miércoles, 18 de junio de 2008

El polen y los clientes molestos

Cuando yo era niño y adolescente padecía una rinitis alérgica que me mantenía mucho tiempo en un estado muy similar al resfrío.

Los médicos probaron, experimentaron, tantearon, ensayaron pero ¡nada! Como corresponde a mi cultura e ideología, descartadas las posibles causas orgánicas, entramos a buscar explicaciones, causas y soluciones en el nivel psíquico.

En esta segunda etapa de mi rinitis me encontré con algo que me llamó la atención: La palabra alergia deriva del griego y significa «otro trabajo».

Para mi estaba bien llamada así porque hice muchas cosas para sacarme de encima ese resfrío crónico. Trabajé mucho. Finalmente se me fue sin darme cuenta.

Hace años tuve como paciente a un señor muy laborioso que me consultó porque su rendimiento como comerciante de alimentos al por menor estaba cayendo rápidamente. Los conflictos con los clientes eran cada vez mayores por cómo se autodespachaban descuidadamente la fruta, por algunos hurtos menores pero irritantes, por algunas cuentas a crédito que no se pagaban con regularidad y por ciertas quejas porque entre los competidores algunos precios eran menores.

En su momento pensé para mis adentros «Este buen hombre padece una alergia a las frustraciones»: además del trabajo muy exigente que tenía con el comercio, tenía «otro trabajo» demoledor porque no soportaba ciertas pérdidas que son absolutamente normales en su profesión pero que para él eran exasperantes.

La alergia a las frustraciones es muy frecuente, la medicina sólo nos sugiere ansiolíticos que atemperan los síntomas, pero que no curan. Quizá un psicoanálisis sea la solución definitiva. Se lo digo porque casualmente la desaparición de la rinitis coincidió con mi análisis.

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21 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya me tomé todos los antialérgicos del botiquín y a la vieja de geografía no la banco. ¿con qué puedo seguir?

Anónimo dijo...

Estoy hablando hace tiempo con la hija del dueño de un supermercado para ver si el padre me contrata aunque sea para barrer.

Anónimo dijo...

Una cosa es tener una frustración cada tanto y otra es tenerla todos los días. Mi marido ya es una máquina de frustrarme y cada vez que me despierto me broto porque sé que tendré que encontrarme con él. Qué suplicio.

Anónimo dijo...

Mis dos hijos tienen alergia al laburo. ¿Tendrán cura o voy renunciando?

Anónimo dijo...

Estuve a punto de perder mi trabajo porque no soportaba nada. Cualquier cosita me molestaba y le hablaba mal a los clientes. Menos mal que el judío dueño es un buen tipo, me dijo que me tomara los días de licencia que me quedaban y ahora soy otra persona.

Anónimo dijo...

"Sarna con gusto no pica" dicen y a mi me gusta tener un poquito de picazón y rascarme.

Anónimo dijo...

Después de consultar a cuanto médico y yuyero encontraron mis padres, al final se solucionó el problema de mi alergia de la manera más insólita. El último médico que consultaron les dijo que el mío era un problema muy rebelde, que era difícil de sanar y que los alérgicos en general son personas inteligentes. Nos alegró tanto este dato que ya nadie está preocupado porque vivo estornudando el año entero.

Anónimo dijo...

Lo que dice Leticia mi hizo acordar a que una curandera de mi pueblo decía que la alergia es difícil que se vaya porque en realidad es una alegría con la "r" cambiada de lugar.

Anónimo dijo...

Lo único que saca la alergia en poco rato es la cortisona, pero hay que tener mucho cuidado con esa hormona porque no se puede suspender de golpe.

Anónimo dijo...

Parece que el asma y la alergia son lo mismo o parientes. Mi madre dice que ella se curó del asma con el psicoanálisis. Yo no llegué a conocerla con los ataques pero dice que pasó muy mal.

Anónimo dijo...

A las personas que trabajamos en contacto con público tendrían que jubilarnos muchos años antes que a todos los demás.

Anónimo dijo...

No sé si los alérgicos son más inteligentes pero conozco a varias alérgicas que son bastante histéricas.

Anónimo dijo...

Mi cuerpo trabaja mucho produciendo efectos psicosomáticos, creo que el muy ladino me oculta algo.

Anónimo dijo...

Me da una alegría enorme tener otro trabajo, aunque tan sólo sea una alergia.

Anónimo dijo...

Me hizo acordar a mi terapeuta, que siempre andaba con alergia y los antialérgicos le daban sueño y entonces se dormía mientras le hablaba.

Anónimo dijo...

Dejé los ansiolíticos y las pastillas para dormir con la intención de comenzar un psicoanálisis, en el entendido de que no debía alterar mis estados de conciencia para que el tratamiento fuese más efectivo. Me puse a averigurar la tarifa que están cobrando sus colegas y no me queda otro remedio que volver a los remedios.

Anónimo dijo...

Ya no quiero trabajar más con personas, ni con público (que al fin y al cabo son personas pero no parecen). Estoy estudiando para laboratorista pero creo que voy a dejar porque no soporto la orina, ni la saliva, ni los pelos.

Anónimo dijo...

Pagaría cualquier cosa para que se me fueran mis dolencias sin que me diera cuenta, pero no le pagaría a un analista.

Anónimo dijo...

¿Cómo medir hasta qué punto es sano soportar la vida?

Anónimo dijo...

Mi padre dice que no tengo fuerza de voluntad y mi madre que no me banco nada porque ellos no se han puesto en mis zapatos y juzgan sólo por las apariencias.

Anónimo dijo...

Estoy dispuesto a hacer el sacrificio necesario como para pagarle a un psicoanalista, pero si él me defrauda no va a contar la historia.