lunes, 5 de septiembre de 2011

El valor económico del amor

Necesitar y querer (amar) a un trabajador siempre repercute en la cantidad de dinero que le entregamos a cambio de acompañarnos, ayudarnos, aconsejarnos, protegernos, enriquecernos.

Le pagamos más dinero a quienes tienen mando (líderes, jerarcas, jefes).

¿Por qué les pagamos más?

Una explicación está en que cumplen tres condiciones:

— Saben organizar, ordenar y hacer cumplir sus órdenes;
— Son necesarios para el funcionamiento de los equipos de trabajo;
— Son escasos, muy pocos tienen esa característica personal.

Es una lógica del sistema capitalista que los precios (incluidos los salarios) resulten de la oferta y la demanda del mercado, es decir, que la demanda ofrezca más y más dinero para comprar algo (un bien o un servicio), hasta que esa cantidad de dinero sea tan deseada como el bien o servicio adquirido.

En otras palabras: si en un mercado de libre competencia pago 100 por un bien (o servicio), es porque para mí el uso que puedo darle a esos 100 es igual o inferior (nunca superior) al bien que estoy comprando.

Si a un jefe le pagamos 1.000 es porque la utilidad que tienen para nosotros esos 1.000 es igual o inferior a la productividad, tranquilidad y eficiencia que nos aporta ese trabajador.

Tenemos que pagar esa cifra porque no hemos conseguido a nadie que nos ofrezca lo mismo por 900.

El desempeño de este jefe a quien le pagamos más que a los demás trabajadores, logra que la productividad general de quienes están a su cargo genere ganancias que nos permiten pagarle más que a otros empleados.

No fue fácil encontrar a este líder y nos alegramos mucho cuando se incorporó a nuestra empresa.

Por eso lo queremos, lo amamos, lo deseamos, lo necesitamos, lo extrañamos cuando se toma licencia y por todo eso le pagamos 1.000 y no menos.


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12 comentarios:

Ernesto dijo...

A los trabajadores los aman más cuando negocian su salario de manera colectiva.

Olegario dijo...

Después de mucho buscar, encontramos el líder que necesitábamos.
Varios años después, cuando nuestro líder murió, nuestros hijos y nietos preguntaban; querían saber de él.
Entonces nuevamente tuvimos que buscar al líder que necesitábamos, para poderles contar a los muchachos, como "era" nuestro líder.

Tiago dijo...

Mi amigo se incorporó con tanto fervor a la empresa, que el logo le quedó tatuado en la espalda.

Ma. Eugenia dijo...

Se consigue más amor cuando uno se destaca?

Roque dijo...

Parecería que en el plano laboral sí, Eugenia, pero en otros planos, como puede ser el de la amistad, yo por ej, los amigos que más quiero, no tienen nada fuera de lo común.

Beatriz dijo...

Si me regalan un Mercedes Benz de 100.000 dólares, significa que yo puedo brindar servicios humanos por mucho más valor!

Anónimo dijo...

Mi novio me dejó por otra que no le pide nada. Qué mediocre.

Norton dijo...

Cuando no se supervisa el trabajo, se termina pagando más de lo necesario.

Graciana dijo...

A veces están tan contentos con ese líder al que taaaaanto necesitan, que nunca se puede tomar vacaciones.

Eladia dijo...

El que ofrece lo mismo por 900, hace competencia desleal.

Germán dijo...

Lo más difícil es encontrar encargados que te brinden tranquilidad.

Anónimo dijo...

Cuál es la diferencia entre pagar por un trabajador y pagar por una esposa?