Una lógica tan rígida como la usada por la informática nos conduce a saber que somos corruptos.
La expresión coloquial «Sí, es lógico» con la que se aprueba la formulación de algún razonamiento pudo haber surgido de la palabra de origen griego «silogismo».
El más clásico utilizado por los profesores se plantea así:
1º) Todo ser humano es mortal;
2º) Aristóteles es un ser humano;
3º) Aristóteles es mortal.
Como puede verse, se trata de un razonamiento irrebatible.
La clave para que no falle está en la veracidad de las premisas 1º) y 2º) porque la conclusión deriva de ellas.
Ahora que trajimos al presente algo que nos enseñaron hace años, quedamos en condiciones de hacernos un silogismo para nuestro uso abordo (en este artículo).
1º) Todo ser humano se equivoca;
2º) Los políticos son seres humanos;
3º) Los políticos se equivocan.
Cuando se inventaron los silogismos no existía la computación pero ahora podemos hacernos un programita que permita sustituir la palabra «equivoca» por otras que también sean características propias del ser humano, y así habremos construido un software capaz de informarnos sobre qué son los políticos.
Claro que para hacer este programa no necesitamos saber tanto de informática como de nosotros mismos.
Nos encontramos entonces que para desarrollar este generador de atributos de los políticos tenemos que remontarnos otra vez a la Grecia clásica para cumplir el requisito de «conócete a tí mismo».
Aunque también podemos cambiar de objetivo y, en lugar de generar una lista de atributos de los políticos, invertimos el funcionamiento e ingresamos en la conclusión 3º) lo que ya sabemos de los políticos para que nos diga qué somos nosotros como seres humanos.
Y cuando ponemos en el punto 3º) que «Los políticos son corruptos», el punto 1º) mostrará «Todo ser humano es corrupto».
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8 comentarios:
Brillante Mieres! Este artículo le salió redondito!!!
Esto vale para los políticos y para cualquier otro palo.
Y por qué tanto afán en demostrar que todos somos corruptos?
Claro! Es muy fácil decir que Aristóteles es mortal. Ahora que ya se murió!
La diferencia está en que algunos tienen la corruptela a flor de piel y a otros hay que buscársela con lupa.
El marino se aboca
a tarea solitaria,
porque bien se sabe
es cosa ardua
responder al que provoca
con paciencia y cautela
como enseñan en la escuela.
De quien cumple la función pública, uno espera las mejores cualidades.
Lo más razonable sería esperar narcisismo, Edgardo.
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