Es probable pero indemostrable, que los médicos nos impongan
exámenes e interconsultas, solo para mejorar sus ingresos económicos.
Según el Diccionario de la Real Academia
Española, la palabra «dicotomía»
(1) significa varias cosas, pero todas relacionadas con algo que está sugerido
en la raíz «di-», que refiere a «dos, doble, dividido en dos».
Elegiré la segunda definición, cuyo texto
expresa:
«Práctica condenada por la recta deontología, que consiste
en el pago de una comisión por el médico consultante, operador o especialista,
al médico de cabecera que le ha recomendado un cliente.»
Esta
práctica condenada por los códigos de ética (deontología) tiene, como únicas
dos pruebas de su existencia:
1) que está
condenada (y nadie condena algo que
no existe); y
2) que los
médicos son trabajadores que necesitan dinero porque tienen que vivir como todo
el mundo.
En suma: los médicos generosos, considerados y
respetuosos de los códigos corporativos, saben que tienen que agradecer, de alguna manera tangible,
aprovechable, efectiva, el gesto amistoso del colega que le envía un paciente
que le permitirá ganarse los honorarios que le cobre a éste.
Lo diré de
forma aún más directa:
El Dr. A es
amigo del Dr. B. Son tan amigos, que se ayudan en todo lo posible.
Esta
amistad, provista de espíritu de colaboración recíproca, los lleva a derivarse
pacientes cada vez que pueden.
Por
ejemplo, si el Dr. A. atiende un paciente que podría ser atendido también por
el Dr. B., instruirá a su paciente para que haga la consulta correspondiente
alegando que «Yo me quedaría más tranquilo si usted consultara a un colega que
se especializa en casos como el suyo, así avanzamos más seguros en el proceso
curativo de su enfermedad».
Cuando el
Dr. B. le cobra al paciente, destina una parte (dicotomía) para retribuir al
Dr. A.
(Este es el
Artículo Nº 1.646)
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9 comentarios:
Si una práctica está condenada por los códigos de ética es porque existe.
Todos los A tenemos amigos B a los que intentamos farocer porque esperamos la recíproca.
Las empresas usan una parte de sus ganancias para retribuir a sus clientes o a otras empresas asociadas. Pueden ser desde regalos empresariales hasta... en fin, hasta lo que se te ocurra.
Algunos gastos son inversiones.
En el caso de los médicos lo que me molesta es que hagan este tipo de cosas usando el doble discurso, aparentando interés por el paciente cuando el interés va por otro lado.
Las corporaciones tienen una función defensiva tan fuerte o más que la cooperativa.
Cuando entrás en el sistema médico empezás a vagar entre los especialistas y terminás hecho un rompecabezas. Siempre tenemos la esperanza de que el médico de cabecera lo pueda armar.
Me sucedió que un psicólogo me derivó a otro con menos experiencia y (a mi entender) menos formación. ¿Por qué? ¿Le debía un favor? ¿Quería hacerle una pierna? ¿No tuvo empatía conmigo? Nunca lo sabré con certeza.
¿Los médicos tendrán una tarifa para homogeneizar esos gestos amistosos?
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