Una discusión muy frecuente en las reuniones donde se han agotado otros temas más urgentes es aquella que se inicia con la pregunta ¿el dinero hace la felicidad?
Desde la antigua Grecia para acá tenemos sabido que toda discusión profunda y donde fluyan las opiniones comprometidas, debe hacerse en un cierto estado de ebriedad, aunque los detractores de la profundidad y el compromiso griten desorbitados sobre los beneficios que la sobriedad aporta a los razonamientos objetivos.
Como estudioso responsable de la condición humana pueden creerme que lo mejor de nuestra especie no es precisamente el razonamiento y la objetividad.
Pero retornando al punto de inicio ¿el dinero hace la felicidad?
Si usted participa en uno de estos foros podría llamar la atención si comenta como al pasar que la pregunta también podría formularse al revés: ¿se puede ser feliz prescindiendo del dinero?
Esta nueva interpelación puede iluminar de otra forma el tema. Hasta podrían habilitarse comparaciones del tipo: ¿el aire hace la felicidad? versus ¿se puede ser feliz prescindiendo del aire?
En lugar de aire también pueden ubicarse otros bienes menos esenciales como la vestimenta, la diversión, el conocimiento, una casa, un auto y hasta el mismo vino que le dio profundidad y compromiso a este debate.
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19 comentarios:
Pienso igual que Groucho Marx: la felicidad está en las pequeñas cosas: Un pequeño yate, un pequeño palacio....
Pues vamos, que sin dinero nada pero con dinero sólo algunas cosas.
Trabajo de sol a sol pero sobre todo para no estar en mi casa porque me arrepentí de haberme casado.
Algún día sacaré el premio mayor y ahí sabrán cómo soy yo con poder ilimitado. No me han conocido aún.
El dinero es como la salud: ninguna de las dos deben faltar para tener una vida tranquila. Ni con uno ni con la otra es posible cometer excesos porque entonces todo se cae.
Sólo comparo al dinero con el aire porque me gustaría no tener que estar pendiente de ninguno de los dos.
Me parece que el vino tiene el poder de transformar la realidad, aunque sea por un ratito.
Muchísima gente vive sólo para trabajar y ganar el dinero suficiente como para seguir viviendo.
Acabo de establecer prioridades. Primero el aire, segundo el dinero.
No entiendo a la gente que construye su felicidad a fuerza de dinero y luego se le ponen los pelos de punta si hablás de la importancia del dinero.
Voy a proponer una instalación para la Bienal de San Pablo en base a 3 elementos: vino, rosas y monedas de oro.
Lo mejor del ser humano aparece tras un fondo blanco.
Las discusiones profundas sacan a relucir los instintos mas ciertos.
Cuando en una reunión se empieza a hablar de ese tema es porque el anfitrión está haciendo un intento desesperado por salvar la fiesta.
Lo mejor del ser humano no es el razonamiento ni la objetividad, por eso los ricos son una minoría.
No estoy de acuerdo con Julián, para hacer dinero se necesita una buena dosis de locura.
Prescindiendo del dinero, en nuestra sociedad´sólo se puede ser marginal.
Yo puedo ser feliz prescindiendo del aire durante 73 segundos exactamente.
Ahora que se agujereó toda la capa de ozono, para ser feliz prescindiendo de la ropa hay que colocarse una capa de protector.
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