tamaño de las ubres? Para mí que con tres estaría bien pagada pero el dueño de la cabra no sé qué se cree que me está pidiendo cinco. ¿Cómo se ve que él no conoce el trabajo que da construir cada uno de estos sacos?

Esta transacción puede llevar entre dos minutos y seis horas, dependiendo de la convicción de los negociadores, de la necesidad que tengan de lo que intentan comprar, de cuánta práctica tengan en intercambiar este tipo de bienes o de cuánto se hayan informado sobre los acuerdos logrados en la comarca por otros dueños de sacos y cabras.

En algún momento alguien inventó el dinero. Lo imagino con mucho tiempo disponible para pensar (es decir, que no tenía nada mejor para hacer), ansioso (o sea nervioso, intolerante, malhumorado, irritable) y con un poco de inventiva. En general los grandes inventos fueron logrados por personas poseedoras de un perfil así aunque después los biógrafos suavizan estas aristas. De hecho, los inventos que vinieron a facilitarle el trabajo al ser humano fueron creados por personas que no quería trabajar (vagos).

El dinero es un documento con un valor arbitrario pero digno de confianza. Se pueden lograr con él casi cualquier importe que uno imagine, es relativamente fácil de trasladar (aunque es muy robable y esto encarece su desplazamiento), no se estropea con el tiempo (la cabra envejece y los sacos pueden apolillarse).

Todos comprendemos que hablar de nuestra sexualidad nos dé vergüenza pero sigue siendo un misterio porqué sentimos pudor ante los temas de dinero.

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14 comentarios:

Anónimo dijo...

En Córdoba tenemos ahora 3º y me vendría bien uno de esos sacos, rojo y negro si tuviera. No tengo cabra pero yo podría hacer de cabra porque tengo buenas ubres. Acabo de leer el relato del otro blog y quedé muy 'humeda'.

Anónimo dijo...

Fui a leerlo y ahora me doy cuenta por qué estás así a estas horas tan tempranas. jajaja Lamento no poder acompañarte porque mi PC es tan fría si vieras...

Te mando un beso a tí y otro a la húmeda.

Anónimo dijo...

Soy muy poco trabajador y me doy cuenta cómo me vuela la imaginación para igualar las performances de los que viven trabajando. Mi placer sería demostrarles que no hace falta gastar tanta energía física cuando se tienen la neuronas suficientes.

Anónimo dijo...

El dinero es una cosa diabólica. En este momento mi padre está falleciendo según el médico y mis hermanos ya están sacando el tema de qué haremos con la casa y el depósito. Ya hay uno que adelantó que él tiene mucha urgencia y que sería justo que le diéramos una parte mayor. Todo esto es horrible.

Anónimo dijo...

No sé como se las arreglan los cubanos pero me parece que no están tan mal. Quizá tener dinero sea una equivocación.

Anónimo dijo...

Es cierto que nadie quiere decir cuánto desea tener mucho dinero porque parece peor a decir cuanto se desea ser una puta digna.

Anónimo dijo...

Me parece que el sexo se puede hacer por amor o no, pero cuando uno anda con el dinero siempre lo hace por interés material, no hay como disimular las intenciones.

Anónimo dijo...

Yo imagino muchos importes, pero todos los meses creo los mismos.

Anónimo dijo...

Me parece que nos da vergüenza y somos muy hipócritas cuando hablamos de dinero, porque el dinero pone al desnudo nuestra carencia y nuestra necesidad (cuando hablamos de obtenerlo) o nuestros límites (cuando usamos el que podemos para cubrir esas necesidades)

Anónimo dijo...

Lo triste del dinero es que le da vergüenza al que tiene poco y al que tiene demás.

Anónimo dijo...

Si me dedicara al trueque probablemente conseguiría todo lo que preciso pero haría muy malos negocios.

Anónimo dijo...

Se ofrece señora para desplazar dinero. Discreción absoluta.

Anónimo dijo...

Los domingos cuando nos reunimos en familia hablamos de sexo, política, droga, religión, pero nuestra máxima es no tocar temas de dinero.

Anónimo dijo...

Mi marido es inventor y se pasa trabajando, es un creador, no acepto que lo llame vago.