En mis intercambios vía e-mail con colegas criminólogos de habla hispana, me contaban sobre los cambios verificados en la conducta de los ladrones de viviendas.
Hasta hace unos 15 años, estos delincuentes estaban orgullosos cuando podían entrar a una finca muy bien protegida por diferentes técnicas de seguridad y era una anécdota predilecta la incursión delictiva sin despertar a los moradores.
Sin embargo, los nuevos ladrones están comenzando a tener una actitud diferente. Son más violentos, sienten que ganan puntos ante sus pares cuando reducen a los dueños de casa, los atan, actúan a cara descubierta dejándose ver, despliegan actitudes despectivas y humillantes ante las víctimas.
El aumento en la severidad de las penas también aumenta la agresividad y temeridad de estas personas porque para ellos el riesgo no es disuasivo sino estimulante. No es casual que esto coincida con un desarrollo de los deportes extremos realmente importante (surf, caida libre, carrera de supervivencia, descenso de ríos, escalada vertical, paracaidismo amateur, skate acrobático, ciclismo acrobático, submarinismo a pulmón libre, etc.).
Es muy curioso que estos actos depredadores suelen incluir la extraña costumbre de defecar en la casa robada, a veces escriben graffiti ofensivos con esos excrementos o usan juguetes de peluche como papel higiénico.
Como Freud encontró que el dinero simboliza a los excrementos fecales, estas nuevas conductas darán más trabajo a los psicoanalistas.
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17 comentarios:
Hice un curso de psicoanálisis por correspondencia y les digo qué significa esa nueva conducta de los malvivientes.
Ellos defecan en el mismo lugar donde robaron porque intentan devolver lo que se llevan pero en otra especie. Sin embargo, estoy segura de que esa conducta inconciente, cuando la van a contar vanagloriándose ante sus pares, la tergiversan y dice: "Me cago en esos ricachos".
Yo hice un postgrado por Internet en lingüística comparada y puedo decirles que esa actitud es analizable a la luz de mi especialidad.
Uno de los sinónimos del vocablo "ladrón" es "caco", por lo tanto ellos se sienten compelidos a ponerle una especie de firma a su obra delictiva usando prácticamente una de las palabras que la Real Academia les asigna.
Abuelo me pagó una profesora particular de lenguas muertas y sexo oral y se que la palabra "pelotudo" viene del latín (pelotudus) que significa "boludo".
(Eudosia y Cervantino, va en una buena, no se enojen, ¿vale?)
Les cuento la trama de un best seller que estoy escribiendo: Un ladrón serial deja su regalito fecal en el hogar de unos millonarios y cuál no sería la sorpresa de los investigadores cuando se encuentran entre los excrementos, un valiosisimo anillo cuyo hurto había sido denunciado por los dueños de la casa vecina.
No se la pierdan cuando salga a la venta. Se va a llamar "¡Qué c...!".
Yo soy bastante amigo de un ladrón de casas que por estar muy medicalizado acostumbra tomar un laxante suave la noche anterior a un atraco. El dice que el estres lo estriñe un poco y se compensa de esa forma.
Los ladrones tenemos códigos (aunque hay gente que no lo cree). Uno de ellos es que si uno de los nuestros depone una sustancia chirla, sin consistencia, con aspecto de diarrea, el efecto es totalmente opuesto al esperado. Suponemos que el colega realmente no se merece nuestro repeto porque aún no posee la entereza que demanda el oficio.
ROBAR ES UNA CAGADA
Me parece incorrecto decir que "para ellos el riesgo no es disuasivo sino estimulante", creo que para ellos y para todos el riesgo es las dos cosas, disuasivo y estimulante.
Los ladrones hacen caca cuando roban porque no quieren irse sin pagar.
Supongo que deben existir estudios que aclaren definitivamente si el aumento de las penas es o no disuasivo. Así nos dejamos de discutir siempre lo mismo.
Cuando no exist�an los deportes extremos, exist�an las cruzadas
Mis colegas criminólogos de los Países Bajos detectan un aumento de los robos bajo agua!
Los nuevos ladrones están comenzando a tener una actitud diferente, como Ud. demuestra con enorme lucidez. Reducen a los dueños de casa al tamaño de un grano de arroz, luego los aterrorizan mostrándoles la cara y los obligan a practicar deportes extremos.
A mí cuando me robaron me obligaron a graffitear mi propio living y a alcanzarles el papel higiénico.
Acabo de tirar todos los peluches de Adrianita ¡no soporto el uso indebido de los juguetes!
Mi mujer siempre se hace la especial, dice que cuando a ella la robaron fue a cara descubierta pero que no se dejaron ver.
Se ponen nerviosos estos inexpertos, que a parte de chorros los jerarquiza a chorros-cagones.
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