sábado, 5 de febrero de 2011

Los dioses son tan humanos como hace falta

La riqueza del Vaticano no puede ser repartida porque provocaría la furia de Dios y, en vez de hambre, tendríamos desgracias aún peores.

Sólo es necesario observar qué hacen los fieles con sus dioses, santos y personajes poderosos, para tener un mapa bastante confiable de cuáles son sus sentimientos personales.

Esto es así porque las figuras imaginadas con poderes especiales, son creadas a imagen y semejanza de quienes las diseñan para su posterior adoración y aprovechamiento.

Los dioses siempre son más poderosos que sus fieles. Por eso fueron creados, para utilizar su fuerza extraordinaria en la protección, defensa y privilegios de sus fieles y creadores.

Para que esta invención funcione, también tienen que existir semejanzas entre el todopoderoso y sus beneficiarios, porque si no existieran estos elementos en común, no sería posible entablar el diálogo dios-ser humano que habilite las intensas transacciones que el humano inventor necesita tramitar con él.

Por ejemplo, cuando los diseñadores del personaje omnipotente lo imaginan violento, justiciero y vengativo, podemos pensar —sin temor a equivocarnos—, que los fieles también lo son ... aunque no puedan ejercerlo con todo su esplendor porque carecen del poder, inmortalidad e indestructibilidad que le asignaron al personaje inventado.

Cuando los diseñadores del personaje omnipotente lo suponen sensible a los regalos, generoso con quienes comparten con él la mejor parte de los dones recibidos y sensible a los sobornos, podemos pensar —sin temor a equivocarnos—, que los fieles también tienen esas preferencias.

Y finalmente, a quienes no logran explicarse cómo algunas iglesias —en especial la Católica—, toleran la convivencia de riquezas obscenas con semejantes hambrientos, debo decirles que, a los devotos de esas religiones —y por lo tanto a los dioses por ellos creados— los pone furiosos y vengativos devolver los regalos, ofrendas o sobornos.

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7 comentarios:

Fortunato dijo...

He llegado a la conclusión de que Dios no habla mi mismo idioma.

Ma. Eugenia dijo...

Por qué será que tantas religiones incluyen entre sus ritos los sacrificios? Sus fieles son sádicos? Su sadismo los lleva a implorar castigo? Disfrutan de la destrucción como de un banquete? Destruir es la forma de alimentarse para volverse más fuertes?

Dulcinea Agria dijo...

Ahora las preguntas de Ma. Eugenia son un poco menos tontas.
Seguí leyendo los blogs. Según parece te hace bien.

Charly García dijo...

Dios es empleado en un mostrador: da para recibir.

Giordano dijo...

Los diseñadores del personaje omnipotente son los que marcan las tendencias.

Gustavo dijo...

Atención! Uno de nosotros es el hermano perdido del Todopoderoso. El hermano separado al nacer!

Lumumba dijo...

Ya se le pidió al pintor de santos de alcoba, que pintara angelitos negros.