jueves, 5 de mayo de 2011

Todo amor es interesado

Amamos en proporción a la utilidad que nos brindan las personas, animales u objetos. Sólo amamos interesadamente.

Los humanos esquivamos la valorización económica de todo aquello que tenga que ver con nuestros sentimientos, especialmente cuando afecta nuestra autoestima.

Dicho de otro modo: nuestra educación hace que nos sentimos amados cuando quienes nos aman no esperan nada de nosotros y nos sentimos utilizados (¿despreciados?) cuando quienes nos aman esperan algo de nosotros.

Nuestro cerebro está diseñado para interpretar, decodificar, entender, que un amor utilitario nos desvaloriza.

Conviene saber que esta es una forma de leer las señales afectuosas que recibimos del exterior. Con otra cultura podríamos entender que es un halago muy gratificante saber que nos prefieren porque somos buenos proveedores de satisfacciones de necesidades y deseos ajenos.

No tener en cuenta este otro punto de vista (que el amor utilitario es honroso) puede llevarnos a perder muchas oportunidades de obtener, mejorar y conservar nuestros ingresos.

Un primer punto importante es reconocer que formamos parte de la naturaleza. Esto implica aceptar que nuestro valor en términos universales no es superior a ningún otro integrante del mismo universo.

Por ejemplo, un agricultor siente más amor por sus manzanos que por quien le corta el pelo, o más aprecio por sus gallinas que por sus cuñadas, o siente más respeto por el santo de su devoción que por su hijo drogadicto.

La cultura nos impone el criterio de que está mal querer más a un animal u objeto que a otro ser humano. Sin embargo no hace falta un gran esfuerzo de introspección para saber que esto no es así.

En suma: queremos a personas, animales u objetos, en proporción al grado de satisfacción que nos proveen, aunque la cultura nos obliga a exhibir una preferencia desinteresada sólo por nuestros semejantes.

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8 comentarios:

Anónimo dijo...

Es cierto y duele reconocer que uno puede amar mas a su perro que le acompaña siempre con amor(?) (perrunO si),pero amor al fin y al cabo que lo que en muchas ocasiones no tienes de tu propia sangre que ni siquiera hay una mirada de conmiseración.Muvhas gracias por este artículo y por su blog tan didáctico y de lectura tan interesante.
T.M.

Neptuno dijo...

El viernes santo conocí a un grupo de pequeñas idealistas ofuscadas, que amaban por sobre todas las cosas, los frutos del mar.

Martín dijo...

Quiero más a mi madre que a mi perra. No! Lo que quiero decir es que mi madre es una perra. No! Qué confusión! Lo que digo es que amo más a mi perra que a mi madre. Uff, ta, ahora sí.

Amanda dijo...

No existe otro tipo de amor que el utilitario. Cuando amamos a alguien por lo que ES, justamente estamos reafirmando que esa persona ES justo lo que necesitamos.

Mirna dijo...

Como mínimo, lo que se espera del otro es que nos ame. Y digo yo... eso no es esperar mucho?

el labia dijo...

Tener más aprecio por las gallinas que por las cuñadas no tiene nada de particular. Usted lo dice así como en chiste, pero sabe -al igual que yo- que es la pura verdad. Entre las gallinas que ponen huevos y las cuñadas que meten púa, ud. lector, con quién se quedaría?

Ma. Eugenia dijo...

Qué es la valorización económica?

Leticia dijo...

El valor que se le da a cada uno. Supongo que Fernado se refiere a eso, Euge.