lunes, 18 de agosto de 2008

¡Qué maravilla! ¡Me pagaste!

Ayer terminé el artículo titulado «Alguien se regaló mi celular» con la oración: «Podría decirse de ellos [los regalos] que son robos al revés. »

Efectivamente son un truque con una contrapartida de valor cero. Entrego algo a cambio de nada ... como el ladrón se llevó mi celular sin pagármelo.

Pero, claro, entre personas inteligentes y con la cultura suficiente para tener incorporados los criterios de valor y de comparación de valores, no es esperable que exista un error como le sucede al ladrón analfabeto.

Por lo tanto debemos suponer que la contrapartida del regalo existe, sólo que no es dinero sino que es alguna otra cosa que no parece asociada al regalo inicial.

Efectivamente, esa contrapartida se genera porque quien recibe el regalo recompensará al regalador algo de valor equivalente, en otra ocasión y simulando que se trata de un impulso afectivo provocado por el aprecio que el beneficiado inspira en quien hace el regalo.

En realidad se realiza un trueque simple, pero con un ritual que permita la ilusión de que entre ambas acciones de regalar no hay reciprocidad sino pura casualidad.

Esta pantomima se reafirma con teatralizaciones de sorpresa, alegría ligeramente exagerada, y alguna expresión del tipo «¡Muchas gracias!¡No te hubieras molestado!¡Es precioso!¡Es justo lo que estaba necesitando!».

●●●

15 comentarios:

Anónimo dijo...

No entiendo. No tiene sentido lo que ud dice.

Anónimo dijo...

Adoro los regalos. Hasta suelo hacérmelos a mi misma. ¿Estoy loca no?

Anónimo dijo...

Lamentablemente la crisis económica en la que entramos con mi compañera nos impedirá conservar la hermosa costumbre de hacernos regalos por cualquier motivo.

Anónimo dijo...

Me parece que entiendo algo de lo que acá quiere comparar cosas opuestas. ¡Es complicado ud eh?

Anónimo dijo...

¿Ud. piensa que la mayoría de los ladrones son analfabetos?

Anónimo dijo...

algunas relaciones amorosas son un trueque contrapartida valor cero

Anónimo dijo...

Los dioses piden regalos salados

Anónimo dijo...

Está complicado cuando te invitan a un casamiento, esos familiares que no ves desde hace 6 años.
Si no vas te critican.
Si vas pero mal vestida te critican.
Si ponés poco en el colectivo te critican.
Si no ponés en el colectivo idem.

Anónimo dijo...

El que no recompensa el regalo de un ladrón tiene 100 años de perdón.

Anónimo dijo...

Cuando malgastás el dinero o hacés un mal negocio existe una contrapartida. Puede ser sacarse un problema de encima, levantar el ánimo, satisfacer un capricho, evitar la ansiedad. Claro que no es conveniente un mal negocio pero pensar en lo que nos llevó a hacerlo puede enseñarnos mucho acerca de nosotros mismos.

Anónimo dijo...

Los Reyes Magos exigen como contrapartida buen comportamiento todo el año, pero a veces se conforman con los esfuerzos de último momento.

Anónimo dijo...

Festejar un cumpleaños te lleva inexorablemente a hacer uso de tus potencialidades actorales. Y un político que festeja su cumpleaños se merece un Florencio.

Anónimo dijo...

Algunos regalos de verdad son inspirados por un impulso afectivo.

Anónimo dijo...

Menos mal que cayó en deshuso la manzana para la maestra. Era un regalo sin contrapartida justa.

Anónimo dijo...

Mi hijo me regaló una tele y no sé cómo fue que pasaron las cosas pero hace apenas dos meses y ya está ubicada en su cuarto.