miércoles, 23 de julio de 2008

Emigración interna

En mi artículo titulado Las mujeres podrían trabajar argumento sobre porqué las mujeres deberían contar con la opción de realizar tareas remuneradas económicamente, pero que no es razonable que estén obligadas a hacerlo.

La Organización Mundial del Trabajo, en su informe de marzo de este año 2008 indica que ahora son 1.700 millones de mujeres las que están trabajando o buscando trabajar. La cifra más alta en la historia de la humanidad.

También agrega que ellas acceden a puestos de baja productividad, mal remunerados, inseguros, sin protecciones sociales básicas y escasamente sindicalizados.

Estas últimas particularidades tienen una llamativa semejanza con las condiciones laborales a las que acceden la mayoría de los inmigrantes a los países del primer mundo.

Con estas ideas podemos pensar que las mujeres de un país cualquiera están asignadas naturalmente a una tarea que, si bien es la más importante de todas (la conservación de la especie), no están adecuadamente valorizadas. Como la salud mental de cualquier persona depende de que sea valorizada con justicia, ellas se ven compelidas a emigrar (dentro del propio país) al mundo laboral de los hombres y ahí son tratadas como se trata a los emigrantes: asignándoles puestos de baja productividad, mal remunerados, inseguros, sin protecciones sociales básicas y escasamente sindicalizados.

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19 comentarios:

Anónimo dijo...

El mayor número de mujeres de bajos ingresos quizá correspondan a países en los que toda la población está mal y muy mal.

Anónimo dijo...

Tengo varias mujeres empleadas acá donde estoy escribiendo y ellas tienen dos grandes problemas: Faltan muy a menudo por la enfermedad generalmente de gente de su familia y además suelen tener más inestabilidad emocional que los hombres. ¿No justifican ambas particularidades que ganen un poco menos?

Anónimo dijo...

No hay duda de que las mujeres y los hombres ante ciertas tareas no demuestran ninguna diferencia en productividad. PERO EN OTRAS SÍ. X Ej:¿por qué hay tan pocas cirujanas?

Anónimo dijo...

Las mujeres tenemos que trabajar porque los hombres no son capaces de ganar lo suficiente. Lo lamento. Se esfuerzan pero no llegan.

Anónimo dijo...

Mi esposo gana lo suficiente pero es insoportable quedarse acá dentro encerrada haciendo tareas que nadie valora. Quiero empezar a trabajar cuanto antes. Mis hijos ya no me necesitan y mi esposo menos.

Anónimo dijo...

Donde trabaja mi marido está lleno de mujeres que si me gusta a mí también le gustará a ellas y no me gusta compartirlo por nada del mundo. Tengo que competir de igual a igual con ellas.

Anónimo dijo...

Está muy buena esa forma de describir que las mujeres somos inmigrantes en el mundo masculino. Es así no más! Triste pero cierto!

Anónimo dijo...

Mi ídola es Martha Stewart, la norteamericana que como empresaria es una tigra. Si fuera como ella no estaría tan estresada, amargada, angustiada, quejosa, insegura.

Anónimo dijo...

Nuestra época está cambiando la cultura. Los valores actuales no son los mismos de hace 20 años, sin embargo también es cierto que anatómica y fisiológicamente somos iguales.

Anónimo dijo...

No conozco ninguna mujer, por exitosa que sea, que no sea quejosa. Siempre sienten que otros ganan más, otros son más privilegiados, otros tienen más suerte. ¿Qué les pasa?

Anónimo dijo...

El cuerpo de las mujeres es precioso para disfrutarlo pero me parece que es complicado para administrarlo. El nuestro es más llevadero. Tiene un mantenimiento más sencillo. jajaja

Anónimo dijo...

Leí el informe de la O.I.T. al que ud se refiere y en ningún momento sugiere que esté mal que las mujeres trabajen. Supongo que ud lo que hace es comparar lo teóricamente correcto con lo que la realidad nos viene mostrando como existente.

Anónimo dijo...

Cómo sería la situación si en la conyuntura adecuada los hombres tuviéramos que emigrar al mundo de las mujeres? Seguro que nos iría tan mal como a ellas, pero ¿cuáles serían nuestros problemas?

Anónimo dijo...

Creo que las mujeres reivindicaron algo que les parecía maravilloso, fueron tan eficientes que lo lograron y ahora no pueden reconocer que trataron de conseguir algo que las perjudicaba (ser mujeres y hombres al mismo tiempo).

Anónimo dijo...

Se imaginan que lío tenemos si aprueban una ley de expulsión de inmigrantes indocumentadas en el mundo masculino (¡TODAS ESTÁN INDOCUMENTADAS!) JIJIJI

(Es una broma ¿se nota verdad?)

Anónimo dijo...

Ellas ahora sufren las consecuencias de ser tratadas como inmigrantes dentro de sus respectivos países, pero así como ganaron ser contratadas en el mundo laboral, ahora lucharán para conseguir la igualdad de derechos.

Anónimo dijo...

Me parece que el capitalismo tiene vida para rato, aún con gobiernos de izquierda, pero lo que está haciendo falta es agregarle el componente famenino para suavizar algunas aristas muy inhumanas que le van quedando y que lo hacen parecer como un sistema inadecuado.

Anónimo dijo...

Acuérdense lo que les dice un tonto: ¿saben cómo se termina todo este rollo? Cuando hombres y mujeres concurran cada vez menos a sus respectivos lugares de trabajo y sólo ejerzan sus funciones desde sus casas, a través de la compu. Así va a hacer. Lo veo con total claridad.

Claro que los trabajadores que construyen edificios tendrán que seguir haciéndo en forma presencial. :-)

Anónimo dijo...

Cada vez habrá menos divorcios porque las parejas ya no pierden el tiempo en contraer matrimonio. Para que esto dé resultado, ambos deben tener la suficiente independencia económica. Eso permitirá que hombres y mujeres estén juntos sólo cuando lo deseen y no por el imperativo material que convierte al hogar en una cárcel.