domingo, 20 de febrero de 2011

La risa, dinero infalible

En los hechos, hay una interesante semejanza entre la gracia que nos produce un chiste y la famosa plusvalía marxista.

Esta vez, no dejes de leer (1).

Un blooper es un error que hace reír.

Suelen ser filmaciones, casuales o provocadas, en las que alguien se cae, hace el ridículo, tropieza, es burlado.

Los elementos que provocan la risa final, son:

1º) Un actor-víctima (a quien le ocurre algo);

2º) Una persona que registra (filma) lo ocurrido;

3º) El trabajo mental que realiza quien lo mira. Ese trabajo produce alegría, risa, satisfacción.

Me importa hacerles un comentario sobre este último elemento.

El trabajo mental ocurre porque los humanos somos buscadores insaciables de placer. Nuestra cabeza olfatea continuamente para tratar de encontrar oportunidades de divertirse, entretenerse, reírse.

En el caso del blooper, el placer encontrado podría describirse como «¡Qué suerte que no me ocurrió a mí!»; «¡Esa persona es más tonta [torpe] que yo!»; «¡Seguro que de mí no se burlarán tan fácilmente!».

Este anhelo típico de nuestra especie (¿o de todas?) de buscar ventajas, ganancias, oportunidades, es el resorte que nos lleva a reírnos de alegría (no por ansiedad o manía) cuando éstas (ventajas, etc.) aparecen repentinamente, sin haberlas buscado, como si fueran un regalo de la suerte.

¿Qué ocurre en el mercado laboral?

Algo que denunció Carlos Marx y que prácticamente constituye el eje conceptual del comunismo.

Ese afán de aprovechar todas las oportunidades permite que los capitalistas puedan apoderarse de algunas horas de trabajo, haciendo que el empleado produzca más tiempo del que realmente se le paga.

Así como nos reímos de un buen chiste, el capitalista, en vez de gratificarse con la risa, se gratifica con esa ganancia adicional que logra extraer de su empleado, aprovechándose de la oportunidad ... como lo haríamos cualquiera de nosotros.

(1) La malicia es la sal de la vida

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10 comentarios:

Sandra39 dijo...

Qué chistosos los capitalistas!
Dan ganas de matarlo, doc.
La explotación se reduce a un par de horitas que nos roba la empresa.
Nada tienen que ver los sueldos de hambre, el exceso de horas trabajadas, las malas condiciones de trabajo, la persecusión sindical.

Alicia dijo...

Si nuestra cabeza no está buscando espontáneamente situaciones para divertirse o entretenerse, podemos pensar que algo en nosotros está funcionando mal.

Evaristo dijo...

Es bueno el análisis del sentido del chiste.

Macarena dijo...

No siempre tratamos de aprovechar la oportunidad, no diga eso, usted sabe que no es así.

Isabel dijo...

Dicen que reír es saludable, pero se olvidan que muchas veces nos reímos de nervios (por ansiedad o manía, como tú dices.

Lucas dijo...

Creo que el chiste revela la enorme inseguridad que sentimos acerca de nuestra habilidad e inteligencia. Si es así, es una de las ventajas de ser inseguro.

Jacinto dijo...

Contar un chiste y que los demás se rían es maravilloso; te sentís el centro, te sentís lider.

la gordis dijo...

Otra cosa de la que nos aprovechamos cada vez que podemos, es de comer. Inventamos celebraciones para comer... y encontrarnos con la familia.

Eduardo dijo...

Las personas que buscan el placer de forma inmediata son menos laboriosas que quienes son capaces de resistir el proceso (que también tiene momentos gratificantes) para llegar a la gratificación que lo corona.

Ingrid dijo...

Sinceramente hasta ahora nunca me reí de mi misma. Espero que alguna vez me ocurra.