Es posible pensar que los ricos padecen un excesivo temor a la muerte. Los pobres también la temen, pero menos.
Si yo soy fanático del cuadro de fútbol A, puedo tratar de convencer a mis amigos para que también lo sean.
En caso de que para mí sea una «cuestión de vida o muerte» estar rodeado de gente fanática de ese equipo A, quizá me ponga más insistente y obligue a quienes me rodean para que se afilien, defiendan, griten, ovacionen, alienten a «mi cuadro».
Si el fanático siente que la competencia deportiva pone en riesgo su vida (honor, amor propio, orgullo), aumentará las dosis de agresividad intolerante hasta niveles notoriamente irracionales.
Durante los siglos 19, 20 y lo que va del 21, la humanidad capitalista (casi todo occidente) ha estado enfrentada a una contradicción: quienes producen la riqueza son pobres y quienes no la producen son ricos.
¿A qué clase socio-económica pertenecen los soldados que pelean en los frentes de batalla? Otra vez nos encontramos con los pobres. ¿A qué clase socio económica pertenecen los oficiales que dan órdenes a los que le ponen el pecho a las balas? Otra vez nos encontramos con los ricos.
Este planteo tradicionalmente se explica diciendo que los ricos explotan a los pobres y lo reafirmo diciéndolo al revés: los pobres son explotados por los ricos.
En otro artículo (1) les comentaba que las personas más temerosas a morir de hambre son las que exageran las precauciones y terminan enriqueciéndose mucho más de lo necesario.
Aunque sé que lo que digo no es obvio, igual me arriesgo: es probable que la riqueza sea una consecuencia del miedo, de un apego neurótico a la vida, de un horror desquiciado a la muerte.
Anda por ahí una frase que dice: «El dinero es cobarde».
(1) Obesidad y enriquecimiento patológico
Artículo vinculado:
El cine nos educa para ser pobres y valientes
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8 comentarios:
Aquellas personas que se han enriquecido fundamentalmente a consecuencia del miedo, tendrán grandes dificultades para arriesgar invirtiendo su capital o para destinar parte de sus ganancias a la promoción social.
En este artículo usted da dos elementos clave en la motivación de muchas personas, para optar por la izquierda en la esfera política: quienes producen la riqueza son pobres; los pobres son explotados por los ricos.
Los ricos generan riqueza con sus ideas, su dinero y su trabajo.
Los ricos generan puestos de trabajo y favorecen el desarrollo.
Si bien Eduardo tiene razón, es el pobre (no el indigente) quien realiza los trabajos más pesados y peor pagos. El pobre genera riqueza con su sacrificio y es mal recompensado.
El miedo excesivo a morir puede generar distintas conductas en las personas. Estoy de acuerdo en que una de ellas sea el enriquecimiento, como vehículo para apoderarse de la vida.
Perder dinero, sea de la forma que sea, implica perder la retribución a muchas horas de trabajo, de vida, horas que se "perdieron" en la ilusión de generar más vida.
El trabajador independiente a veces se hace la ilusión de que nadie lo explota. En realidad eso depende del equilibrio que logre entre costos y beneficios. El explotador puede ser la organización social, no tiene por que tener cara, nombre y apellido.
Todos, quien mas, quien menos, tenemos un frente de batalla en el que no nos queda otra que ponerle el pecho a las balas.
Pero más allá de eso, ud tiene razón, siempre son los pobres los que más salen perdiendo en las guerras. Para peor luchando por intereses de los ricos.
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