lunes, 17 de noviembre de 2008

El animal ambicioso

Los economistas observan la realidad económica desde muchos puntos de vista para tratar de sacar sus conclusiones, hacer previsiones y encontrar políticas que mejoren nuestro vínculo material con el planeta.

Uno de estos puntos de vista consiste en determinar cuanto del presupuesto de una persona está destinado a los gastos básicos (comida, alojamiento, vestimenta).

Estos gastos básicos se componen de lo que cualquier animal necesita conseguir para poder llegar vivo al día siguiente.

Repito algo que ya he dicho en otros artículos: no es denigrante ser un animal y por tanto vivir como uno de ellos. Sin embargo somos una mayoría los que aspiramos a algo más. Vivir como un perro, un caballo o un ave nos resulta desagradable, nos genera malestar, aún cuando respetamos sinceramente a cualquier ser vivo copropietario del planeta.

La inteligencia racional de los economistas también averigua cuánto le cuesta a cada ser humano conseguir lo imprescindible para llegar con vida al día siguiente.

Toman como período de análisis los 30 días de un mes y acá se verifican distintos logros que obtiene cada ejemplar de nuestra especie.

Algunas personas consiguen todo lo que necesitan para vivir un mes en menos de un día y otros trabajan todo el periodo para poder sobrevivir. En este caso se dice que son personas que «viven al día» ... igual que los animales.

En realidad depende de cada uno establecer en qué nivel de confort desea vivir, aunque también son mayoría quienes piensan que las personas no podemos elegir libremente cuánto queremos mejorar nuestra calidad de vida sino que son los demás (la sociedad, el gobierno, los países ricos e imperialistas) los que nos imponen cómo debemos vivir.

Personalmente pienso que lo mejor siempre es más costoso y que adquirirlo nos demanda más energía y esfuerzo. A veces nuestra imaginación nos hace pensar que podemos tener lo mismo que tiene otro sin considerar que ese otro es alguien que posee más energía, fuerza, motivación o suerte.

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18 comentarios:

Anónimo dijo...

Recordemos que los osos tienen su caja de ahorro en el tejido adiposo.

Anónimo dijo...

Si el objetivo de cada uno es la felicidad mayor posible, a mi me hace infeliz andar desesperado detrás de la comida o lo que sean. Me gusta jugar tranquilo.

Anónimo dijo...

A veces la desdicha viene porque uno pide cosas que no son para uno y después no se banca no conseguirlas.

Anónimo dijo...

El gran error está en pensar que somos todos iguales. La solución es bien fácil: tenemos que entender que somos todos PARECIDOS.

Anónimo dijo...

Yo opino igual que uds pero agrego que otra cosa importante es bancarse que vivir molesta, aunque no tanto como para matarse.

Anónimo dijo...

Tengo completamente asumido que me falta energía, motivación y fuerza como para ser una persona próspera. Me conformo con vivir el día a día.

Anónimo dijo...

Tengo muchas ganas de mejorar económicamente pero sigue dándome bronca haber partido de un punto tan bajo. Otros empiezan más arriba y todo se les hace más fácil. Tengo todas las condiciones como para triunfar pero me tocó la mala suerte de nacer en una familia pobre.

Anónimo dijo...

UD ME INSULTA DICIENDO QUE VIVO COMO UN ANIMAL.

Anónimo dijo...

Ser pobre no me impide acceder al confort y a los productos de la cultura.

Anónimo dijo...

A mí no me gusta trabajar cuando estoy con el período.

Anónimo dijo...

Me parece que para elegir libremente el nivel de confort en el que queremos vivir, el factor más decisivo está en lo personal. Cada uno es como es. Se podrán hacer sacrificios, poner más ahínco, pero no podemos inventarnos una motivación que no existe. La sociedad en la que nos tocó vivir, el gobierno, ser tercermundistas, etc, son factores importantes también, pero yo los veo como secundarios a la cualidad personal.

Anónimo dijo...

Si uno tiene disciplina para manejarse con los créditos, puede hacer casi cualquier cosa. Sin embargo parece ser que esto es peligroso para el sistema. Digo por lo que pasó con los créditos inmobiliarios en EEUU.

Anónimo dijo...

No es denigrante ser un animal...pero depende. Mi mujer es una gata en la cama, una yegua con los gurises y una víbora con mi madre. Estoy desesperado.

Anónimo dijo...

Lo mejor y lo peor del animal humano es el lenguaje. Si estudio lenguas extranjeras me convertiré en un ser muy ambivalente.

Anónimo dijo...

Los humanos no podemos vivir como los animales porque tenemos esa cosa tan molesta que es la libertad. Aunque un cierto grado de libertad el resto de los animales también tienen. Por ej. mi perra se acostumbró a que le cocine la carne y ya no quiere comerla cruda. Si elige lo que quiere y lo que no, es porque tiene algo de libertad.

Anónimo dijo...

¡Lo mejor de mi vida sos vos, osito! Y no me costó nada adquirirte.

Anónimo dijo...

LARGA LA LATA
NO ASPIRES MÁS!!!

Vico dijo...

bueh a mi me gustaria en la otra vida ser un gato...un gato cualquiera no, ser mi gato...la pasa mejor que yo! asi que no me ofende para nada que me hablen de que hago una vida de animal...