miércoles, 26 de marzo de 2008

El príncipe azul... desteñido

Como en casi todos mis pensamientos, busco hasta en los lugares más insólitos dónde se agazapan los motivos menos sospechados de dificultar la tarea de ganarse el pan de cada día.

En nuestra cultura occidental tenemos tres sectores de actividad, poblados por diferente cantidad de trabajadores: 1) el sector primario (cultivos, ganadería, industrias extractivas, pesca); 2) el sector secundario (industrias en general) y 3) el sector terciario (los servicios en general).

Los países que tienen una cultura bastante desarrollada, con buenos niveles educativos, con escasos porcentajes de indigencia, poseen a la mayor parte de la población desempeñándose en el sector de los servicios (terciario).

Cambio de tema: Muchas mujeres sueñan con ser desposada por un príncipe azul, que le fecunde hijos hermosos y sanos, que posea el don de ganarse la vida con elegancia, sin tener que estar fuera de su casa durante casi todo el día, que tenga la posibilidad de dar órdenes (propietario, gerente, presidente). En suma, si así es su príncipe azul, entonces prefieren a un hombre con escasa vocación de sacrificio, con mucho afán de logro pero nada servicial, ni humilde, ni sacrificado.

Este modelo de galán es el menos apto para triunfar en nuestras economías donde la vocación de servicio, laboriosidad y empeño nos convierten en algo más parecido a un esclavo que a un amo.

Dicho de otro modo: las mujeres deberían buscar hombres que también fueran buscados por el sistema capitalista que tenemos instalado. Si las mujeres buscan un tipo de hombre diferente al que pide el mercado laboral, la sociedad está en un problema de productividad.

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13 comentarios:

Anónimo dijo...

Las mujeres son la especie más importante para el ser humano. Son el eje del mundo aunque funcionan en segundo plano. Es más, es tan importante lo que hacen que no pueden estar en primer plano porque esto equivaldría a perder un tiempo precioso.

Anónimo dijo...

De todos mis amigos y colegas, el único que le presta atención a la informática soy yo y eso les da lugar a criticarme en serio y en broma.
Estoy convencido que no manejar estos recursos hoy en día, equivale a no entender cómo funcionaba el lápiz de grafo en el siglo XX.
Entre mis amigos se formaron 3 parejas que se prefieren así, primitivos, rurales, decimonónicos, pero -ojalá me equivoque- no les veo mucho futuro en el plano material. Quizá podrían haber sido excelentes hippies.

Anónimo dijo...

En mi país existe un movimiento sindical muy fuerte y está liderado casi exclusivamente por personas de izquierda. Esta corriente ideológica parecería tener un mayor apego a todo lo que sea natural, artesanal, espontáneo y simultáneamente, un rechazo a lo tecno, lo empresarial, lo comercial, al sector terciario. Son personas muy influyentes porque son formadores de opinión y creo que seguramente influyen para que nuestra productividad como país sea menos de la que podría. Claro que el estar rescatando aspectos tan importantes como la naturaleza y la solidaridad es un beneficio que no se paga con nada.

Anónimo dijo...

Nunca había sospechado que en realidad soy medio haragán. Pero que esconde eso de ser haragán, eh! profundicemos. Soy haragán porque lo que hay no me motiva.

Anónimo dijo...

¿Cómo es que tenemos tan desarrollado el sector terciario, si no pertenecemos al 1er mundo y estamos llenos de tierras fértiles y de vacas?

Anónimo dijo...

Algunos príncipes de las películas eran muy sacrificados porque tenían que estudiar mucho y hacer deportes; además la filosofía de la época les enseñaba que era una virtud ser serviciales y humildes. Esas películas creo que mostraban príncipes orientales (no de la provincia, por supuesto). Pero es cierto nosotros somos orientales de la cultura opuesta.

Anónimo dijo...

No me gusta el perfil de los príncipes de nuestra cultura ¿entonces para qué busco un príncipe? GRACIAS POR AYUDARME A PENSAR LICENCIADO

Anónimo dijo...

díganme si es fantasía mía o es cierto ¿los creativos, publicistas, no son así, de esos que se laburan todo pero igual son serviciales y humildes y una los ve como príncipes?

Anónimo dijo...

Lo que no me cierra es porqué se viene promoviendo tanto el desarrollo de la microempresa. Capaz que por ese lado todavía podemos esperar un príncipe, pero no azul, por favor, un príncipe con los huevos bien puestos!

Anónimo dijo...

A mi lo que me dificulta ganarme el pan es el vino.

Anónimo dijo...

Nuestro sector primario se está vaciando igual que el país.
Me parece buenísimo que hayan empezado a enseñarle a los niños a cultivar en las escuelas. Dicen que mucha gente se va del campo porque no tiene otro remedio.

Anónimo dijo...

Con las industrias pasa lo mismo o peor que con el sector primario. Por eso ahora la izquierda está más afín a las inversiones extranjeras.

Anónimo dijo...

Ahora que se puso de moda que los hombres cocinen vamos a tener príncipes de mejor calidad.