Son las 8 de la mañana y Juan se levanta como todos los días. Su compañera le sirve el desayuno y le recuerda que el hijo de ambos está creciendo y que varias veces ha mencionado que sus zapatos le aprietan.Juan vuelve a pensar cómo resolver el problema y luego de terminar su desayuno va a la quinta que tienen en el fondo de la casa, mete en una canasta varias frutas y verduras. Se va a la feria y tres horas después vuelve con el dinero que le dieron por los productos que vendió y se lo entrega a su compañera para que ésta pueda comprar un nuevo par de zapatos para su hijo.
Al día siguiente, el niño se libera del calzado viejo y puede ir a la escuela sin molestias.
Aunque esto sea algo muy sencillo de entender, no deja de existir un hecho que llama la atención: Las frutas y verduras se convirtieron en zapatos por la momentánea intervención del dinero, que estuvo presente durante unas horas y luego desapareció.
Todos habremos disfrutado de las historias fantásticas en las que alguien tiene el poder mágico de transformar la realidad. También nos habremos maravillado con los milagros que hicieron algunos personajes que luego de muertos se convierten en objetos de culto (santos y santas).
Las transformaciones mágicas, las curaciones milagrosas, las apariciones increíbles, continúan siendo causantes de nuestra sorpresa. Sin embargo, el dinero, que logra algo semejante, no es visto conscientemente como algo mágico pero causa en muchas personas extrañas emociones, que le impiden hablar de él llanamente, ganarlo y conquistarlo como cualquier otro objeto, atesorarlo sin sentirse culpables.
Algo de ese aparente poder mágico quizá perturbe el inconsciente de algunas personas.
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23 comentarios:
Es interesante que al entrar a la universidad, uno de los primeros conceptos que aprendí es que el dinero es "la medida del valor". Quizá por el simple hecho de ponerle etiquetas como esa al dinero nos cegamos y dejamos de lado otras percepciones de lo que es el dinero... Efectivamente, podemos verlo como un medio para crear milagros o como un milagro en sí mismo.
Lo que siempre me he cuestionado es, ¿QUÉ HACEMOS CON EL MILAGRO? ¿QUÉ HACEMOS CON EL DINERO?
Finalmente, tenemos que aprender a consumir de forma responsable y sustentable; nuestras decisiones de compra las podemos ver como votos acerca de la forma de comercio y producción que deseamos apoyar.
¡Ay, si yo tuviera una vida parecida a la de Juan!
La vida natural, en contacto con la naturaleza, es seguramente la más sana. La tierra es noble y sólo nos pide un trabajo moderado, no nos explota. Tener un plantío, frutales y algunos animales para el consumo de la familia, es suficiente para que no nos falte casi nada. Quizá ahora somos tantos que no habría terreno para todos.
Siguen existiendo la curas mágicas. Conozco a quienes mediante la fe logran alivios y hasta curaciones. Soy testigo y lo puedo jurar.
Según mi terapeuta, yo tengo en mi inconciente la creencia de que las personas adineradas tienen una mejor relación con Dios pero se llevan mal con los demás seres humanos por la envidia. En mi familia dicen que soy interesada y eso me duele porque yo no soy materialista.
Se llama milagro a un hecho sensible pero sin explicación natural conocida y que sólo la omnipotencia divina podría ser su causa.
Dicen los teólogos que los milagros son una forma de publicidad de Dios cuando su marketing anda alicaído. Las crisis económicas son los mensajes del capitalismo para recordarnos que las leyes del mercado hay que respetarlas.
Los desastres naturales son los milagros del diablo cuando su marketing anda alicaído.
(Perdóname Rodin: es una broma inocente y respetuosa).
Tengo un primo que no para de intentar seducirme y cada vez la caga más pobre. Lo último que se le ocurrió fue explicarme cómo se hace ilusionismo y me dejó una furia inconfesable porque ahora me pierdo la divertida sorpresa que me producían.
Algunos creyentes necesitan de los milagros para Creer en el Supremo. Otros no.
Dios es todo y las personas que carecen de dinero es porque también carecen de Dios. La falta de dinero no es otra cosa que nuestra falta de fe en Dios. Quienes creemos en Él, no carecemos de nada: Tampoco del dinero necesario, por supuesto.
El dinero es una energia Universal, como la salud, el amor , el conocimiento, etc. Y se puede adquirir por muchos caminos.
Estoy de acuerdo con usted aunque quizá su visión es más limitada que la mía.
Quizá el licenciado ya lo sepa y prefirió no incluirlo, pero hay personas que ven la magia por todos lados. Hasta el simple hecho de que una gata para a sus gatitos, ya le sirve para pensar en la "magia de la vida", y así también con una puesta de sol y la sombra de una cucharacha contra la pared. Qué no harán con el dinero!!!
Es posible que yo tenga algún problema inconciente con el dinero. Me llevo mal con él: cuando él va para el sur, yo voy para el norte, pero lo que me doy cuenta es que eso también me pasa con algunas personas que me interesan mucho. Por ejemplo MI HIJA. Nada menos. Ese sí que es un verdadero problema!
No a todos sorprenden los actos de magia.
La energía dinero a veces no llega porque no se la desea lo suficiente.
No se puede atesorar en abundancia aquello de lo que carece la mayoría. Así de simple.
para ir a la escuela sin molestias debería empezar por librarme de la maestra.
No veo qué le ve ud de mágico al dinero. Lo mágico no es el dinero en sí, sino poseerlo en abundancia.
El dinero mágico es el que te llega inesperadamente, el que se gana trabajando gratifica pero no tiene mucho misterio.
No me parece que debamos enfocarnos en qué consumir; debemos enfocarnos en cómo lograr una distribución adecuada de los recursos.
Lo que más perturba mi inconsciente es el poder real de algunos que se creen magos.
Mi mujer siempre viene con reclamos a la hora del desayuno. Les aseguro que no es una buena manera de comenzar el día.
Cuando mi dinero se convierte en zapatos bailo en un sólo pie.
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