lunes, 15 de noviembre de 2010

Papá Estado

La inexistencia de un «bolsillo tibio y palpitante», provoca desorientación en los funcionarios públicos.

La ausencia de un semejante de carne y hueso, visible, que proteja sus bienes como un buen padre de familia (dueño, empresario, patrón), debilita poderosamente el realismo de quienes venden su fuerza laboral al Estado.

En la cadena de mando, nadie parece tener la suficiente autoridad para obligar a los subalternos, porque las órdenes que imparte no responden a la lógica más elemental que se traduce en la frase: «Haz esto porque para eso te pago».

Ningún funcionario con personal a su cargo puede apelar a esta consigna tan eficaz, comprensible y que mantiene las cosas en su lugar.

En otros artículos (1) he mencionado algo que nos pasa a los humanos al establecer vínculos.

1) Podemos esperar que nos quieran por lo que somos; y
2) Podemos esperar que nos quieran por lo que tenemos y podemos dar.

La primera posición corresponde al niño en sus etapas de desarrollo más tempranas, cuando su condición biológica lo mantiene casi totalmente dependiente de que otros lo cuiden, alimenten, higienicen, acaricien, socialicen.

En esta (¡¡bellísima!!) etapa, ellos son queridos, aceptados y tolerados por lo que son, esto es, niños, hijos, vulnerables.

En la etapa siguiente (a la que ingresamos paulatinamente), se nos piden acciones: controlar los esfínteres, guardar los juguetes luego de usarlos, hacer tareas domiciliarias pedidas por los maestros, etc.

En esta (bella) etapa, ellos son queridos, aceptados y tolerados en tanto y en cuanto entreguen lo que pueden dar de lo que la evolución (crecimiento) les ha proporcionado.

Los funcionarios públicos, no pudiendo entender (por ausencia de quien paga, compra, exige) que están ahí por lo que tienen (fuerza laboral), sólo pueden suponer que están ahí por lo que son y creen ser aquellos amados niños irresponsables.

Nota: El globo de la imagen, dice: «Admítelo, nos perdimos».


(1) Ser o tener, esa es la cuestión
¿Cuánto me cobras?
Polígamo, monógamo o gay
Sinagoga S.A.

Artículos vinculados:

¿Cuántos burócratas ha matado en su vida?
El arte de interactuar con el Estado
Gracias a Dios, todo anda mal

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10 comentarios:

CHECHU dijo...

YA SE LO QUE DICE EL GLOBO DE LA IMAGEN

Orosmán dijo...

Bien Chechu! escribiste más de 3 palabras seguidas!!

Carolina dijo...

Me encantó el chiste gráfico y además es la ilustración perfecta para el artículo. Felicitaciones Doc!

Dahiana dijo...

Los funcionarios públicos (aunque mi intención no es generalizar) hacen las cosas con mucha prolijidad cuando se trata de cuidar intereses políticos (me refiero a quedar bien con sus correligionarios), porque en definitiva estos intereses políticos son en realidad intereses económicos.

James D. dijo...

Yo pertenezco a la categoría "trabajador adolescente".
Sé que me pagan mis vecinos, pero yo me revelo.

Lola dijo...

Quiero que me quieran.
Estoy dispuesta a darlo todo...

Pablo dijo...

Soy funcionario público y no admito que ud se crea con el derecho de calificarme como "niño irresponsable".
Usted tiene el hábito de insultar a las personas que no comulgan con sus creencias, aunque quiera mostrarse como alguien muy abierto.
Si usted supiera lo que es trabajar en el BROU, opinaría de otra manera. Son muchas las presiones y grande la exigencia. Y acá nadie toma té ni pierde el tiempo.

Selva dijo...

Acaba de sugerirme una idea, las etapas de la vida sufren una degradación que va del "bellísimo" al "feísimo". Pero por suerte esto no es más que una generalización. A veces una parece tener todo a favor y no se siente bien, ni consigo misma, ni con la vida. Otras veces tiene unas cuantas nanas pero está llena de proyectos y entusiasmos.

Bernardo dijo...

Me gustó eso de "bolsillo tibio y palpitante". Así es como quedan mis bolsillos cuando me encuentro con la Luján. Qué hermosa la Luján! Toda bondad la Luján! Colosa!
Yo le doy lo que tengo y lo que no, con tal de que no se me vaya de la vida. Su amor hace que los bolsillos de mi pantalón estén tibios y palpitantes. Después quedan fríos, muertos, vacíos, exprimidos. Dan pena, mire. Pero aunque quede exausto y sin un cobre, la peregrinación a la Virgencita del Luján vale cualquier sacrificio, por la amorosa protección que me brinda.

González dijo...

Los trabajadores no estamos para recibir órdenes de nadie. Tenemo que defender nuestros derechos compañeros. Los derechos por los que hemos luchado. NO CLAUDICAR DE NINGUNA CONQUISTA, COMPAÑEROS!
Si la patronal nos paga con lo que nos roba, NOSOTROS NO MASCAMO VIDRIO COMPAÑEROS!
Entonces yo le pregunto al patrón capitalista y corrupto: qué sería de todos sus lujos sin nuestro trabajo? qué sería de sus cuentas bancarias y sus capitales de riesgo? qué sería de su respetabilidad burguesa, le pregunto!
UNIDOS SOMOS LA FUERZA Y EL FUTURO!
Por eso defendamos nuestra fuente de trabajo. Algún día será nuestra. LA FÁBRICA PARA QUIEN LA TRABAJA COMPAÑEROS! Pero mientras el capitalismo decrépito siga con vida, no seamos nabos compañeros. Al jefe hay que rendirle porque el laburo no sobra, y eso lo sabe muy bien cada uno de ustedes.
POR NUESTRAS FAMILIAS! NO MÁS PAROS, NO MÁS DESCUENTOS! NO MÁS DESTRATO AL USUARIO EGOÍSTA, HIJO DEL CAPITALISMO ABYECTO! Necesitamos al usuario para nuestra supervivencia. Qué pasa si quiebra la empresa?! Cuál será la ayuda del estado compañeros?! El futuro es incierto. Defendamos lo nuestro.
A laburar y bajar las guampas, compañeros...
hasta la próxima. chau.