jueves, 23 de abril de 2009

La anormalidad rentable

La palabra «normal» indica que algo está bien, que responde a lo natural, que cumple con alguna norma. En general, ser normal es algo positivo.

A pesar de eso, existen algunos rasgos de la normalidad que pueden perjudicarnos.

Estoy pensando en uno de ellos y que se manifiesta como negativo dentro de un régimen capitalista.

Cuando lo que está en juego es la competencia dentro de un mercado de oferta y demanda, quienes hagan lo que hace todo el mundo (por ser normales), se encontrarán con la triste noticia de que su trabajo vale muy poco.

La escasez de bienes o servicios necesarios (que tiene demandantes, compradores, interesados) es un rasgo de a-normalidad pero que en un régimen como el nuestro aporta beneficios.

Piense en un gran concertista o en alguien capaz de producir algo como ningún otro puede hacerlo u otro que puede ofrecer precios increíblemente bajos, son personas que seguramente tienen el éxito asegurado.

Todos tratamos de parecernos a la mayoría (es una forma de sentirnos normales), pero a los efectos de ganarnos el sustento dentro de una economía de mercado, esto es nefasto. Lo que mejor se pagan son ciertas anormalidades.

Si usted tiene en cuenta esta paradoja, podría permitirse ser un poco más anormal cuando esto mejore su posición competitiva.

●●●

25 comentarios:

Dido dijo...

Lo normal es felicitar a mis amigos y burlarme de los profesores.

Nenufar Esteban dijo...

Atacamos la "normalidad" sólo de forma indirecta: cuando criticamos a los "mediocres" ... que no son otra cosa que personas "normales".

Andrea Echenique dijo...

Estoy esperando que algún día ponga un artículo donde diga que algunas personas son pobres por el miedo al ridículo que tienen.

Paula Cha dijo...

Muy coherente: A usted es obvio que le gusta Madonna, y más transgresora que ella, imposible. De normal no tiene nada.

Roque Rocca dijo...

Hay que tener mucho huevo para bancarse ser diferente. A mi no me da y si de eso depende que algún día tenga algo, me moriré más pelado de una rodilla.

Ivonne Lousteau dijo...

Las dos fuimos criadas en el mismo colegio, con las mismas creencias religiosas, con casi las mismas familias supermoralistas, pero ella se fue de la casa, se enloqueció, hizo cualquier cosa y ahora le va mejor que a mí.

Sin embargo, no creo para nada que ella sea un ejemplo: Le fue bien como podría haber terminado tirada en una zanja.

Anónimo dijo...

Estoy obsesionada con hacerme un tatuaje pero mis padres me hacen la guerra. Quiero ser diferente y ellos insisten en que esa no es la forma. Ahora usted dice todo esto. Estoy cada vez más confundida, pero quiero hacerme ese tatuaje de cualquier forma. Aunque tenga que robar.

Silvester Pinella dijo...

Todo no se puede. Para disfrutar de la vida no hay otra manera que padecer. En algún momento tenemos que pasarla mal. Los que ahorran, ubican el sufrimiento primero y los que se endeudan, ubican el sufrimiento después, pero no hay modo.

Rosendo dijo...

Todos mis conocidos creen que lo mejor es endeudarse porque cuentan con que en cualquier momento se mueren y habrán disfrutado sin pagar.

¿Y si por ahí no se mueren?

Román Molina dijo...

La vida te presenta dos opciones bien claras: o estás rico y solo o estás pobre y acompañado. Elije!

Sopor dijo...

Hay que ser un poco autista para tener una conducta extravagante y no sufrir por ello.

Santiago Galván dijo...

Los judios tienen éxito porque son diferentes pero se apoyan mutuamente. Entre ellos no son diferentes, pero son más trabajadores, ahorrativos, interesados que nosotros. Hasta se visten diferente y los hombres se distinguen por el piercing más antiguo de la humanidad: la circuncisión.

Diana Ferme dijo...

Lo que usted hace es alentarnos a perder el miedo a ser criticados por anormales o por extravagantes o por diferentes o por ridículos.

Se lo acepto y agradezco.

Jacinta Rosedales Puig dijo...

Me enojo como una loca conmigo misma cuando veo lo que hacen otras colegas al mostrarse y conseguir más clientes y mejores ingresos y yo, grandísima pánfila, no puedo mandar a mi hijo al colegio que me gustaría porque tengo vergüenza. 38 años y ME DA VERGÜENZA de mostrarme!

Tengo una IBM (Inmensa Bola de Mierda) en la cabeza.

Memo dijo...

Siempre me han dicho que soy un anormal y un fracazado ¿esas dos cosas no pegan, no?

Jorge Soto dijo...

Antes los anormales en lugar de terminar en un loquero se convertían en los chamanes de la tribu.

Grafito Paredes dijo...

Lo que mejor se pegan son ciertas anormalidades.

Rúben Dotado dijo...

Yo tengo 21 dedos pero todavía no supe sacarle provecho.

Mariano Lugones dijo...

Para animarse a hacer cosas distintas hay que ser muy seguro de uno mismo. El miedo al fracazo nos paraliza en un montón de iniciativas.

Dora Amejeiras dijo...

Pienso en Charlie García y grito ¡tiene razón Licenciado!

La Bella Durmiente dijo...

Diga en cuál de esos rasgos estaba pensando doc! No nos deje con la espina!

Anónimo dijo...

Puedo ofrecer precios increíblemente bajos y no tengo nada de anormal, sólo un poco de astucia y cuando es necesario bajo el nivel de los escrúpulos.

Emiliano dijo...

Mi destino es ser normal. Ya terminé el liceo.

Aldo Román dijo...

Sé que normal se opone a brillante,destacado, extraordinario, pero me hace feliz que se me considere normal, me da mucha paz, sobre todo cuando esa palabra proviene de mi psiquiatra.

Muertevideano dijo...

Cuando chico no quería ir a la escuela con túnica blanca, quería una negra y mi amdre llorando de risa intentó explicarme que ese era el uniforme, crecí en la dictadura y quería ser soldado porque miraba "combate" en la televisión y creía que los soldados eran buenos, ahora soy un anarquista que es criticado por ser respetuoso y formal, un anormal entre enormales ni más ni menos. Normal es aburrido (Fido Dido)