viernes, 4 de julio de 2008

Vientre de alquiler

No soy mujer pero me imagino que tener útero y senos debe ser algo fantástico aunque el sangrado menstrual quizá sea molesto.

A mi me gustaría poder gestar un hijo y tener senos para darle de mamar y sentirme el ser más poderoso de la tierra. Y cuando el niño fuera grande, muy probablemente querría tener otro y otro.

También me gustaría como varón que soy y ya que la naturaleza no me permite acceder a lo máximo, al menos cobrar el segundo premio, teniendo la posibilidad de crear algo que me provoque un sentimiento parecido al que tiene una madre. Por ejemplo hacer una escultura bellísima, pintar un cuadro que emocione a quien lo mire, escribir una novela que haga volar la imaginación de los lectores.

Como pertenezco a esa mayoría de hombres que tampoco accede al segundo premio porque el talento que me tocó es insuficiente, procuré obtener el tercer premio: Trabajar haciendo algo que los demás me lo compren. Hacer algo con mis manos, diseñado por mí, fabricado por mí, llevado al mercado por mí, ofrecido, vendido, entregado y cobrado por mí.

Pero miren que triste historia la mía: Por razones que no vienen al caso, vivo en una gran ciudad y trabajo en una fábrica donde mi participación en el producto es bastante pequeña. Recibo unas piezas que no se parecen a nada concreto, les agrego algunos cables de diferentes colores y según me comentaron los que trabajan conmigo, eso termina siendo un televisor que ni sé qué marca le pondrán en el comercio que lo vendan.

En estas condiciones estoy desmotivado para ganarme el salario, como supongo que cualquier mujer estaría desmotivada para tener hijos que no pudiera conocer después de parirlos.

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19 comentarios:

Anónimo dijo...

¿El embarazo masculino lo atienden los urólogos?

Anónimo dijo...

Me hicieron un mama-nicolau y me dio bien. Ahora me falta la pecho-grafía y por un año no me hago más controles.

Anónimo dijo...

Este relato me hizo acordar a la novela La Caverna de José Saramago (por lo del fabricante de cerámica que no le va bien).

Anónimo dijo...

Eso de ser artista y por ahí canalizar nuestro deseo creativo frustrado es temporal. Yo tuve un sueño profético en el cual veía clarito como una computadora era capaz de reproducir hasta el intinito cualquier obra pictórica o escultórica que le pusieran delante.

Anónimo dijo...

He leído que desde Henry Ford para acá, el trabajo se ha convertido en el verdadero castigo. La cadena de montaje le quita protagonismo al tarbajador, lo convierte en un engranaje más, lo cosifica, y eso le baja el rendimiento y su vida se convierte en algo desastroso.

Anónimo dijo...

No me llamaba la atención que a muchas mujeres les gustara ser varón como yo pero esto que acabo de leer de un hombre me llama la atención. ¿Existen muchos varones que quieran ser mujeres o solo unos poquitos?

Anónimo dijo...

Cuando hace meses empecé a leer estos tres blogs, me parecían un disparate pero después, comentando con un profesor de la facultad, me hizo ver que lo que parecían ideas aberrantes en realidad eran pensamientos alternativos que son dignos de tener en cuenta.

Así que Virgilio, no te extrañes con que además de "envidia del pene" también exista una "envidia del útero".

Anónimo dijo...

Las veces (3) que he estado observando a mi mujer viviendo los embarazos y los nacimientos de nuestros hijos, me parece que existen razones para admirarlas y en algún caso -¿por qué no?- envidiarlas.

Anónimo dijo...

Estoy felizmente embarazada pero me desmotiva un poco no conocer al padre.

Anónimo dijo...

El sangrado menstrual es una señal de que estamos endemoniadas.

Anónimo dijo...

Amamantar a un hijo es una de las experiencias más bellas que puede vivir una mujer. Alimentar a otro ser que es carne de su carne desde su propio cuerpo resulta sublime.
Yo tuve mellizos. Eso no es lo mismo que amamantar a un hijo. Entiéndase bien. Una cosa es ser madre y mujer y una muy otra una usina expendedora.

Anónimo dijo...

Cuando mi niño sea grande probablemente querría que nunca más volviese a ser otro pequeño.

Anónimo dijo...

Fui demandado por un lector al que se le voló la imaginación.

Anónimo dijo...

Mi madre se pasaba llorando y todo por culpa de mi padre que era pintor.

Anónimo dijo...

Soy artesano y fabrico desde el principio hasta el final bellas artesanías. Esas que Colón y sus hombres cambiaron por baratijas.

Anónimo dijo...

Desde que averigüé cual es la marca pedorra de los televisores que fabricamos tuve que cetificarme por depresión profunda.

Anónimo dijo...

Yo me siento orgulloso porque manejando unos pocos elementos termino participando en la fabricación de uno de los autos más caros del planeta. Tengo fotos en casa que certifican lo que afirmo.

Anónimo dijo...

Tengo la suerte de trabajar en una empresa líder en el mercado que se encuentra en un poblado de cinco casas sin luz ni saneamiento. Pero podemos ducharnos en la empresa.

Anónimo dijo...

Soy mujer y me gusta pero al menos por un día quisiera penetrar otro cuerpo con el mío.