jueves, 26 de junio de 2008

No quiero que me den. Sólo díganme dónde hay.

Como criar a los hijos es una ciencia conjetural, algunos encontraron ahí una tribuna para decir sus discursos pedagógicos contando con que muchas mujeres no confiarían en su instinto porque, en esas circunstancias, todos nos sentimos menos idóneos que cualquier otro animal.

Uno de los que más fama obtuvo en esa tarea se llamaba Donald Woods Winnicott. Él decía algo así como que cuando el bebito llora porque tiene hambre, no hay que salir corriendo para darle de mamar sino que hay que terminar serenamente lo que uno está haciendo y luego de que reclame un buen rato, ahí sí permitirle saciar su hambre de leche materna.

Es algo así como no tomar su exigencia al pie de la letra como si la mamá fuera su esclava sumisa, sino que ésta tuviera el aplomo de respetarse a sí misma, a sus intereses, a sus ocupaciones, dentro de todo lo cual está su hijo.

Las sociedades más prósperas tienden a crear ambientes similares. Todos los ciudadanos son valiosos pero existen algunas cosas más importantes que otras. Cada uno debe hacerse cargo tanto de sus necesidades como de sus deseos sabiendo que pertenece a una sociedad en la que existen oportunidades para satisfacerlas si sabe buscarlas y tiene paciencia de esperar un tiempo razonable.

El concepto más importante que está detrás de todo esto es que para tener buena calidad de vida hacen falta dos cosas: tener necesidades (o deseos) y recursos para satisfacerlas, sin embargo todos pensamos que sólo hacen falta los recursos.

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13 comentarios:

Anónimo dijo...

Tuvimos a nuestro hijo porque nuestro matrimonio estaba complicándose y ahora logramos divorciarnos porque no es cierto que los hijos unen.

Anónimo dijo...

Tengo mi receta para poder criar bien a los hijos: háganlo a escondidas de los abuelos. Sobre todo de las abuelas. ¡Son la plaga!

Anónimo dijo...

Recién con nuestro segundo hijo nos dimos cuenta que estábamos actuando como sirvientes del monarca. A este ya no le rendimos tantos honores y supongo que nos va a ir bien porque mi marido es segundo hijo y piensa bien y yo soy primera hija y vivo complicada.

Anónimo dijo...

Fue abandonada la política de "estado de bienestar" que llevaron adelante muchos países del primer mundo justamente porque estaban provocando desestímulo entre los trabajadores. Tener un paraguas que nos proteja a todos es lindo pero enfermizo.

Anónimo dijo...

El Estado de Bienestar surgió después de la guerra porque la gente estaba muy mal, pero cuando las cosas empezaron a mejorar, fue necesario quitarlo progresivamente. Supongo que si hubiera otra guerra lo reimplantarían en caso de que quedara alguien vivo.

Anónimo dijo...

La historia se mueve como un péndulo: cuando los Estados son grandes, poderosos y se encargan de todo, algo sucederá para que se pretendan achicar y no se encarguen de casi nada (liberalismo). Cuando éste empieza a hacer agua, surgirán nuevos líderes que propongan aumentar el tamaño del Estado, para que se encargue de todo lo posible.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con Martina y agrego algo más: el resto de la gente también, cuando se pone a opinar cómo hay que atender a los hijos seguramente nos dará una visión perjudicial para todos. Cuando los demás opinan lo que en realidad procuran es hacer creer a todos (y a si mismos tb) que son buenos, tolerantes, pacientes, comprensivos, trabajadores, sacrificados, y ESO ES MENTIRA! Por eso no hay que escuchar los consejos de nadie.

Anónimo dijo...

Uno quisiera criarlos bien pero que no nos llenen la vida de complicaciones y es imposible. Lo único que se puede lograr es criarlos mal y que nos llenen la vida de complicaciones. Además, y para rematarla, los que no pueden tener hijos sufren como unos condenados. ¿Quién nos entiende?

Anónimo dijo...

La mejor por lejos en psicología de los niños fue Melanie Klein. Si sería buena que utilizó a sus propios hijos para experimentar. Menos mal que yo no fue mi mamá.

Anónimo dijo...

Las personas nacemos con la creencia de que estamos en el centro del mundo porque así se ve desde nuestros propios ojos. Si los demás no hacen el esfuerzo de demostrarnos que ellos también existen, nos podemos quedar con esa idea por más años de los necesarios.La madre que larga todo por atender a su bebé no lo está ayudando a que él comprenda cuanto antes que es un ser individual.

Anónimo dijo...

Todavía no encontré cual es el punto exacto en el cual yo puedo respetarme sin desatender razonablemente a las demás personas que me importan. Siempre me molesta ver cómo me paso para un lado o para otro.

Anónimo dijo...

Me cuesta entender eso de que las personas necesitamos necesidades. Pienso que me sobran necesidades y que me faltan recursos. ¿Podría explicarlo mejor en otro artículo?

Gracias y saludos

Anónimo dijo...

No creo que sea posible mantener un justo medio, Bartolo, me parece que eso se maneja con el corazón y luego la razón busca adaptarse.Lo bueno que tiene el manejarse con el corazón es que su sentir es tan fuerte que luego no nos arrepentimos de la decisión tomada, aunque haya sido equivocada.No nos arrepentimos de lo que hacemos con convicción y según mi entender las convicciones del corazón son más fuertes.