El altruista precisa conseguir necesidades y deseos, por eso aprovecha las necesidades y deseos ajenos.
Es interesante pensar en la palabra «altruismo» para ver qué podemos
sacar en conclusión.
Podríamos conformarnos con una definición que diga:
«Poner los medios necesarios para el logro del bien ajeno
aun a costa del propio».
En términos
más coloquiales, también podríamos decir que «altruismo» es beneficiar a otros,
sin esperar nada a cambio.
Para
redondear estas ideas, nos ayudaría pensar en la palabra «egoísmo» porque nos
define la actitud contraria y además es bastante más conocida que la palabra
«altruismo».
Ahora
podemos preguntarnos por qué algunas personas son altruistas y otras egoístas,
teniendo en cuenta que también es posible que alguien sea altruista en ciertos
ámbitos y egoísta en otros.
Desde el
punto de vista psicoanalítico, la explicación se aparta bastante del sentido
común, pero eso no debería extrañarnos del psicoanálisis pues en general tiene
interpretaciones originales del acontecer humano.
Para ser lo
más claro posible, utilizaré una metáfora alimenticia.
Los
egoístas son personas que tienen hambre y buscan obtener comida, mientras que
los altruistas son personas que no tienen hambre y buscan tenerla.
Esto
explicaría por qué los egoístas demandan mientras que los altruistas ofrecen.
Los
egoístas están llenos de necesidades y deseos que reclaman satisfacción,
mientras que los altruistas procuran ser demandados y tener hambre, deseos,
problemas, necesidades, complicaciones, exigencias, desafíos, dificultades,
misiones, convocatorias.
Esta
explicación de por qué los altruistas son tan generosos difiere de la
explicación religiosa en la que se replica el criterio más general de que
existe gente buena y gente no tan buena. Para las religiones los altruistas son
simplemente gente buena y los egoístas son personas no tan buenas.
En suma: El altruista precisa conseguir necesidades
y deseos, por eso aprovecha las necesidades y deseos ajenos.
(Este es el
Artículo Nº 1.652)
●●●
15 comentarios:
Todos entendemos cuando hablamos de altuísmo, de qué estamos hablando, sin embargo cuando nos ponemos a analizar el tema, resulta difícil definirlo. Creo que desde un punto de vista psicoanalítico el egoísmo es una característica humana que compartimos con los demás seres vivos, mientras que el altruísmo (siempre pensando desde un punto de vista psicoanalítico), no existiría.
Si fuese de gente mala ser egoísta y esa característica estuviese completamente prohibida, todos ya habríamos perecido.
La lucha por la supervivencia es más que una metáfora; es una realidad.
Estoy de acuerdo con su conclusión final: el altruista necesita conseguir necesidades y deseos. La buena noticia es que eso nos viene a todos de maravilla; al altruista y al que no lo es.
Me parece que quienes tienen más problemas de convivencia son los egoístas. En lo que es vínculos sociales, el altruista la pasa mejor.
¿Qué es poner en riesgo el bien propio? ¿Arriesgar la vida? No. Si pensamos en lo que precisa el altruista eso no es un riesgo, es una necesidad.
En terminos literales y metafóricos todos tenemos hambre, tanto los egoistas como los altruistas.
De acuerdo con Damián. La diferencia está en que algunos la satisfacen sólo en beneficio propio (los egoistas), mientras que los altruistas lo hacen en beneficio propio y de forma colateral en beneficio de los demás. Estos últimos adoptan inconscientemente una estrategia más exitosa.
No entiendo de qué forma puede beneficiarse un altruista cuando pasa necesidades, padece dolores e incluso arriesga la vida.
Fácil Nicolás, se benefician porque ese modo de vida, lleno de luchas y sobresaltos es lo que necesitan. No pueden vivir de otro modo. Y es una suerte para todos que sea así. Es decir, se benefician porque son libres, entendiendo por libertad la capacidad de vivir según el deseo propio. Los demás en general nos beneficiamos -siempre y cuando lo que ellos consideran altruismo, sea considerado del mismo modo por quienes serán los beneficiarios de los actos del altruista-.
Interesante lo que plantea Ingrid. ¿Qué pasa si al altruista se le ocurre que lo mejor que puede hacer por sus pares es, por ej, liquidar a los judíos. Si esa fuese la idea del altruista, sería una tragedia. No hace falta mencionar antecedentes.
Por lo que dice Marcos, pienso que los altruistas pueden convertirse en un verdadero problema.
Sí, Selva, todo depende de lo que consideren ellos como beneficioso para los otros. A menudo los otros son un grupo humano, no la humanidad toda.
El comentario de Raúl confirma lo que pienso: es hora de que los seres humanos comencemos a pensarnos como humanidad, con consciencia planetaria. Tener una visión global se vuelve imprescindible. Entre tanto estaremos expuestos a los peligros generados tanto por los egoistas como por los altuistas.
Falta mucho para que se haga carne lo que plantea Diana. Los nacionalismos, el racismo, la xenofobia, las diferencias culturales.. todo eso atenta contra el bienestar humano.
Publicar un comentario