En el artículo titulado Palabra de honor les comentaba que la sinceridad se convirtió en una especie de marca registrada de los nobles y caballeros, es decir, de la clase social más privilegiada, con más poder, más dinero, mayor educación.
Las expresiones claves son:
Palabra de honor: Es lo que dice alguien que tiene honor y que merece ser creído sin vacilación.
Persona de palabra: Es aquella de la que se puede creer todo lo que dice. Es alguien que posee sinceridad garantizada.
Concesión bajo palabra: Es el acto por el cual se confía en lo que promete quien se considera honorable. Por ejemplo: libertad bajo palabra es la que concede un instituto carcelario a quien promete no transgredir la ley.
Se diría que el instituto de la palabra de honor fue creado para mejorar la convivencia porque la mentira aporta una incertidumbre que impide la solidez de los vínculos.
Como decía en el artículo mencionado, los propios nobles y caballeros inventores de este concepto, tomaron la precaución de dejar bien en claro que el mérito de tener palabra de honor sólo correspondía a quienes tuvieran la valentía de poder decir siempre la verdad.
También aclararon que las clases menos pudientes (los pobres, lacayos, la plebe) no podían tener palabra de honor porque para poder subsistir con sus precarios recursos personales, no tenían más remedio que mentir.
Este razonamiento es muy popular porque casi todo el mundo piensa que la sinceridad es menos rentable que la actitud mendaz (mentir).
Una vez perfeccionada toda esta ideología e instalado el prejuicio de que los nobles y caballeros son sinceros, vino la etapa en la cual se buscó sumar las ventajas de ser creíble y las de hacer negocios mintiendo.
Entonces se creó el marketing.
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10 comentarios:
Proponerse ser creíble sabiendo que se miente, destruye la integridad de la persona.
Se pueden hacer negocios sin faltar a la verdad.
En las tres expresiones clave que menciona, aparece el vocablo "palabra".
Se dice que nuestro lenguaje elaborado es lo que nos distingue del resto de los animales.
La palabra nos adjudica el honor de ser humanos.
Supongo que hoy, la verdad y la mentira no son patrimonio particular de ninguna clase en especial.
Cuando se está en la cuerda floja no se puede vacilar.
En las situaciones límite, necesitamos la verdad.
Es imposible no mentir. Al primero que le mentimos es a nosotros mismos; y con las mejores intenciones.
Si el vínculo entre dos personas es como el hierro fundido, seguro que se quiebra.
Creo que nunca sabré hasta que punto me he mentido...
No entendí la ilustración. Cómo que vendiendo 1 la 2 es gratis? Esperaba que dijese que comprando 1 la 2 es gratis.
En el Instituto "Palabra de honor" te dan título nobiliario y luego podés hacer un posgrado en marketing.
Los caballeros serán sinceros, pero más sinceros deben ser sus caballos.
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