sábado, 28 de mayo de 2011

La clase media genera ansiedad

Para quienes no toleran la ambivalencia, la inseguridad, la falta de definición, es posible que tampoco sea admisible la clase media (porque no son ni ricos ni pobres), por lo cual huyen de esa posibilidad, generalmente hacia la pobreza.

Ciertas formas de pensar requieren la utilización de conceptos radicalmente opuestos para poder funcionar.

Esos «cerebros» tienen dificultades con los estímulos imprecisos. Cuando se enfrentan a situaciones que podrían ser calificadas como «ni una cosa ni la otra», entonces la máquina de pensar (el cerebro, la mente) comienza a fallar, provocándole a su titular (el dueño de esa cabeza) un malestar tan importante que automáticamente trata de evitarlo por miedo, fobia, horror.

Hace meses (1) les contaba que en un laboratorio condicionaron a unos perros para que asociaran la exhibición de una elipse (círculo aplastado) con la llegada de comida.

Los animalitos comenzaban a segregar saliva y jugos gástricos tan sólo se les mostraba una elipse.

Cuando ya se habían acostumbrado a recibir la comida anunciada por la elipse, comenzaron a desaplastarla para que se pareciera a un círculo, provocándoles un estado de ansiedad primero y gastritis después de un tiempo, porque la falta de claridad en el estímulo (círculo o elipse), los alteraba a ese extremo.

Podemos decir que esa necesidad imperiosa de nitidez, de claridad, de certeza, ahuyenta a muchas personas de la clase media en la que sus integrantes no son ni ricos ni pobres.

La realidad material indica que para huir de la clase media resulta más fácil empobrecer que enriquecer, aunque lo ideal para todos sería esto último.

Hasta podríamos pensar que quienes huyen de la clase media hacia la pobreza, sistemáticamente participan en juegos de azar con la esperanza de que un golpe de suerte los ubique donde realmente prefieren (en la riqueza extrema).

(1) La neurosis canina

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10 comentarios:

Melanie dijo...

Ni sí, ni no.
Ni blanco ni negro.
Así es la cosa, de modo que HÁGAME EL FAVOR DE ABANDONAR ESA POSTURA ESQUIZOIDE!

Hugo dijo...

"O estás de mi lado o te vas"; así comienzan muchas discusiones de pareja.

Florencia dijo...

Es increíble el resultado del experimento que ud describe.
Si nos pareceremos a los perros...
tenemos un psiquismo casi tan complejo como el de ellos.

Jorge dijo...

Lo que sí le sigo sosteniendo es que las cuentas claras conservan la amistad.
Por eso, porque no podemos lidiar con las ambigüedades.

Rolando dijo...

Estar en el medio de la clase media te da miedo de medir para la baja.

Canducha dijo...

Lo que sucede es que si sos clase media fluctuás entre el temor de empobrecerte y la esperanza de enriquecer. Estás como con hormigas en la cola. No tenés paz.

Sociedad Protectora de Animales dijo...

Y no habrá ningún experimento que se pueda hacer a partir de nuestra saliva?

Rubén dijo...

Los de la Sociedad Protectora esa, que no se olviden que también nos tienen que proteger a nosotros. Nos discriminan por ser más animales; eso no es justo.

Renata dijo...

Cuando por distintos motivos tenemos dificultad para organizar nuestros pensamientos, conviene que los estímulos sean precisos. Así debería ser cuando se le pide algo a un niño pequeño, a una persona que está nerviosa, o a un ser humano que padece algún tipo de desorden mental.

Beatriz dijo...

Soy profesora de idiomas; en esta área existe un concepto que se relaciona con lo mencionado aquí: TOLERANCIA A LA AMBIGÜEDAD. Las personas con mayor tolerancia a la ambigüedad consiguen aprender más rápido un idioma porque aprenden a convivir con hipótesis provisorias acerca de la lengua, así como manejar el aspecto cultural moviéndose mejor entre lo conocido y la alteridad.