domingo, 29 de junio de 2008

Las comparaciones son temibles

Días pasados recibí la llamada de un conocido que se puso furioso porque no participé en un concurso de relatos breves. No creo que le importara demasiado mi abstinencia, pero él había tenido la amabilidad de conseguirme la información y las bases. Yo sólo tenía que ir a mi computadora, imprimir varias copias y entregarlas en un lugar próximo a donde vivo.

Al principio me pareció muy buena idea, después pregunté quiénes eran los integrantes del jurado, seguí pensando que se presentarían miles y que para qué hacer tanto esfuerzo si quizá no llegaran a leerlos a todos, abrumados por la cantidad de relatos presentados.

Este desgano es totalmente inusual en mí y los argumentos eran de una pobreza lamentable. Acá había algo más de lo que prefería no tener noticia.

Conclusión: No quise exponerme al juicio imparcial de un jurado que podría aceptar o rechazar mi trabajo.

Esto mismo ya me había pasado antes cuando daba miles de vueltas para vender mi trabajo como psicólogo y postergaba indefinidamente el comenzar a cobrar las consultas. Naturalmente que mi consultorio estaba lleno de pacientes, pero los ingresos era bajísimos.

Fue entonces cuando con mi analista descubrimos que el cobro de los honorarios correspondientes me enfrentaba a ser juzgado con más severidad y temía que a mi consultorio no concurrieran tantos interesados en mi trabajo. Trabajar gratis, hacer trabajo honorario, cobrar precios irrisorios por cualquier cosa que uno haga, muy probablemente intenta evitar que nos comparen con los realmente buenos y que, por cierto, tienen ingresos dignos.

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18 comentarios:

Anónimo dijo...

Uds con esos problemas y yo que ya no sé como lograr que el hijo de puta de mi patrón me aumente el sueldo.

Anónimo dijo...

No es lo mismo estar trabajando para otro que estar trabajando para uno mismo donde hay que comportarse de tal forma que las personas sigan teniéndonos en cuenta. Lucrecio, sólo corres el riesgo de que tu patrón te despida, pero yo tengo que lograr que por lo menos diez personas estén dispuestas a pagarme U$S 150.- todos los meses. No es tan fácil.

Anónimo dijo...

150 dolares por mes? Eso es la mitad de lo que yo cobro trabajando casi todo el día. Por qué cobran tan caro? Así no pueden conseguir pacientes.

Anónimo dijo...

Un psicólogo tiene que estar trabajando mucho durante varios años para llegar a conseguir la suma de honorarios adecuados para poder vivir de su profesión. Dependiendo de dónde viva y de la vocación que tenga, puede necesitar entre 5 y 15 años llegar a lograr un prestigio que le permita vivir aceptablemente bien. Admeás, no conozco a nadie que se haya enriquecido con la psicología.

Anónimo dijo...

Con la psicología me parece que pasa algo especial. Mi esposa es psicóloga y siempre se queja de que sus pacientes la toman por su madre y claro, una madre no puede cobrarle a los hijos. Quizá a mi esposa tampoco le haga mucha falta ganar más de lo que gana y por eso se deja tomar por la madre de todos los hijos que la vida no le dio biológicamente.

Anónimo dijo...

Hay un círculo vicioso entre los pacientes que yo puedo tener: Como están psicológicamente mal, ganan poco dinero, pueden pagarme poco, vienen pocas veces por semana, demoran en mejorar para ganar más dinero y poder atenderse más veces por semana.

Anónimo dijo...

Hablando de círculos viciosos, yo me siento atrapada en un círculo de hierro porque empecé cobrándole poco a mi pacientes y ahora no encuentro la forma de cobrarles más y quizá estén mucho tiempo atendiéndose. Quizá sea por esto que Higinio calcula que una se toma entre 5 y 15 años en cobrar algo razonable. Recién llevo 6 ¡voy hay tener que hacer algo para hacelerar el proceso!

Anónimo dijo...

¡Qué chinito glandote! jajaja

Anónimo dijo...

Para mí lo más difícil no es cobrar sino hacerse una cartera de clientes estables.

Anónimo dijo...

Nunca pude cobrar bien porque era conciente de mi mala capacidad como profesional. Algunos dicen que me exijo demasiado y que soy buena en lo que hago pero yo no me autoconvenzo.

Anónimo dijo...

Cuando empecé a ejercer trabajé muy poco en clínica y utilicé mucho tiempo en el trabajo de prevención, trabajo que en general se realizaba de manera honoraria.
Supongamos que ahora quiera darle una nueva orientación a mi profesión, me refiero volver a la clínica. Dado que tengo otro trabajo que me permite sobrevivir, tengo las condiciones dadas como para irme orientando lentamente hacia ese campo.

Anónimo dijo...

Los que recién egresamos de la Facu por lo general nos sentimos muy inseguros y por eso no nos animamos a cobrar lo razonable.

Anónimo dijo...

No tenemos que olvidar que el psicólogo que no cobra lo suficiente, no puede actualizarse o al menos se le dificulta mucho.

Anónimo dijo...

Para ser un buen psicoanalista tendría que ponerme a estudiar un montón de cosas que me parecen interesantes pero poco creíbles.
A esta altura del partido y con lo difícil que está sobrevivir, eso ya no me importa demasiado. Estoy dispuesto a jugar a que me lo creo todo.

Anónimo dijo...

No me parece bien pensado lo que dice Ramiro. Está claro para todos que la psicología y particularmente el psicoanálisis son teorías . Lo importante es que una vez llevadas a la realidad del vínculo con el paciente funcionen. Si el cliente terminó el tratamiento con un saldo positivo en su haber, date por satisfecho.

Anónimo dijo...

Mi tía era una psicoterapeuta mediocre. Un día se sintió impulsada a buscar la excelencia y lo logró. En realidad no sé cómo lo hizo. Cuando le pregunté me dijo que no hay recetas, que cada cual sigue un camino propio.

Anónimo dijo...

Debemos reconocerles a los deportistas el hecho de que tienen el valor de exponerse permanentemente a ganar o perder y siempre siguen intentando. Me parece una forma de vida muy positiva.

Anónimo dijo...

¡Es increíble! Meses buscando al bascketbolista que dábamos por desaparecido y resulta que ahora aparece retratado en la foto que Ud publica. ¿Cómo hacemos para dar con él? ¿Ud. sabe en qué lugar fue tomada esa foto?