jueves, 25 de noviembre de 2010

Los pobres son la piedra del escándalo

Los hispanos vivimos casi todos en democracia. La excepción la constituye Cuba, que tiene un partido único.

A su vez, todos los hispanos vivimos en países en los que una mayoría son pobres, luego tenemos una clase media más o menos numerosa y un sector muy acaudalado, compuesto por unas pocas familias.

En todos los países democráticos, tenemos por lo menos dos partidos políticos que detentan posiciones antagónicas y que, generalmente son elegidos alternativamente para gobernar.

Casi siempre ocurre que cuando el país cursa un período de auge económico, la mayoría de los votantes cree que esa es una obra del gobierno actual y lo reelige para que la bonanza no se interrumpa. Luego, cuando el péndulo de la economía pasa para el otro extremo (algo que siempre ocurre, más tarde o más temprano), la mayoría de los votantes castiga a los ineficientes y cambia el partido de gobierno.

De más está decir que los avatares de la economía suele no tener mucho que ver con quienes gobiernan, sino que las alternativas económicas (auge o recesión) suelen estar determinadas por agentes (empresarios, guerras, sequías, modas, rumores, expectativas) que están fuera de los límites territoriales de cada nación.

La mayoría de los votantes suponen que los gobernantes deciden su bienestar o malestar, pero esto no es así.

Lo que sí es cierto es que esos partidos políticos que pugnan por llegar al gobierno (atraídos por algún beneficio muy importante que sólo ellos conocen y que yo prefiero no imaginar), tratan de dificultarle la gestión de gobierno a quien tuvo la suerte de llegar.

Como los pobres conforman la clase votante más numerosa, cualquier buena idea que surja para beneficiarlos realmente, será sistemáticamente saboteada por el partido que no la haya propuesto, por lo cual, la pobreza no puede terminarse.

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7 comentarios:

Adela dijo...

La pobreza no se va a terminar porque votemos medidas que favorezcan a las clases más desprotegidas. Son necesarios cambios estructurales. Cuáles? No sé.

Ismael dijo...

Votar no debería ser obligatorio.

Javier dijo...

De todos modos hay partidos y políticos más y menos ineficientes. En cuanto a la corrupción hay en todos lados.

Elbio dijo...

Nadie puede influir mejor que uno mismo en su bienestar.

Sandra39 dijo...

No puede decirse que hay democracia en países donde la mayoría son pobres.

Hugo dijo...

No encuentro que los partidos que se enfrentan en los países "democráticos", tengan posturas antagónicas.

Soraya dijo...

Los pobres importan mucho menos que la delincuencia.