jueves, 25 de marzo de 2010

Los trabajos de mierda

La limpieza de los baños públicos (subterráneos, centros comerciales, terminales de ómnibus), es una de las tareas menos solicitadas, apreciadas, buscadas y por lo tanto, menos remuneradas.

Cuando los trabajadores aceptan esa función es porque padecen un hándicap social importante (emigrantes, ex-convictos, discapacitados).

En el artículo titulado El amor propio y la caca ajena les comento que esas tareas son asignadas en institutos correccionales (penitenciarías y hospitales psiquiátricos) como terapia para inculcar la humildad en los internados más rebeldes.

También les decía en otros dos artículos publicados recientemente (1), que en el inconsciente tenemos asociado el excremento fecal y el dinero (caca = dinero).

Comentaba en ellos que esa idea llega al inconsciente porque cuando somos pequeños tenemos que aprender a evacuar el intestino como nos ordena quien nos da de comer.

Esta experiencia es el inicio de la posterior actitud laboral de «hacer lo que nos piden» para que «nos paguen».

Acá surge un conflicto. Si hacemos caca de cierta forma para que nos paguen dinero (sueldo, honorarios, propina), entonces podemos pensar que esto que cobramos también es caca.

Es muy frecuente que podamos hacer trabajos honorarios, voluntarios, sin cobrar y eso nos hace sentir buenos ciudadanos.

Voy al punto: podemos ser audaces vendedores de rifas a beneficio de terceros, pero jamás lo haríamos en beneficio propio.

La explicación clásica que damos a esta actitud contradictoria es que «ganar dinero para quien lo necesite, es más honroso (elegante, solidario) que ganarlo para uno mismo».

Sin embargo, esta actitud tan noble es impropia de un ser humano. No es normal que alguien ame más al prójimo que a sí mismo. El instinto de conservación nos lo impide de forma terminante.

La explicación más humana y confiable es que conseguimos caca sólo si es para otros.

(1) El dinero que da asco; Defecar a cambio de comida.

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13 comentarios:

Yoel dijo...

Si hay poca oferta para la limpieza de esos baños públicos, la ley de la oferta y la demanda indicaría que deberían ser puestos bien pagos.

Eduardo dijo...

Si hacemos caca como nos piden para que nos paguen, cómo podemos imaginar que nos remuneran con caca? Mamá nos "remuneraba" con amor y cuidados. El empleador nos remunera con un oro tan valioso que nos permite, nada menos que continuar con nuestra vida.

Marta dijo...

Al que limpia mierda le pagan poco porque consideramos que existen categorías de seres humanos inferiores, a los que no estamos dispuestos a ofrecer una buena paga.

Rolando dijo...

También se aceptan ese tipo de laburos cuando no hay trabajo.

Eliana dijo...

La tarea solidaria la hacemos por amor a nosotros mismos y luego por amor a quien intentamos ayudar. La paga que recibe el solidadrio es muy grande: nada menos que honor.
Es la forma más inteligente de actuar; nos beneficiándonos a nosotros mismos y beneficiamos a otros, todo en un mismo acto, con una misma acción.

Rosana dijo...

No creo que limpiar baños sirva para enseñar la humildad; por el contrario, pienso que estimula aún más la rebeldía. De pronto, en el fondo, es eso lo que se desea; encontrar pretextos para que tenga razón de ser el trabajo de celador.

Lautaro dijo...

Organizar eventos para recaudar fondos es super elegante. Desfiles de moda, grandes banquetes, recitales donde se junta a los famosos. Las damas de los clubes de golf que se reúnen a tomar el te y jugar al cricket son especialistas en organizar campañas caritativas. Los rotarios y el club de leones están integrados por los personajes más repetados de la ciudad o del barrio. La gente de clases medias bajas que logra acceder a estas dos instituciones antes mencionadas, CREEN lograr un ascenso social casi automático.

Mariana dijo...

A mí se me ocurre que el instinto de conservación es el que nos lleva a estirarnos la cara y gastar una fortuna en cremas.

Lucio dijo...

Difícil que un exconvicto se ponga a limpiar baños.

Mantecol dijo...

En muchos países la limpieza de esos baños es una tarea digna porque se los mantiene limpios. Sobre todo porque los que limpian están dentro del baño controlando.

Ernesto dijo...

Una cosa es la caridad y otra el voluntariado. Se hacen con cabezas diferentes, desde ideologías diferentes.
El acto de caridad viene del que le sobra, como la que le "da ropita a la pobrecita hija del chofer" * (aunque bien que quisiera tener yo un empleo de chofer).
El voluntariado implica una actitud de trabajo, de ofrecer parte del tiempo de uno. Es trabajar al lado del necesitado, teniendo conciencia de que en alguna vuelta de la vida el necesitado puedo ser yo. El que está a mi lado es sentido como un igual, no se lo mira como a un ser inferior.
*fragmento de una canción del trovador cubano Silvio Rodríguez.

Marcelo dijo...

De niño sabía qué decir y qué hacer para agradar a los demás y sacar el mejor provecho. Era especialista en eso. Pasaron los años y no me gustó mantener esa conducta, pero veo que la mayor parte de mis allegados la mantienen, no sé si porque decidieron hacerlo o porque recién ahora, de adultos, lograron desarrollarla.
Renunciar a esa conducta me trajo el inconveniente de que me vean como a un estúpido.

Anónimo dijo...

EN MI OPINIÒN LIMPIAR BAÑOS ES COMO ALGÙN OTRO TRABAJO Y DEBERIA TENER UN SUELDO DIGNO EL QUE LO HAGA,ADEMAS ES DE GRAN UTLIDAD PARA LOS CIUDADANOS DE UN PAIS.AYUDA A TENER UNA MEJOR CALIAD DE VIDA DENTRO DE LA CIUDAD.