Los pobres necesitamos un título universitario para creernos
«alguien» o estudiar inglés para
balbucear en dos idiomas.
Cualquiera que haya leído dos renglones de
psicoanálisis ya se dio cuenta que, si me dedico con tanto amor a estudiar cómo
ganar dinero para fundar y mantener una familia, es porque lograrlo para mí fue
muy difícil.
Mi madre era una gran psicoanalista sin haber
pasado por ninguna universidad. Simplemente le gustaba leer y estoy de acuerdo
con ella en que Freud, lo que mejor sabía hacer era escribir.
Tan es así, que el único premio que recibió en
vida fue como escritor y no como neurólogo (Premio Goethe de Literatura en 1930).
Como yo era muy vergonzoso, me costaba mucho
presentarme ante los empleadores para pedirles trabajo.
Ella me decía que tenía que imaginármelos
vestidos con ropa de playa (traje de baño corto). Esto no me dio resultado ni creo
que se lo dé a alguien, aunque algunas corrientes psicológicas aún vigentes,
apelan a esto de «negar»
o distorsionar la realidad para salir del paso.
La vergüenza es un fenómeno claramente
neurótico, resultante de la diferencia que existe entre quien realmente somos y
quien suponemos que deberíamos ser.
Cuando por alguna desgracia educativa alguien
nos hace pensar que deberíamos ser así o asá, el resultado es fatal, porque
terminamos no siendo, desapareciendo. Nos convertimos en muertos vivos... que,
por supuesto, no consiguen trabajo.
Con particular frecuencia no creo que los
ricos se esfuercen demasiado para que una mayoría seamos pobres.
No es que los ricos sean ricos porque nos
roban a los pobres sino que los pobres pertenecemos al gran grupo de los
inseguros, de los que no confiamos en nosotros mismos, porque necesitamos un
título universitario para sentirnos «alguien» y, de ser posible, estudiar inglés para balbucear en dos
idiomas.
Otros artículos sobre lo inconveniente de estudiar
una segunda lengua:
(Este es el
Artículo Nº 1.640)
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12 comentarios:
Los inseguros a veces nos salvamos en esto de conseguir trabajo porque en ocasiones somos muy diestros en alguna actividad. Si esa es una actividad rentable, la cosa se nos hace más fácil.
Muchas personas piensan que quienes tenemos un título universitario, tenemos al mismo tiempo algún tipo de superioridad. Esto en general no es así. Simplemente sucede que se nos dieron las condiciones (o las presiones necesarias) para estudiar durante más años.
Podría suponerse que para nadie es fácil mantener una familia. Sin embargo creo que no es así. Creo que para algunas personas es bastante fácil. Algunos individuos poseen un conjunto de características personales que les permiten desempeñarse muy bien en el ámbito laboral, les resulta fácil conseguir trabajo, mantenerlo y reconvertirse si es necesario.
Dedicarse con amor a estudiar cómo ganar dinero para fundar y mantener una familia, es algo que habla de una gran responsabilidad por parte de la persona que así lo siente y de una valoración grande acerca de lo que significa una familia.
Que Freud haya recibido un premio como escritor y no como neurólogo o fundador del psicoanálisis, habla más de lo resistido que fue el psicoanálisis que de lo buen escritor que haya podido ser.
A mí tampoco me da resultado eficaz imaginarme a las personas que me intimidan desnudas o en traje de baño; ni siquiera en ropa interior. Mi inseguridad no disminuye porque me esfuerce en pensar que los otros son tan humanos como yo. Pasa más por mi temor a ser inadecuada y no darme cuenta.
Negar o distorsionar la realidad es un mecanismo de defensa eficiente cuando se aplica inconscientemente.
Me pasa algo parecido a lo de Sofía. Tengo miedo a ser ridícula o incomprendida. Eso me genera inseguridad y por lo tanto temor a quedarme en blanco o meter la pata.
Mi experiencia es que lentamente los años te van dando más seguridad. No sé si siempre sucede así. Dependerá de cada uno. Vivir experiencias diversas y afrontar las dificultades, creo que a la larga sirve.
Me siento más seguro escribiendo que hablando. Escribir me permite darme un tiempo para pensar lo que digo. Cuando hablo, a menudo la ansiedad me juega una mala pasada, no me doy ese tiempo, intento infructuosamente imaginar lo que voy a decir y eso en lugar de ayudarme me pone más nervioso.
Me ha perjudicado sentir que no soy como la mayoría. Tener consciencia de esto me pone inseguro y tímido. Me hago la idea de que ser diferente me juega en contra.
Tener un título universitario no me ha alcanzado para sentirme más segura de mi misma.
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