No estaría mal pensar que nos molesta tanto la mentira porque nos cuesta admitir que la verdad no existe.
Por sinceridad suele entenderse la coincidencia entre lo que uno piensa y lo que uno dice. Pero no hay que ser muy filósofo para darse cuenta que lo que uno piensa cambia con el tiempo, las circunstancias, los estados de ánimo.
Es cierto que para evitarse el disgusto de aceptar que la verdad no existe, uno trata de sostener siempre la misma posición a lo largo de la vida siendo que en su corazón hace tiempo que ya no puede creer en eso (en una religión, en los símbolos patrios, en los postulados de un cierto partido político, y otros.)
Quién dice embargado por la emoción «Te amaré toda mi vida», es sincero porque dice lo que en ese momento está sintiendo y además porque no puede admitir que él no sabe por dónde andarán sus afectos dentro de un tiempo más o menos corto.
Repito: que la verdad no existe puede ser una verdad ... que a su vez no exista.
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19 comentarios:
Suelo ser de los primeros en dejar un comentario y -sin pretender marcar la cancha- estoy notando que su prédica sobre la falta de certezas me está fatigando.
Es una fatiga psicológica, en realidad no estas fatigado, crees estarlo, suponés que no pretendes marcar la cancha. Vives en un mundo paralelo y eso te angustia. Mi psiquíatra me sacó esto con unas pastillitas blancas con pintitas rojas que me van muy bien con los zapatos de tacones color negro brillante.
Alguno de mis amigos ya me ha dicho que lo tengo aburrido con mis quejas de que quiero ser otro, que ya no me interesa casi nadie de mi familia, que cuando canto el himno no se me eriza la piel, que las tradiciones de mi país me parecen cada vez más carentes de sentido. ¿Por qué ahora casi todos los pueblos me interesan por igual? y no demasiado, no vayan a creer.
No sé que tengo, todo me aburre, casi nada tiene mucho sentido para mí. Quiero ser otro, quiero empezar de nuevo. Quiero borrar mi personalidad y quedarme solamente con dos amigos, mi novia y mi perro.
Otra cosa que cambia, y generalmente para mal, es el cuerpo. La vejez, la pérdida del cabello, la gordura en el estómago, la várices, las arrugas en la frente, la bolsa debajo de los ojos, las manchas en las manos, las primeras canas, ... Nada de todo esto puede ser real.
Raúl precioso, no entendés nada de informática así que jamás llegarás a leer este comentario que hace tu osita panda de azúcar y miel, pero ya me tenés aburrida. Me cuesta decírtelo porque estás creyendo que todo sigue igual y que además es imposible de que algo cambie. Supones que como tu no cambias entonces nada cambia.
Este es mi primer ensayo para hablar sinceramente con Raúl públicamente, pero todavía no me alcanza el coraje de serle sincera.
Mi primer trabajo fue como guía turístico en escursiones a Bariloche y envidiaba profundamente a los mieleros que estaban abrazándose y besándose continuamente, aún después de la primer, segunda y tercera noche de hotel.
Yo si que he cambiado. Ahora soy mucho menos envidioso.
Es bueno tener en cuenta que existen dos tipos de verdades: La verdad material y la verdad psicológica. Una verdad material podría ser "Júpiter está más lejos del Sol que la Tierra" y una verdad psicológica podría ser "Dios existe".
Si pretendemos comparar una con la otra caemos en la clásica confusión de "peras con manzanas".
La sinceridad es un valor que debemos cultivar para tener amigos, pero como psicóloga y lectora habitual de estos blogs, iría un poco más lejos y diría que la coherencia es lo que tenemos que practicar para tener amigos, novio, parientes, trabajo, pacientes.
Nuestros seres queridos y respetados se perturban grandemente cuando encuentran en nosotros incoherencia, inclusive a lo largo del tiempo. Lo toman como una especie de tración hacia ellos o como una falla en nuestra salud mental que los aleja
Entonces lo que debemos cultivar con mucho esmero es LA COHERENCIA, y no sólo la del discurso sino además la de los actos y la de unos con otros.
Estoy de acuerdo con planeta pero a mi me pasa algo desgraciado. Soy sincera pero hay algo en mí que a la mayoría de las personas les hace pensar que no lo soy. He llegado a pensar que tengo atrás mío un ser maligno que cuando hablo con alguien, se asoma y le hace gestos burlones, grotescos, como si gritara sin audio y cuando me doy vuelta de golpe desaparece, entonces la gente me queda mirando porque, claro, no entiende por qué estaba hablando lo más bien y de golpe hago esa maniobra como si fuera un tic incontrolable.
Necesito un psicoanálisis urgente. ¿Ud atiende licenciado, porque yo también vivo en Montevideo?
La verdad existe en el instante.
Un escritor ruso superconocido dijo algo así como que la mentira nos llevará al conocimiento de la verdad. Para mi fue un error de traducción, debe ser que la ficción nos llevará al conocimiento de la realidad.
Pobre Estrella, de tan fatigada que debe estar me imagino que debe brillar con mucha timidez. ¡Vo loca! sacate de la cabeza que podés ser coherente.
Ya está dicho y cantado "cambia todo cambia" ojalá en algunas cosas cambie para bien, como asegura mi pandita divino.
A mi corazón le habría gustado no quedarse sin religión, no abandonar su partido político y haberse casado una sola vez y para siempre, pero será que tengo una fuerte sinceridad.
Creo que es más fácil ser sincero en las cosas importantes que en los detalles pequeños. No me preguntes por qué. No tengo ganas de pensar.
Pienso que la estabilidad en los afectos positivos es la fuente de gratificación más grande.
¡Cómo que la verdad no existe! Justo ahora lo dice cuando acaban de aumentar el catálogo allá en Roma.
Puede que tenga razón con eso de la verdad, la sinceridad y la coherencia, pero lo cierto-certero es que PEÑAROL ES UN SENTIMIENTO !!
La verdad si existee ...
Una parte de la torta siempre siempre siempre va a ser menor que la torta.
La verdad no es relativa. Es una, necesaria, universal y argumentada
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