jueves, 26 de mayo de 2011

Los animales se parecen a los especialistas

Los seres humanos obtenemos los mejores resultados estudiando lo que nos interesa en cada momento.

Según dicen personas generalmente bien informadas, el ser humano es el animal que mejor se adapta a los diferentes climas.

Podemos aceptar esta idea en tanto no aparecen otros seres conocidos que vivan en lugares tan dispares como nosotros.

Aunque suene paradojal, nuestra vulnerabilidad funciona como ventaja porque está remediada por una mayor inteligencia para compensarnos, para conseguir lo que necesitamos.

Otros seres más perfectos, mejor evolucionados, han perdido flexibilidad, mutabilidad, agilidad para cambiar adaptativamente.

Dicho de otro modo, los seres más incompletos podemos reacomodar nuestras funcionalidades precisamente porque están naturalmente incompletas y desorganizadas.

Por ejemplo, los demás animales requieren muy poca educación para volverse autosustentables. Los humanos estamos décadas estudiando y practicando para llegar a resultados bastante pobres.

Sin embargo, este defecto beneficioso (ser incompletos pero flexibles) está entorpecido por nuestra cultura que en su afán de optimizar algunos resultados —fundamentalmente económicos—, nos impone rigideces para convertirnos en mejores animales aunque eso estropee nuestro defecto beneficioso.

Pondré un ejemplo para ser más claro.

En casi todos los países la educación básica es la misma para todos los ciudadanos y a medida que el niño o el joven avanzan en su estudio, cada vez reciben formación más y más especializada. Cada vez saben menos de todo y mucho de un pequeño tema (abogado laboral, ingeniero en sistemas, neurólogo).

Sin embargo, usted y yo podemos gestionarnos un estudio mejor alineado con nuestros intereses coyunturales.

Las universidades son como un tubo: una puerta de entrada y una puerta de salida.

Si la imaginamos como una galería, con muchas entradas y salidas, podremos capacitarnos en lo que más nos interesa, logrando una educación hecha exactamente a nuestra medida.

Las especializaciones producen «animales» más perfectos pero inflexibles.

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7 comentarios:

Marina dijo...

Ésa casa! La de la foto. Esa es la casa que yo quería.

Mirna dijo...

Estoy de acuerdo y no tengo ninguna duda, de que se aprende más, con mayor profundidad y alegría, cuando se estudia lo que a uno le interesa. Hubo una escuela que siguió ese criterio filosófico, (no sé si aún existe) pero la experiencia no se extendió porque -según creo yo- aún necesitamos formar a las personas para controlarlas dentro de los parámetros sociales establecidos. Nos resulta tan difícil gobernar y ser gobernados! Y no nos es posible imaginarnos sin un gobierno. Incluso la mayoría de los anarquistas pensaban a la sociedad ideal como una sociedad fuertemente organizada en pequeñas comunidades. Pero soy optimista, creo que en el ensayo y en el error, como lo hemos hecho siempre, vamos avanzando.

Jacinto dijo...

Claro, tiene que ser como una galería con muchas entradas y salidas. En eso se han hecho efuerzos pero aquí en Uruguay seguimos atrasadísimos. El sistema de reválidas no está bien estructurado.

Filisbino dijo...

La universidad es como un tubo. Antes de entrar el estudiante tuvo mayor flexibilidad.
Después de salir tuvo que lidiar con su deformación profesional.

Zuleika dijo...

Las bacterias, los virus, los microbios, andan sueltos por todo el planeta! Pero la verdad es que no sé si podemos considerarlos seres. Le digo esto de las bacterias, por pelearlo nada más.

Lorenzo dijo...

Para hacernos una formación a medida, tenemos que ser más autodidactas.

Leonardo dijo...

Además, si imaginamos el aprendizaje como una galería, tendremos más posibilidades de escapar de los depredadores.