Cuando estamos desarrollándonos precisamos tomar a otros como ejemplo a seguir, pero una vez desarrollados, sólo podemos ser modelo para otros.
Muchos ciudadanos participamos con mayor o menor intensidad en la lógica perversa que expuse en otro artículo (1).
Ahí proponía el siguiente razonamientos:
1º) Hacer las cosas cuidadosamente da más trabajo que hacerlas con descuido ... aunque ahora reflexiono y digo: a la larga uno trabaja más horas cuando tiene que hacer lo mismo más de una vez porque el descuido provocó desperfectos…, pero, vuelvo al principio, esto no es importante porque haciendo las cosas mal, si bien las hago más veces y pierdo más tiempo por negligente, lo cierto es que hago lo mismo cuando compro a crédito, pues termino pagando mucho más (por los intereses) de lo que hubiera pagado juntando el dinero para hacer la compra al contado.
2º) Nuestros gobernantes son quienes a la postre nos marcan cuál es (o debería ser) la máxima eficiencia, capacitación, esmero, coherencia, ética.
3º) (Conclusión deductiva) A muchos ciudadanos les conviene que sus gobernantes sean un pésimo ejemplo para que el modelo a imitar sea más sencillo, demande poco esfuerzo y los haga sentir tan valiosos como ellos.
Con estas ideas para elaborar, me pregunto cuál sería la mejor opción de vida para que en lo personal, individual y familiar, podamos obtener los mejores resultados.
No creo que los gobernantes deban erigirse como ejemplos para nuestra existencia. Ni los políticos ni los filósofos, ni los ricos, ni los obispos, ni nuestros padres biológicos.
Aunque reconozco que da un poco más de trabajo, es probable que cada uno pueda diseñar la filosofía de vida que mejor le parezca, analizando por sí solo cómo es la naturaleza y el mercado, para luego adaptarse lo más placenteramente posible a ambos.
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13 comentarios:
Los modelos que nos determinan, no son aquellos que imitamos a conciencia.
A veces pagamos a crédito porque tenemos necesidades impostergables, y otras veces porque no podemos postergar ciertas necesidades.
Sí... es sospechoso que hablemos siempre tan mal de los gobernantes.
Cuando a la mayoría de los ciudadanos nos convenga que los gobernantes sean un pésimo ejemplo, será el fin de toda esperanza.
Pero muchos intelectuales dicen que los jóvenes necesitan modelos.
Estoy de acuerdo con usted en que es favorable y necesario que cada persona defienda su individualidad; claro que sin desconocer las necesidades y derechos de los otros y del colectivo.
Menuda tarea, Ingrid!
No siempre hay que adaptarse. A veces hay que sublevarse.
Pienso que una cosa es un ejemplo de vida y otra tomar a alguien como ejemplo. Hay personas que llegan a constituírse como ejemplos de vida, pero eso no significa que debamos imitarlas. Nos sirven como inspiración, nos alientan.
La expresión "nadie es más que nadie" tiene, a mi juicio, una parte correcta referida al valor de cualquier vida humana, y otra incorrecta, porque no es lo mismo ser "derecho que traidor, ignorante, sabio, chorro, generoso, estafador".
Mi filosofía de vida tiene un diseño moderno, aunque por dentro podríamos decir que es como una vieja casa reciclada.
A los ciudadanos les conviene que los gobernantes sean un pésimo ejemplo. A los ciudadanos del partido opositor.
En los equipos de gobierno hay personalidades muy variadas. Lo que ellos nos marquen dependerá de cuáles sean los gobernantes que tomemos como ejemplo.
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