sábado, 30 de agosto de 2008

La siembra sobre mármol

Para ser fiel es preciso poder hacer lo mismo que se piensa. La mentira parte de un engaño que padece el mismo a quien acusamos de mentiroso.

Recuerdo un médico encargado de certificar las ausencias por enfermedad en una empresa para la que trabajé unos años. Él decía: «Los que faltan haciéndose los enfermos, están enfermos pero ellos se creen que me engañan a mí».

A estas lógicas que están a punto de ser irracionales pertenece otra que ya les comento.

Si ustedes fueran agricultores ¿pondrían buenas semillas sobre la roca estéril o dentro de la tierra fértil?

La respuesta debería coincidir con la que se dan los banqueros cuando hacen sus préstamos.

En el sobrentendido de que —al igual que el agricultor— quieren tener una ganancia con su trabajo, sólo podrán colocar su dinero en empresas ricas, eficientes, donde —al igual que en la tierra fértil— ese dinero pueda reproducirse, darle abundante ganancia a quien recibe el préstamo, generando así las condiciones óptimas para que pueda devolver lo recibido más los intereses pactados.

Estaremos de acuerdo en suponer que una mayoría de personas piensa que los buenos banqueros deben prestarle a quienes no tienen dinero. Pues no: esos serían los malos banqueros.

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17 comentarios:

Anónimo dijo...

Para mi la vida funciona en forma de círculos viciosos. Si estás pobre, algo pasará para que estés más pobre.

Anónimo dijo...

Creo que los que prestan dinero sólo deberían averiguar sobre la moral del que recibe el dinero y no sobre qué piensa hacer con él.

Anónimo dijo...

Yo tampoco le prestaría un sólo dólar a estos moáis de Isla de Pascua.

Son todos unos insolventes. jajaja

Anónimo dijo...

Como se dice que la Isla de Pascua es el lugar más remoto del mundo, habría dificultades para ir a cobrar las cuotas mensuales.

Anónimo dijo...

Cuando estuve en la Isla de Pascua, se me ocurrió salir de juerga con un moai y terminé pagando yo sólo porque nunca se movió para pagar él. Son unos amarretes. jajaja

Anónimo dijo...

Una empresa es como una fábrica de dinero. Cuando no produce dinero es porque está descompuesta y hay que arreglarla o desarmarla para vender las piezas como chatarra.

Anónimo dijo...

Para ser fiel con uno mismo hay que hacer lo mismo que se piensa. Como bien dice el licenciado eso es imposible porque ni nosotros mismos sabemos acerca de las lógicas de la parte más importante de nuestro psiquismo: el inconsciente.

Anónimo dijo...

Hace poco descubrí que cuando me hago la enferma para pedir licencia es porque el alma se me resfría.

Anónimo dijo...

Las mejores semillas las pongo bajo el microscopio. Son tan raras como las mujeres más bellas. Gracias a la ingeniería genética puedo convinar los mejores ejemplares. Pronto haremos lo mismo con los seres humanos.

Anónimo dijo...

Los buenos banqueros y los buenos empresarios suelen formar un grupo bastante ajeno a las dificultades diarias de los sin techo.

Anónimo dijo...

Las empresas ricas y eficientes tienen más deudas que los pobres.

Anónimo dijo...

Colocaré mi dinero en la tierra húmeda.

Anónimo dijo...

Si yo fuese una empresa se podría decir que soy muy pequeña y apenas sobrevivo. No tengo números en rojo pero tampoco doy abundante ganancia. Devuelvo lo recibido porque pido poco.

Anónimo dijo...

Los pequeños emprendimientos son importantes, sumados unos con otros, para la economía de un país. El banco estatal debería prestarle plata, Blanca.

Anónimo dijo...

Lo más difícil es poder ser fiel con uno mismo. Quizás esa sea la definición de salud.

Anónimo dijo...

Los malos banqueros te re-bancan.

Anónimo dijo...

El granizo es al agricultor lo que la coyuntura internacional al banquero.