sábado, 28 de junio de 2008

Hoy trabajo aquí

— ¿Señor? ¿En qué puedo ayudarle?
— Hoy comienzo a trabajar aquí.
— No me han informado de su llegada.
— Como no tengo trabajo decidí trabajar para ustedes.
— Peroooo... aquí nadie lo contrató...
— Ya lo sé, pero necesito un salario y hoy empiezo a trabajar aquí...

Esta puede ser una conversación disparatada entre un encargado de recepción de una empresa cualquiera y un ciudadano común que pretende trabajar en ella.

Mi intención es comparar este diálogo con el que mantendrían un inmigrante que no fue llamado por el país al que pretende entrar y el funcionario de inmigración que se opone a su ingreso.

Los países latinoamericanos, representados por sus más altas jerarquías, emiten declaraciones de rechazo a la política de la Unión Europea que ha endurecido sus normas respecto a la inmigración no acordada.

De hecho está sucediendo que los países que expulsamos a nuestros compatriotas porque esas mismas jerarquías también son co-responsables de una lamentable incapacidad para generar empleo que le evite a sus habitantes la dolorosa decisión de ir a buscarlo lejos de su país, de su familia, de sus amigos.

En sí parece una actitud hipócrita de estos países expulsadores de sus habitantes en primer grado, estar criticando a quienes se oponen a recibir esa marea humana en un momento en que la Unión Europea la necesitan tanto o menos que a los desechos nucleares.

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15 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Ay licenciado! qué posición tan racional que tiene ud. Cómo se ve que no tiene un ser querido en esta situación tan dramática.

Anónimo dijo...

Hoy las cosas se hacen sólo si hay conveniencia, si no la hay no pasa nada. A los europeos se ve que no le sirven ni los sudamericanos, ni los africanos, ni los kurdos. Con los islamitas tienen problemas religiosos, los judíos vivieron deambulando de un lado para otro con un holocausto que diezmó a los que vivían en los países invadidos por los nazis, a los gitanos no los quiere casi nadie. ¡Qué planeta tan lleno de intolerancia! A ver Mafalda: tirá algún pensamiento cortito.

Anónimo dijo...

Si no fuera anónimo no me animaría a opinar, pero me parece que es verdad que los países echan a ciertos ciudadanos por incompetencia (de los gobiernos y de esos ciudadanos)y que no tiene sentido imponerle a otras naciones que nos den hospedaje. No resiste el menor análisis.

Anónimo dijo...

La Directiva de Retorno fue apoyada por 27 países de la Unión Europea. Los sudamericanos nos miran con recelo y apelan a los derechos humanos y a una lejana historia cuando nuestros abuelos fueron aceptados en sus países. Para opinar más fundamentadamente tendrían que estar acá y ver los problemas que están causando estas personas indigentes que no tienen más remedio que estar al margen de la ley. Quizá los sudamericanos se creen que esto es un paraíso y nada más lejos. Les exigimos a nuestros gobernantes que nos den un poco más de tranquilidad porque así no se puede vivir.

Anónimo dijo...

Argumentan que se viola el derecho a la libre circulación pero, si no entiendo mal, acá lo que se está limitando es el supuesto derecho a la invasión. El ejemplo del artículo (el del desocupado que se auto-contrató en una empresa) es muy acertado. ¿Se imagina alguno de los que nos critican que les pasaría si a un importante contingente de chinos se les ocurriera empezar a establecerse en sus respectivos países? ¿Defenderían con tanta pasión los derechos humanos que el Parlamento Europeo "está olvidando"?

Anónimo dijo...

Se está comentando con mucha fuerza que en Uruguay habría un yacimiento petrolífero en las aguas continentales. La extracción comenzaría a efectuarse dentro de 7 u 8 años, pero podría suceder que nuestro pequeño y poco codiciado paisito se convirtiera en una polo de riqueza atractivo y que también tuviéramos que ponerle freno a nuestra bondadosa hospitalidad.

Anónimo dijo...

Hace 26 años que vivo en USA. Soy gerente de una empresa mediana, estudié en una universidad de este país y me siento casi un nativo. Han sido amables conmigo y con mi familia. He tratado de ser un ciudadano más. A pesar de mi origen peruano no puedo dejar de reconocer que la frontera con México se vive como una herida por la que está tratando de ingresar bacterias y virus oportunistas que seguramente nos expondrán a una enfermedad o por lo menos a tener que gastar recursos para sanarnos. Me parece que está bien que este país se defienda de esos inmigrantes.

Anónimo dijo...

Los vasos comunicantes me parece el mejor ejemplo gráfico para entender lo que pasa. Los países ricos son un poco responsables de la pobreza de los demás. Luego tienen que pagar los costos de esos privilegios recibiendo a muchos de los que tienen hambre porque ellos les quitaron el alimento. También puede suceder que no le hayan quitado la comida sino que simplemente hayan sabido hacer las cosas mejor que los países pobres y en este caso no es justo que tengan que pagar ningún costo por tener un nivel de vida que se supieron ganar en buena ley.

Anónimo dijo...

Es in gran mito que el Uruguay sea un país hospitalario. He escuchado muchos testimonios por radio y televisión de que extranjeros que vienen a nuestro país casados con uruguayos e incluso con hijos, demoran unos diez años en obtener la ciudadanía.

Fuimos hospitalarios cuando necesitábamos mano de obra; así cualquiera.

Anónimo dijo...

Algunos dicen que el derecho a la libre circulación es un derecho humano. Parecen olvidar que estamos organizados en estados y cada estado fue electo para procurar el bienestar de sus ciudadanos(sobre todo disminuir el desempleo). Por este motivo no podemos pretender que en este instante de la humanidad el mundo se maneje como si el mundo fuese sólo uno.

Anónimo dijo...

Me parede razonable que el derecho a la libre circulación se aplique al turismo, que nos veneficia a todos.

Anónimo dijo...

Para mi el problema se complica cuando los que emigran están en una situación de vida o muete (como sucede en algunos países africanos). Pero ahi la solución no estaría en emigrar sino en que los países ricos sigan buscando los mecanismos como para propender un desarrollo mínimo de esas naciones pauperizadas, para que una vez solucionada la etapa de crisis puedan caminar por sí mismas. Sé que se está trabajando en ese sentido pero está a a vista que falta mucho más.

Anónimo dijo...

Trabajo con psicóticos y el diálogo al principio de texto me recuerda la lógica de pensamiento de algunos de ellos.
En el mundo en el algunos de ellos se manejan todo debería ser mucho más simple; desconocen que los cuerdos nos hemos visto compelidos a complicarlo.

Anónimo dijo...

En casos extremos los inmigrantes tienen derecho a luchar por la supervivencia.

Anónimo dijo...

No me parece justo que quienes hace usufructo del dinero que aportamos todos, luego vayan a volcar su conocimieto y sus servicios a países desarrollados.