viernes, 27 de mayo de 2011

El hambre le pone el hombro al hombre

El idioma castellano admite una combinación de palabras con sentido, que podría constituirse en un motivo más de la pobreza patológica.

Cuando queremos referirnos a la realización de un esfuerzo colectivo, solemos utilizar —en los países hispanoparlantes—, la expresión «ponerle el hombro».

Con esa expresión significamos apoyar, patrocinar, impulsar, colaborar, levantar, estimular, afirmar, apuntalar, auxiliar, socorrer, asistir, financiar, proteger, amparar, promover, favorecer, inspirar, avivar, excitar, propulsar, hacer avanzar, intentar que progrese, que avance, que salga adelante, que tenga éxito, que se convierta en un logro, que triunfe, que gane, etc.

Agrego otra idea: el idioma genera efectos en nuestra mente. El lenguaje nos llega en forma sonora (por el oído) o en forma visual (escritura). Ambos estímulos son agentes de cambio.

Cuando oímos o leemos ¡cuidado!, quiero casarme contigo, eres hermosa, estás despedido y cualquier otra expresión, aunque no sea tan dramática, algo cambia en nuestra anatomía y fisiología a pesar de que no siempre registramos ese cambio (rubor, miedo, alarma).

Agrego otra idea: cuando nuestro idioma nos llega con una armonía especial, el efecto mencionado se potencia. Una idea expresada con una buena rima es más conmovedora, eficaz y recordable que un conjunto de palabras discordantes, escasamente conocidas o de baja connotación.

Existe una oración que es sintácticamente posible pero que nunca la oímos. Esta diría: «El hambre le pone el hombro al hombre».

Como se ve, con tres vocablos casi idénticos, podemos formar una idea muy significativa.

Aunque nunca es verbalizada, oída ni publicada, esa oración es potencialmente existente y esto nos permite proponer que, para los hispanoparlantes, el hambre (las ganas de comer, pero también las necesidades, las escaseces, los deseos), es generadora de energía para el ser humano.

En suma: Quizá busquemos tanto el hambre (propiciando la pobreza patológica) como otros estímulos, excitantes o combustibles.

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11 comentarios:

el poeta dijo...

"El hambre le pone el hombro
al hombre"
Y el hombre solo, qué voraz y hambriento estaba.
Sus hombros caídos y sus brazos...
Su blusa bermeja...
El hambre del hombre que pelea
con la brisa húmeda;
el hambre del hombre trémulo
que hombrea el mal tiempo.

Ernesto dijo...

La escacez genera energía, salvo cuando se vuelve crónica.

Ma. Eugenia dijo...

Cuando los y las reclusas se cortan; estarán autocastigándose?

Maruja dijo...

El doctor me prohibió leer novelas de suspenso porque me sube el colesterol.

Soledad dijo...

En el cine veo, oigo y leo "te amo", y una pareja se besa. Miro a mi lado... el gordo sigue comiendo pop.

Rulo dijo...

Ponerle el hombro es bancársela.

Nelson dijo...

El jefe dice que pongamos el hombro y al rato está con que nos pongamos la camiseta. Lo cierto es que siempre hay que poner algo de uno.

Lucas dijo...

A los reyes hay que hacerles reverencias para que algo cambie en su fisiología y les haga creer, que son superiores a nosotros.

Anónimo dijo...

Ya no fumo, pero seguiré diciendo "gracias por el fuego".

Antonia dijo...

No quiero tener que pasar necesidades para salir adelante.

Nemo dijo...

En los países hispanos se usan parlantes para que los cambios entren por el oído.